Nuestro cerebro se encoge aun cuando no haya predisposición o presencia de enfermedades neurodegenerativas como la de Alzheimer. Es una reducción de tamaño paulatina, la cual comienza a los 25 años de edad y llegados a los 50 el proceso es más acelerado.
Sin embargo, no se trata de una “muerte masiva de neuronas”, son cambios en la microestructura de estas células y las conexiones dendríticas* de la corteza cerebral. Esta atrofia se localiza, especialmente en el lóbulo frontal y el hipocampo, zonas donde se fijan los recuerdos. De tal modo se tienen consecuencias directas en funciones cognitivas como el razonamiento, la rapidez mental o la memoria episódica.
Una explicación del porqué de este encogimiento es debido a la mayor demanda energética del cerebro. El cerebro humano consume un 25% de la energía disponible para el resto del cuerpo. Esta mayor demanda energética conlleva consecuencias como el deterioro de la eficiencia de las mitocondrias o un mayor estrés oxidativo, un cambio metabólico que, a largo plazo, explicaría la atrofia de nuestros cerebros a medida que envejecemos.
Otra hipótesis es que el envejecimiento cerebral en personas sanas está vinculado a factores naturales. De acuerdo con Francisco Mora, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, en teoría se pierde hasta el 40% de la conectividad neuronal sólo por el proceso de envejecimiento. Sin embargo, en estas afirmaciones no se contemplan los efectos de los factores ambientales y hábitos individuales.
Cosas que hacemos que encogen el cerebro
Aunque se desconocen las causas definitivas del encogimiento cerebral, se sabe que hay hábitos y comportamientos cotidianos que pueden acelerar este proceso, más allá de la edad. Entre estos factores, el consumo de drogas es una de las causas de atrofia más importantes.
Drogas y alcohol
Un estudio realizado en las universidades de Oxford y Oslo asegura que las capacidades del cerebro humano pueden reducirse por el uso de drogas o alcohol e incluso por hábitos cotidianos, actividades inconscientes, que no sabemos que pueden dañarnos.
Las alteraciones morfológicas que produce el alcohol en el cerebro son muy parecidas a las del Alzheimer, con alteraciones en los surcos, atrofia cortical, etc.
Dormir poco y mal
El cerebro de quien duerme poco y mal se experimenta atrofias en zonas encargadas de razonar, planificar, de la memoria y de resolver problemas. Es por ello la importancia de dormir entre 6 y 8 horas en la edad adulta.
Estrés y depresión
Uno de los males de la vida contemporánea, el estrés, es otro de los motivos de desgaste acelerado del cerebro; así también las emociones negativas.
Cuando el estrés es continuado por tiempo prolongado se pueden dar cambios estructurales en el cerebro de forma que éste tiende a reducir su tamaño. En particular, la región afectada es el hipocampo, también relacionado con la memoria.
Investigadores de la Universidad de Yale descubrieron que los cerebros de personas con depresión sufren daños en las dendritas y esto ocurre por la falta de placer y felicidad.
Sedentarismo
Llevar una vida sedentaria también es perjudicial. Pasar demasiadas horas sentado frente a una pantalla, no hacer ejercicio físico y tener una mala alimentación son cosas que dañan las conexiones cerebrales. Pero eliminar estos hábitos y sustituirlos por otros sanos nos ayudará a reducir el daño y aumentar nuestras capacidades.
También te puede interesar leer Los mejores alimentos para tu cerebro
¿Cómo ralentizar el encogimiento cerebral?
Por supuesto que si se quiere ralentizar el encogimiento cerebral se deberá adquirir hábitos saludables que mantengan en forma el organismo y, especialmente el cerebro. Evitar las sustancias tóxicas y drogas, disminuir el consumo de alcohol, tener una higiene del sueño para dormir mejor; adquirir habilidades en el manejo del estrés e inteligencia emocional, así como practicar ejercicio físico constante.
Asimismo, estimular al cerebro y entrenarlo es una excelente forma de proteger al cerebro de un rápido deterioro. A través de métodos como el neurofeedback dinámico de NeurOptimal® se pueden tener varios beneficios que ayuden a mantener el sistema neuronal en forma. Entre esos beneficios están:
- Promueve hábitos saludables de sueño.
- Ayuda a manejar mejor el estrés.
- Ayuda con la gestión del sueño.
- Ayuda a mejorar la “agudeza mental”.
- Ayuda a promover un estilo de vida saludable.
- Permite mantenerse sereno, más calmo, más enfocado.
- Promueve la relajación y el manejo del estrés.
- Mejora la capacidad de aprendizaje
*Conexión de las dendritas. Las dendritas son terminales de las neuronas; y sirven como receptores de impulsos nerviosos provenientes desde un axón perteneciente a otra neurona. Su principal función es recibir los impulsos de otras neuronas y enviarlas hasta el soma de la neurona.