Tener pesadillas durante la cuarentena por Covid 19 no sólo es normal, sino que a tu cerebro le parece necesario para ayudarte a enfrentar el miedo y el estrés de estos días.  

Tal vez, recientemente, has tenido un sueño cuya sucesión de eventos inconexos, personajes aterradores y atmósferas perturbadoras te hiciesen despertar a media noche con el corazón acelerado.

Las pesadillas son procesos normales de la mente y en estos tiempos de confinamiento debido a la pandemia por Covid 19 sin duda se habrán incrementado en todos nosotros. 

Estamos asustados, estresados, ansiosos, tenemos incertidumbre sobre el futuro…  qué más motivos para tener sueños espeluznantes durante este tiempo. 

¿Por qué tenemos pesadillas? 

Alrededor de los diez años de edad, comienzan a aparecer las pesadillas, las cuales se consideran una parte normal de la infancia. Estas pueden desencadenarse por hechos que causan angustia, pero que son aparentemente ordinarios, como iniciar estudios en una nueva escuela, hacer un viaje o una leve enfermedad en alguno de los padres.  

Las inquietudes por acontecimientos significativos, que consideramos riesgosos o la anticipación ansiosa sobre el futuro suelen ser los detonadores de las pesadillas. Lo mismo en la infancia que en la adultez.  

Éstas pueden ser una forma en la que nuestro cerebro maneja las tensiones y temores de la vida cotidiana.  

Una o más pesadillas durante un breve período de tiempo pueden ser causadas, además de los factores emocionales, por fiebre, algunos medicamentos, consumo de sustancias tóxicas, etc. Pero también se hacen presentes con trastornos como el estrés postraumático, apnea del sueño, ansiedad y depresión.  

Fase REM del sueño 

De acuerdo a las investigaciones de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, existen varios tipos de miedos atemorizantes que se pueden desarrollar en las etapas del sueño. 

Las pesadillas, en particular, se experimentan durante la fase de movimientos oculares rápidos, conocida como fase REM (por sus siglas en inglés). Una etapa que se caracteriza por una elevada actividad cerebral, que puede resultar visible en la realización de movimientos oculares rápidos y constantes.  

Esta fase se da justo al final del ciclo de sueño y es en la que aparecen los sueños y las pesadillas, así como la capacidad para recordarlos.  

No es de extrañar que ello suceda en esta etapa del sueño, pues durante la fase REM reorganizamos nuestros contenidos mentales, fijando los nuevos recuerdos e integrándolos en la memoria a la vez que descargamos aquella información o recuerdos que consideramos irrelevantes.  

Este tipo de sueño convierte la experiencia en recuerdos almacenados en la memoria a largo plazo.  

¿Qué pasa en el cerebro con las pesadillas? 

Al estudiar a quienes tienen pesadillas con más frecuencia que el resto de las personas y sufren “desorden de pesadillas”, se identificó que la amígdala, la parte cerebral que controla los miedos y el aprendizaje, empieza a sobre actuar durante esta clase de sueño.  

Los centros del cerebro que controlan las emociones, como el sistema paralímbico, también reportan mucha más actividad durante las pesadillas. Este sistema cubre varias partes del cerebro y se encarga de guiar nuestros instintos básicos, regulando con ello también el miedo. 

Así que no es sólo tu mente, o tus ideas, sino también el cerebro el que está experimentando fisiológicamente el miedo a través de nuestro sistema de alerta. Este sistema es capaz de advertirnos de una situación de riesgo y de señalar que se ha cometido un error antes incluso de que hayamos tomado la decisión equivocada. 

Entrenamiento ante el peligro 

Científicos de la Universidad de Ginebra en Suiza, en colaboración con la Universidad de Wisconsin, identificaron las áreas de cerebro que se activan cuando experimentamos miedo.  

Con este estudio, concluyeron que una vez que los individuos se despiertan tras una pesadilla, las áreas del cerebro responsables de controlar las emociones responden a las situaciones que inducían miedo de manera mucho más efectiva. Es decir, luego de una pesadilla, cuando el cerebro está alerta, somos más susceptible al miedo.  

Además, concluyeron que las pesadillas nos ayudan a reaccionar mejor ante situaciones que nos producen miedo.  

Simulamos situaciones aterradoras mientras soñamos para reaccionar mejor ante ellas una vez que estamos despiertos. Por lo tanto, los sueños son como una especie de entrenamiento para reacciones futuras que nos pueden preparar para enfrentarnos los peligros de la vida real. 

Neurofeedback dinámico contra las pesadillas

Las pesadillas finalmente nos producen una sensación abrumadora e impiden un buen descanso, incluso pueden producir trastornos del sueño e insomnio. Para ello, entrenar el cerebro con neurofeedback dinámico en casa puede ayudarnos a controlar no sólo lo que soñamos, sino tener una mejor gestión del descanso, disminuir la ansiedad que sentimos durante este tiempo, así como tener un mejor control del estrés.  

Para restaurar el sueño y que éste sea realmente relajante y reparador, hay que influir directamente en el cerebro, y para ello NeurOptimal® es la alternativa más efectiva y sobre todo la más segura, ya que no es puesto que no es medicamentosa ni invasiva. 

Mediante el neurofeedback dinámico el cerebro recibe información acerca de su propio funcionamiento, como un espejo, generándole la posibilidad de que comience, a su propio ritmo, a autorregularse de manera eficaz.

Así el cerebro se vuelve más flexible y adaptativo durante el proceso de entrenamiento y esto hace que sea más sencillo cambiar del modo alerta a otro más relajado y reparador. 

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