Estas 7 habilidades para el trabajo que mejoran con neurofeedback dinámico no se suelen aprender en la escuela, son más bien producto de la experiencia y la práctica constante.
Ya sea en casa, confinados por una cuarentena, o en otros espacios laborales propicios, las habilidades de trabajo que las circunstancias contemporáneas requieren de nosotros parecerían ser cada vez más exigentes y fundamentadas en un desarrollo integral de la persona.
Hoy no basta que tengamos un título o certificado en cierta área de especialización técnica o profesional, también debemos poner de manifiesto competencias en los ámbitos mental y emocional, incluso en algunos casos hasta física.
Estar en buena forma, evidenciar inteligencia emocional y un alto nivel de concentración son sólo algunas de las habilidades que fundamentan ahora un buen desempeño laboral y que los reclutadores identifican, o no, al momento de contratar al personal de una empresa.
Habilidades duras y blandas
Cuando estamos en la búsqueda de un empleo, al momento de elaborar un CV solemos resaltar nuestras principales cualidades. Generalmente en éste incluimos nuestra trayectoria académica, la experiencia laboral previa, los conocimientos prácticos y las relaciones profesionales.
En el documento, incluimos lo que se conoce como las habilidades duras (hard) y las blandas (soft). Ed decir, las que se pueden aprender en el aula —en el primer caso— y aquellas que se adquieren con la experiencia.
Las habilidades blandas o soft son precisamente éstas, en las que se incluye la creatividad o la empatía, el liderazgo o la toma de decisiones asertiva. Este tipo de habilidades no se suele aprender en la escuela, son de corte personal y se desarrolla con el tiempo; sin embargo, sí se pueden cultivar con capacitación, actitud y empeño.
Veamos algunas de esas habilidades para el trabajo que puedes mejora con neurofeedbacks dinámico:
1. Flexibilidad/adaptabilidad
Hoy es importante que seamos flexibles, es decir capaces de adaptarnos a cualquier situación y condición, especialmente si se trata del ámbito laboral.
Adaptarse al cambio rápidamente, saber negociar en el trabajo de equipo y llegar a acuerdos con la más amplia diversidad de talantes es una habilidad sustancial a los ojos de un reclutador.
La adaptabilidad también se relaciona con la habilidad de gestionar bien el tiempo y de adaptarse a grupos de trabajo.
Igualmente, un cerebro flexible se recupera más rápidamente sin obstaculizarse con pensamientos repetitivos y obsesivos.
2. Creatividad
Cuando el colaborador es capaz de dar rápidas soluciones de forma innovadora, el equipo de trabajo siempre gana en efectividad y eficiencia. Los trabajadores más valorados por las empresas son aquellos que aportan nuevas ideas y buscan nuevas soluciones.
La creatividad va unida a otras habilidades como ser observador y estar abierto al entorno cambiante. Quien es creativo es capaz de imaginar, intuir, tener ideas frescas que ayuden a expandir el negocio.
La creatividad puede verse beneficiada con el entrenamiento cerebral a través del neurofeedback dinámico, puesto que éste produce un efecto de calma al sistema nervioso central y así puede ayudar al proceso de pensamiento espontáneo, tan importante en el proceso creativo; asimismo mejora la atención y la memoria, las cuales también son fundamentales al momento de generar ideas nuevas.
3. Capacidad para resolver problemas
Aunada al punto anterior, la capacidad de resolver problemas sin paralizarse es una habilidad altamente valorada para los reclutadores.
Las personas deben ser capaces de mantener la mente tranquila y despejada, define el problema con claridad, tiene alta capacidad de concentración, identifica las cusas del problema, su memoria le permite recopilar datos y hechos útiles para solventar la situación, utiliza eficientemente la lluvia de ideas y toma decisiones. Todo enfocado a la resolución del problema.
4. Liderazgo y trabajo en equipo
La capacidad de liderazgo será útil tanto en el trabajo como en la vida en general. Es necesario que se sea capaz de evaluar, resolver situaciones y decidir cuál es la más apropiada.
Las personas líderes comprenden las metas y objetivos de la compañía, por lo que saben cómo motivar e inspirar a sus compañeros, a su vez, la capacidad para resolver problemas reconoce las consecuencias a largo plazo y asume su responsabilidad personal sobre ellas.
El profesional con liderazgo es capaz de empatizar con sus compañeros de trabajo y tener un carácter abierto y proactivo.
Ser empático con los compañeros favorece el trabajo en equipo un mejor ambiente laboral y mejora la productividad.
5. Concentración
Hoy cada vez encontramos mayores distractores aun estando en el trabajo, las llamadas y textos al celular, las redes sociales y las propias preocupaciones personales pueden distraernos con frecuencia y hacernos menos productivos. Por ello las empresas valoran a los colaboradores cuya concentración es una habilidad constante.
Concentrarse implica focalizar toda nuestra atención en un objetivo o tarea que estamos desarrollando en ese momento. La atención, por su lado, entraña estar alerta ante cada detalle que tiene lugar a nuestro alrededor.
La concentración es esencial tanto para el aprendizaje como para otro tipo de tareas, especialmente aquellas que requieren que tomemos decisiones rápidas y eficaces. Cuando nos distraemos con elementos externos, nuestra productividad desciende en cualquier actividad que estemos realizando.
6. Planificación y organización
Una habilidad laboral también imprescindible es nuestro potencial para planificar y priorizar las tareas pendientes. Para ello, es necesario analizar toda la información, seleccionar cuál o cuáles son las más interesantes para la labor a realizar y procesarla de la mejor manera para que traiga resultados.
Una vez que el trabajador tiene estos datos es mucho más sencillo marcarse unos objetivos realistas y llevarlos a cabo. Esto redunda en una mayor eficacia en los procesos empresariales y, por eso, es una habilidad tan valorada.
Como cualquier otra habilidad cognitiva, la planificación, y todas nuestras funciones ejecutivas se pueden entrenar, aprender y mejorar, ello fomentando la plasticidad neuronal a través de técnicas como el neurofeedback dinámico.
7. Actitud positiva
Al margen de las habilidades técnicas que se puedan tener, como el uso de programas o herramientas que mejoren el desempeño laboral, una actitud positiva siempre es ganadora.
Hoy en día se requiere a las personas que sean entusiastas, flexibles y positivas. Igualmente es importante mostrarse proactivos, con iniciativa y ganas de emprender nuevos proyectos o colaborar con la empresa y su equipo. Una actitud positiva es primordial también para el control del estrés.
Asimismo, tener confianza en uno mismo, en sus capacidades y conocimientos también proyecta nuestro posicionamiento en la vida laboral.
Los empleadores suelen elegir a aquellos trabajadores que demuestran deseos de aprender y trabajar.
Beneficios del neurofeedback dinámico para tus habilidades laborales
Como hemos visto, estas habilidades de trabajo van más allá de lo aprendido en el aula y la técnica, tienen que ver con nuestro propio desarrollo y para ello podemos utilizar herramientas como el neurofeedback dinámico que nos brinda beneficios como:
Entre los beneficios podemos destacar:
- Incremento del ritmo del aprendizaje.
- Aumento de la plasticidad neuronal.
- Refuerzo de la memoria de trabajo.
- Mejora de la capacidad de atención y concentración.
- Aumento de la velocidad de procesamiento de la información.
- Mejora de la capacidad de análisis.
- Gestión del estrés.
- Superación del miedo al fracaso.
- Mayor interés y motivación.
- Ayuda en el desarrollo de inteligencia emocional
NEURODOZA | ENTRENA EN CASA, RENTA TU EQUIPO AQUÍ
