La electrosensibilidad cuestiona si los campos electromagnéticos dañan la salud. Un debate que aún no concluye, pero del que te daremos algunos datos.
Con la llegada de nuevas tecnologías nos mostramos suspicaces, nos atemoriza que la energía que emana de los aparatos dañe nuestra salud. Así hemos desconfiando del horno de microondas, la televisión, las computadoras, el celular…
Aunque hay a quienes no les preocupa y, mucho menos, les afecta, existen aquéllos que, además de la aprehensión sobre el tema, presentan ciertos síntomas que, en su conjunto, se conocen como electrosensibilidad o hipersensibilidad a los campos electromagnéticos.
Entre los síntomas que estas personas manifiestan, se encuentran:
Fatiga, alteraciones del sueño, dolores de cabeza, malestar, dificultad para concentrarse, depresión, pérdida de memoria, alteraciones visuales, irritabilidad, alteraciones de la audición -tinnitus-, problemas de la piel -erupciones cutáneas-, problemas cardiovasculares -palpitaciones-, mareos, pérdida de apetito, dificultades de movimiento y náuseas.
Estos son algunos de los signos en quienes presentan esta electrosensibilidad.
¿Qué son los campos electromagnéticos?
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la exposición a campos electromagnéticos no es un fenómeno nuevo. La realidad es que en nuestro entorno hay campos electromagnéticos por todas partes, pero son invisibles para el ojo humano.
Un campo electromagnético es el campo de fuerza creado en torno a una corriente eléctrica; está compuesto por un campo eléctrico y un campo magnético.
Estos campos eléctricos suelen ser de baja frecuencia, e influyen en el organismo, como en cualquier otro material formado por partículas cargadas, pero no a tal grado para ser un riesgo significativo en la salud.
Asimismo, hoy la exposición ambiental ha aumentado de forma continua según la creciente demanda de electricidad, el constante avance de las tecnologías y los cambios en los hábitos sociales, lo que ha generado más y más fuentes artificiales de campos electromagnéticos.
Por ello, todos estamos expuestos a una combinación compleja de campos eléctricos y magnéticos débiles, tanto en el hogar como en el trabajo, debida a la naturaleza de los diversos aparatos que utilizamos.
Efectos biológicos o efectos sobre la salud del electromagnetismo
Incluso, nuestro propio organismo produce ciertas corrientes eléctricas minúsculas derivadas de las reacciones bioquímicas, desde la digestión a las actividades cerebrales, se produce una reorganización de partículas cargadas.
Si es suficientemente intenso, las corrientes podrían estimular los nervios y músculos o afectar a otros procesos biológicos y afectar el organismo. Pero en general no deberían causarnos efectos adversos.
De acuerdo a experimentos realizados con voluntarios sanos, la exposición a corto plazo a los niveles presentes en el medio ambiente o en el hogar no producen ningún efecto perjudicial grave. Los riesgos al respecto son mínimos.
¿Qué es la electrosensibilidad?
La electrosensibilidad, hipersensibilidad electromagnética, electrohipersensibilidad o Síndrome de intolerancia a los campos electromagnéticos (SICEM), es una respuesta de intolerancia del organismo frente a los campos electromagnéticos a dosis que se encuentran por debajo de los límites de las actuales reglamentaciones.
Es decir, las personas son altamente susceptibles frente a dosis mínimas o moderadas de electromagnetismo.
Algunas personas han atribuido un conjunto difuso de síntomas a la exposición de baja intensidad a campos electromagnéticos en el hogar. Los síntomas notificados incluyen dolores de cabeza, ansiedad, suicidios y depresiones, náuseas, fatiga y pérdida de la libido; además de los previamente señalados párrafos arriba.
Este tipo de personas afirman ser “hipersensibles” a los campos eléctricos o magnéticos. Cuestionan si los dolores, cefaleas, depresión, letargo, alteraciones del sueño e incluso convulsiones y crisis epilépticas pueden estar asociados con la exposición a campos electromagnéticos.
A pesar de las abundantes investigaciones realizadas, hasta la fecha no hay pruebas que permitan concluir que la exposición a campos electromagnéticos de baja intensidad sea perjudicial para la salud de las personas. Aun con ello, los síntomas de las personas son reales y afectan su vida cotidiana.
El neurofeedback dinámico ayuda a sobrellevar los síntomas
Respecto a muchos de los síntomas que se presentan con la electro sensibilidad, el neurofeedback dinámico de NeuroDoza puede ser de gran ayuda para minimizarlos.
Es un enfoque no médico y que no implica ningún diagnóstico, es suave, natural y seguro, tal como un espejo que informa al cerebro de su funcionamiento y le deja tomar las decisiones, sin imponer un estado especifico. No produce corrientes eléctricas ni da “toques”.
NeurOptimal® focaliza dieciséis gamas diferentes de frecuencias en el hemisferio derecho e izquierdo, de tal forma que cada objetivo equilibra de forma natural al resto.
Esto significa que no podrás sobrecargar ni crear estados no deseados, ni tampoco crear una posible cura limitada a un problema, sino que lo obtendrás todos sus beneficios al mismo tiempo.
Tanto si tu intención es tratar determinados problemas, o si prefieres obtener mejoras en algún aspecto de tu vida, como si quieres lograr crecimiento personal o máximo rendimiento, lo obtendrás todo de una forma 100% segura.
¿Para qué puedo usar NeurOptimal®?
Además de entrenar tu cerebro de manera no médica para restaurar la serenidad, la confianza y el bienestar en tu vida, el entrenamiento con NeurOptimal® ha documentado resultados positivos para mejorar condiciones que se presentan con la electro sensibilidad:
- Dolores de cabeza y migraña
- Problemas de sueño
- Estrés, inquietudes
- Problemas de memoria
- Fatiga, falta de energía
- Pérdida de motivación
- Dolores persistentes
- Problemas de atención y concentración
