Cómo influye el estrés materno al bebé

La forma en cómo influye el estrés materno al bebé es significativa en el desarrollo cognitivo y emocional de la criatura, por lo que la madre debe aprender a gestionar su estado de ánimo en el embarazo.

Por más romantizada que vemos la maternidad, la realidad es que ser madre es una de las tareas más estresantes. Desde la concepción, se producen una serie de preocupaciones que alteran el estado emocional de la gestante: que el producto se desarrolle sanamente, que el parto no tenga complicaciones, que el bebé nazca saludable… son algunas de las circunstancias que pueden tener en alerta a la futura madre.

Una vez que el niño llega al mundo, la mujer seguirá preocupándose por su hijo prácticamente toda la vida, pero principalmente en los primeros meses, pues de ella depende la supervivencia de la criatura. A ello, sin duda se suman las tareas domésticas, la vida conyugal, las actividades profesionales y, si los hay, el cuidado de otros hijos.

Aún más, con tantas cosas en la cabeza, el manejo del estrés no siempre puede tener un buen enfoque, especialmente por la falta de tiempo para realizar tareas que den a la madre un espacio propio. ¡A veces no puede ni siquiera estar sola en el baño! La tarea de maternar es ardua y puede generar un desgaste físico y mental (burnout) a largo plazo.

Consecuencias del estrés materno

Cuidar la salud de la mujer durante el embarazo debe implicar disminuir los niveles de estrés, pues éste es un agravante para presentar complicaciones como diabetes gestacional y preeclampsia, así como ciertos trastornos psicológicos después del nacimiento del bebé, como ansiedad y depresión postparto.

El estrés a croto plazo puede provocar insomnio, cansancio, aumento de presión arterial, ansiedad, desórdenes alimenticios y dolores de cabeza o musculares. A largo plazo, cuando el estrés se hace crónico, se complica aún más, ya que puede disminuir la resistencia a enfermedades infecciosas, predispone a la depresión y puede llegar a provocar partos prematuros o abortos espontáneos.

Cómo influye el estrés materno al bebé

Peor aún, los altos niveles de estrés en la madre pueden afectar el desarrollo físico, cognitivo y emocional del bebé. Un estudio con datos de más de 65 millones de mujeres ha encontrado que presentar niveles altos de estrés durante el embarazo afecta más de lo que se creía, y sus efectos pueden impactar toda la vida del bebé.

El estrés materno aumenta la probabilidad de un parto prematuro, un bebé con bajo peso, riesgo de autismo, asma, cólico del lactante u obesidad a largo plazo; que si bien esto depende de varios factores, el estrés también es uno de ellos, ya que el cortisol de la madre atraviesa la placenta y es capaz de alterar diversas hormonas y neurotransmisores del bebé.

Los niveles de estrés en las madres, medidos por la hormona cortisol, y otros problemas de salud están relacionados con cambios en áreas del cerebro infantil asociadas al desarrollo emocional, ya que pueden alterar el desarrollo de la amígdala del bebé, un área del cerebro que participa en el desarrollo emocional y social de la infancia.

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Adecuada gestión de la salud emocional de la madre

Es evidente que el estrés materno debe gestionarse de forma adecuada, debemos de proveer a la mujer gestante recursos para un adecuado manejo de la salud emocional. Algunas de las cosas que puede hacer durante el embarazo para controlar sus niveles de estrés son:

Organizar la agenda y evitar llenarse de tareas para cumplir expectativas y tiempo antes y después del parto.

Dedicar tiempo para la madre, en la que pueda descansar, brindarse autocuidado y relajarse.
Es importante que la madre duerma suficiente, al menos ocho horas al día. El descanso es primordial para recuperarse del ajetreo diario.
Tener una alimentación adecuada, bien balanceada que incluya todos los grupos alimenticios, es fundamental no sólo para el desarrollo del bebé sino para la salud mental de la madre. Hay alimentos que pueden ayudarle a disminuir la ansiedad y el estrés, especialmente aquellos que aumentan la producción de serotonina, como el plátano.
Practicar deporte también es una opción para el cuidado de la salud mental de la madre. Además de los beneficios físicos, el deporte produce hormonas que nos generan sensación de placer y bienestar.
Mindfulness puede ser una práctica adecuada para conseguir relajación en momentos de estrés. Puede ayudar a mejorar el estado emocional que permitan concentrarse en el aquí y el ahora, disfrutar el momento y evitar la ansiedad que la incertidumbre por el futuro causa.

Delegar. Es relevante que la mujer embarazada se apoye en su pareja, sus padres o redes de apoyo; que pida y acepte ayuda, así como delegue tareas. Delegar es soltar el absoluto control de todo y permitirnos contar con ayuda (algo que no es fácil para todos).
Contar con ayuda profesional. Recibir una nueva vida es un compromiso muy grande y también un factor de estrés importante que puede sobrepasar a la madre. Recurrir a la asesoría de un profesional de salud mental, recibir psicoterapia o alguna otra clase de técnica que le permita gestionar correctamente el estrés, será un punto fundamental.

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Neurofeedback dinámico para la gestión del estrés

La práctica del neurofeedback dinámico de NeuroDOZA es una herramienta ideal para la futura madre, pues no es invasivo, no implica ingesta de medicamentos y sus efectos son completamente inocuos, además de que sus beneficios duran en el tiempo.

Insomnio, falta de concentración, olvidos y otras evidencias del daño que puede causarnos el estrés, ponen de manifiesto la falta de flexibilidad cerebral que éste ha causado; es decir la pérdida de la capacidad para adaptarse sin problemas a los diferentes niveles de conciencia que requiere cada cosa que realizamos.

Para restablecer la elasticidad y optimizar la función cerebral, el entrenamiento a través del neurofeedback dinámico es una de las mejores opciones cuando se trata también de lidiar con los efectos del estrés, pues nos ayuda a reorganizar el cerebro para funcionar de manera más eficiente, por medio de la regulación de sus ondas y así recuperar su flexibilidad.

A través de diversas sesiones de entrenamiento, pueden lograrse cambios efectivos y duraderos; con una técnica no invasiva, indolora, sin esfuerzo y sin ningún efecto secundario, gracias a la auto-regulación y la creación de nuevas conexiones neuronales. Esta técnica posibilita proporcionar al cerebro la información que necesita para ajustarse y reorganizarse. Así de vuelve más flexible y elástico. Esto redunda en una mejor calidad de vida para el usuario.