Esta vez te contamos qué es el síndrome del pensamiento acelerado, un mal que aqueja cada vez más a las personas y no nos hemos dado cuenta.

Después de practicar la psiquiatría por 25 años y de atender pacientes en más de 20 mil citas, el doctor Augusto Cury, considera que el Síndrome del Pensamiento Acelerado (SPA) es el mal de este siglo.  

Cury es autor de más de 40 libros respecto a la ansiedad y otros temas de salud mental. Creo la teoría de la Inteligencia Multifocal (IM), una inteligencia que integra habilidades emocionales, sociales y cognitivas, y que comprende aspectos conscientes e inconscientes de la construcción de pensamientos. 

El autor, además de la IM, devela la posibilidad de que gran número de personas en la actualidad vivan con un exceso de información, de actividad, preocupaciones y presiones sociales que pueden acelerar la mente a una velocidad aterradora. A ello le ha llamado el Síndrome del Pensamiento Acelerado, una forma diferente de ansiedad. 

Gracias a los dispositivos digitales y al internet, así como la sobre información, esto se intensifica como nunca antes hubiera pasado.  

¿Qué es el síndrome del pensamiento acelerado? 

Es un tipo de ansiedad cuya característica principal es el exceso de información y la intoxicación digital que detonan que la memoria se dispare muchísimo y se enfoque, a la vez, en múltiples recuerdos, sin anclarse en un solo pensamiento, por lo que el individuo pierde el foco y la concentración.  

Ya como otras veces hemos dicho, el cerebro humano no es multitask o multitareas, de ahí que tener abiertas muchas “ventanas” de la memoria genera una afectación en ésta. El resultado de tratar de atender a tantas cosas es una velocidad exagerada y estéril de pensamientos. 

A diferencia de lo que muchos creen, no se trata de sobrepensar las cosas, sino de pensar en muchas cosas a la vez, teniendo pensamientos inútiles. Ello predispone a trastornos, emociones y baja tolerancia al estrés

También genera repetición de errores, infantilización de las emociones, fatiga excesiva, aburrimiento atroz y dificultad enorme para aguantar la soledad creativa. 

¿Cuál es el origen de este síndrome? 

El origen de este síndrome de pensamiento acelerado está en la sobre estimulación mental que el exceso de información actual nos provoca.  

Hoy nos enfrentamos a un exceso de estímulos visuales, auditivos, informativos, estéticos, etc. De ahí que la ansiedad que este síndrome provoca procede del actual estilo de vida, estresado y agitado que vivimos todos. El cual, seguramente, se agudizó con la pandemia de Covid 19. 

Síntomas 

De acuerdo al doctor Cury, los síntomas van de falta de sueño hasta angustia excesiva, entre ellos:  

  • Trastornos del sueño. 
  • Despertar cansado. 
  • Nudos en la garganta. 
  • Trastornos intestinales. 
  • Dolores de cabeza y musculares. 
  • Aumento de presión arterial.  
  • Sufrir anticipadamente por algo. 
  • Irritabilidad. 
  • Dificultad para manejar la frustración. 
  • Dificultad para convivir con personas lentas.  

Entre los signos cognitivos: 

  • Falta de concentración. 
  • Déficit de memoria. 
  • Niebla mental.  

¿Qué diferencia hay entre el SPA y el TAG? 

La diferencia entre el Síndrome de Pensamiento Acelerado y los Trastorno de Ansiedad Generalizada —señala el autor—, es que en el SPA no hay antecedentes que pudieran ser traumáticos, a diferencia de la ansiedad.  

Consecuencias 

Vivir con SPA implica un aumento de conflictos interpersonales, pues las personas que lo viven tienen baja tolerancia a la frustración, son intolerantes, están irritables, tensas y ansiosas. Asimismo, no se desarrollan razonamientos profundos y esquemáticos, las personas son mucho más reactivas que críticas, por lo que son incapaces de debatir ideas o buscar acuerdos.  

Un profesional ansioso tiene baja productividad. Piensa mucho, pero sus pensamientos son más estériles, sus respuestas son menos inteligentes. Les falta profundidad y asertividad. 

¿Cómo detener los pensamientos acelerados?  

Una opción frente al síndrome de pensamiento acelerado es la práctica del mindfulness, la posibilidad de ir mucho más lento, estando en el aquí y el ahora. 

Al tratarse de una condición comportamental, no refleja imágenes cerebrales específicas y ello justifica la falta de investigación científica, señala el doctor Cury; sin embargo, su amplia práctica profesional le ha permitido, de manera empírica, constatar la factibilidad de este pensamiento acelerado en la era digital.  

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