La adicción al Internet causa ansiedad y son los jóvenes los que, cada vez más, sufren crisis de pánico y trastornos ansiosos a causa de las muchas horas que pasan conectados.

Fátima tiene sólo 19 años y ya ha sido medicada con ansiolíticos debido a los ataques de pánico que frecuentemente interrumpen su cotidianidad. Al mismo tiempo, como muchos jóvenes de su generación, ella vive pendiente del teléfono celular, su tableta y su computadora, a veces hasta usa dos dispositivos electrónicos a la vez.  

Su madre se pregunta si habrá una relación entre el uso de este tipo de tecnología y la ansiedad que su hija padece.  

Algunos estudios podrían confirmar esta sospecha y es que los dispositivos electrónicos, especialmente el teléfono celular, que portamos a todos lados, pueden generarnos dependencia tanto como lo harían algunas drogas y abstenerse de ellos causar estados de ansiedad.  

Adicción a los dispositivos electrónicos 

Las nuevas tecnologías y el uso intensivo de dispositivos inteligentes es una realidad que no se puede ignorar, pero su empleo desmedido puede derivar en una serie de complicaciones para la salud como ansiedad, adicción y desmemoria. 

Un estudio de la Universidad Estatal de San Francisco, EE. UU., indica que los teléfonos inteligentes facilitan que las personas puedan hacerse adictas a Internet. Y más allá, las consecuencias de ello implican el riesgo de depresión, ansiedad y sentimientos de soledad. 

Según confirma Erik Peper, coordinador del estudio: “La adicción al teléfono inteligente comienza cuando se forman conexiones neurobiológicas en el cerebro. Esto funciona de una forma similar a como funciona la adicción a opiodes o a personas que toman oxitocina para aliviar el dolor”. 

La dependencia al llamado smartphone es considerada una adicción sin sustancia o adicción conductual. Como cualquier otra adicción, ésta se genera cuando la persona siente un deseo u obsesión persistente por el uso, en este caso, del celular u otro dispositivo electrónico similar (tableta o computadora portátil)  y es incapaz de estar sin él.  

¿Por qué nos hacemos adictos al teléfono celular?  

El acceso al entretenimiento, información y socialización que permite el internet a través del teléfono celular nos causa cierta gratificación; la cual produce una reacción neuronal en el circuito de recompensa, que se activa cuando algo nos produce placer. Este mecanismo produce dopamina, la cual nos hace sentir plenos de bienestar, y nos motivará a conseguir nuevamente esa misma sensación.  

Este circuito es el encargado de que nos sintamos motivados a repetir acciones que en cierto momento nos fueron placenteras; hasta que ello pueda ser una reacción compulsiva, repetir una y otra vez la acción gratificante, y sentir cada vez más descargas de dopamina.  

Una adicción al teléfono celular provoca ansiedad y malestar psicológico si no se lleva a cabo el uso del mismo o existe la imposibilidad de estar conectado la mayor parte del tiempo.  

Signos de dependencia al internet 

  • Dedicar más de 30 horas de ocio semanal a navegar por internet. 
  • Descuidar las relaciones personales, sociales y familiares.  
  • Perder horas de sueño. 
  • Incapacidad para controlar el tiempo que se pasa en línea. 
  • Sentir alteración del estado de ánimo o ansiedad cuando se queda sin batería.  

Quien padece una adicción de este tipo sufre un importante malestar y una alteración de vida cotidiana. Limita su libertad porque es “esclavo de un objeto”. 

Nomofobia y la ansiedad 

El estar constantemente pendiente de mensajes entrantes o de si el teléfono suena o vibra, y tener activadas diversas alertas de noticias y de correos electrónicos entrantes, puede abrumar a quienes no pueden dejar un solo mensaje sin revisar o contestar, o no resisten el impulso de ver todas las notificaciones de inmediato.  

A esta angustia que produce tener notificaciones activas y no atenderlas de inmediato se le llama “nomofobia”.  

Las notificaciones, vibraciones y alertas en nuestros teléfonos nos hacen sentir comprometidos a revisarlos y, para ello, se utilizan los mismos caminos neuronales que se utilizan para alertar de posibles daños, como el ataque de un depredador. 

Así, experimenta los mismos procesos que el estrés: mantiene un estado de alerta que llega a ser angustiante y producir reacciones ansiosas.  

Igualmente, estar en la habitación con la luz apagada y situar frente a nosotros la pantalla de un dispositivo electrónico genera serios cambios a nivel cerebral. Sobre activamos muchas de sus estructuras y entramos en estado de alerta, lo que puede detonar subsecuentes crisis de ansiedad y ataques de pánico. 

Insomnio por luz azul de las pantallas 

Evitar el descanso y la recreación por responder a todas las alertas y avisos provenientes de internet, tiene efectos nocivos en el cerebro porque se inhibe el reposo y la correcta recuperación neuronal.  

De igual modo, tener aparatos eléctricos encendidos cuando no es necesario hacerlo, así como dormir con el celular a un lado, puede contribuir a incrementar estados ansiosos, toda vez que el cerebro no descansa por dichos artefactos. 

El insomnio tecnológico es cada vez más frecuente gracias a que las noches se han iluminado por las múltiples pantallas de dispositivos electrónicos. La luz azul, tan característica de dichos dispositivos, altera por completo nuestros ciclos de vigilia y nuestro reloj biológico.  

Esto nos está provocando un mal descanso provocando, especialmente en los jóvenes, insomnio crónico y otras alteraciones del estado de ánimo. Sin olvidar que la falta de sueño tiene un efecto nocivo en el cerebro.  

¿Cómo ayuda NeurOptimal® con la adicción al internet y la ansiedad? 

El neurofeedback dinámico de NeurOptimal® tiene efecto sobre la actividad cerebral producto de la activación de la vía dopaminérgica de la motivación, facilitando a la persona el control de sus impulsos y que se reduzca la ansiedad compulsiva por la causa de la adicción.    

Además, permite tratar los factores emocionales potenciadores de la adicción conductual, ayudando a reducir el estado de ansiedad que se asocia a ello; así se consiguen cambios conductuales persistentes.    

Ante las exigencias de la situación que se experimenta en la ansiedad, el cerebro tiene que modificar su adaptación, lo que no siempre es posible de la manera acelerada que el contexto le exige.  

Para facilitar la corrección del funcionamiento cerebral, el neurofeedback dinámico se ha identificado como una herramienta fundamental, pues ayuda al cerebro a adaptarse al nuevo entorno de manera natural.  

A través de las sesiones en Neurodoza se habla directamente al cerebro en un lenguaje comprensible y directo, y se le comunica lo que no está haciendo correctamente para que pueda corregirlo. 

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