Me comí hasta el brócoli: trastorno por atracón

Me comí hasta el brócoli: trastorno por atracón muestra la experiencia de Sofía con este padecimiento conductual y emocional que puede hallar apoyo en su tratamiento en el neurofeedback dinámico.

Sofía se levanta por las noches, cuando todos están dormidos y nadie puede verla, abre el refrigerador o la alacena y come todo lo que se encuentra. Una vez que comienza ya no hay forma de detenerse. Dulce, salado, pan, chocolate, galletas y papas fritas, no discrimina ningún tipo de alimento, aunque sea poco saludable. Luego del atracón se siente culpable y vuelve a su cama triste y ansiosa.

Hace algunos años Sofía no hacía tenía estos episodios de comilonas. Fue hasta que su novio le dijo que quizá debería hacer una dieta para bajar esos kilitos de más que había subido en el verano; el mismo año en el que no la aceptaron en el grupo de canto, porque no alcanzó la nota (aunque ella creyó que la rechazaron por “gorda”).

Aquel otoño, para sentirse aceptada ante los ojos de su novio y de sus amigos, Sofía comenzó una dieta restrictiva, baja en carbohidratos y grasas, alta en proteínas. Al menos eso decía la página web de donde la bajó, ya que no fue con un especialista en nutrición para comenzar este nuevo régimen alimenticio.

Me comí hasta el brócoli

Eran tan pocas las calorías que consumía que siempre tenía hambre y se sentía ansiosa. Una noche, ansiosa por los exámenes que pronto presentaría, bajó a la cocina y se comió hasta el brócoli con salsa ranch. Después, se sintió llena de culpa y angustia.

Cada mañana, Sofía comenzaba la dieta: jugo verde en el desayuno, ensalada de lechugas y atún en la comida, una gelatina por la noche. Pero a medianoche, la ansiedad por comer, la angustia por no lograr sus objetivos y el hambre, la llevaban de nuevo al refrigerador. Un círculo vicioso que la hacía sufrir muchísimo.

Lo que Sofía estaba experimentando era un trastorno de atracón, uno de los muchos padecimientos que hoy en día viven las personas a partir de una mala relación con la comida, y afectaciones vinculadas a su baja autoestima, entre otros motivos.

¿Qué es el trastorno de atracón?

Este es un trastorno grave de la alimentación en el que se suele consumir cantidades extraordinariamente grandes de alimentos y frente a lo cual se es incapaz de detenerse. Una conducta sistemática que supera un día de excesos que a cualquiera pudiera pasarnos.

Quienes viven con este trastorno comen de manera excesiva y viven la sensación de pérdida de control, lo que se vuelve una compulsión por comer de manera desenfrenada. Y después del “atracón”, las emociones negativas comienzan a fluir provocando incluso deseos de autocastigarse.

Aunque se considera que las personas con trastorno de atracón viven con sobrepeso u obesidad, no siempre es así. Existen personas con un peso estándar que también pueden sufrir de este padecimiento, por lo que debemos saber identificar los síntomas y no dejarnos llevar por la apariencia.

Síntomas

Como otros trastornos alimenticios, éste se manifiesta a través de una serie de conductas que también ponen de manifiesto un proceso emocional. Entre los signos que nos permiten identificarlo se encuentran:

Comer cantidades inusualmente grandes de comida en un tiempo determinado.
Sentir que la conducta alimenticia está fuera de control.
Comer incluso cuando se está lleno o no se tiene hambre.
Comer con rapidez durante los episodios de atracones.
Comer hasta que se está demasiado lleno.
Comer solo o a escondidas con frecuencia.
Sentirse deprimido, enojado, avergonzado, culpable o molesto por los hábitos alimentarios.
Hacer dietas con frecuencia, posiblemente sin bajar de peso.

A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no se suele vomitar, usar laxantes ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales que se consumieron.

La gravedad del trastorno por atracones se determina a través de la frecuencia de los episodios durante una semana.

¿Qué causas pueden provocar trastorno por atracón?

Aunque en cada persona las causas son diferentes, podemos encontrar que hay situaciones que nos pueden poner en riesgo de padecer este trastorno.

Suele ser más común entre mujeres que en hombres.
Puede comenzar en los últimos años de la adolescencia o poco después de los 20 años, aunque no se exentan otras edades para desarrollar el trastorno.
Existen antecedentes familiares de algún desorden alimenticio.
La herencia genética aumenta el riesgo de estos trastornos.
Antecedentes de haber hecho muchas dietas restrictivas sin obtener resultados.
Baja autoestima y mala imagen corporal.
Mirada negativa de ellas mismas, y de sus habilidades y logros.
Incapacidad de manejar el estrés y la ansiedad.

Consecuencias del trastorno por atracón

Las personas que padecen un trastorno por atracón pueden tener consecuencias graves no sólo en su salud y las afectaciones en su metabolismo, también pueden experimentar repercusiones a nivel psicológico.

Entre estas consecuencias se pueden encontrar:

Mala calidad de vida.
Problemas para funcionar en el trabajo, con la vida personal o en situaciones sociales.
Aislamiento social.
Obesidad y enfermedades relacionadas con ésta.
Depresión.
Trastorno bipolar.
Ansiedad.
Trastornos de consumo de drogas.

¿Cómo tratar el trastorno por atracón?

El tratamiento del trastorno por atracón debe ser multidisciplinario, especialmente tratar a paciente mediante una terapia psicológica con técnicas como la cognitivo conductual, que pueden ayudar a afrontar los problemas que provocan episodios de atracones.

La psicoterapia puede dar un sentido de control al comportamiento y ayudar a regular los patrones de alimentación.

Igualmente, existen algunos medicamentos que pueden ayudar, aunque algunos de ellos tienen efectos secundarios no deseables.

Por otra parte, la asistencia de un especialista en nutrición es un factor fundamental para ayudar al paciente a llevar una alimentación saludable y mejorar su relación con la comida a partir del conocimiento.

¿Cómo ayuda el neurofeedback dinámico en casos de trastorno por atracón?

Al conjuntarse diversos factores que predisponen a una persona a vivir un trastorno por atracón, como el estrés, depresión, ansiedad, así como los comportamientos compulsivos y obsesivos, una opción puede ser la práctica del neurofeedback dinámico con la tecnología de NeurOptimal®, que ha demostrado brindar beneficios como: