La práctica del neurofeedback brinda grandes beneficios para migrantes con el método NeuroDoza y aquí te los vamos a presentar. Lee hasta el final.
Los migrantes son sectores de la población vulnerables a trastornos emocionales debidos al desarraigo de su lugar de origen, la incertidumbre insertarse a una nueva sociedad y los procesos de adaptación que ello implica. Las adversidades que pueden enfrentar son factores que predisponen al migrante a experimentar estrés, ansiedad y depresión.
Especialistas en la salud mental han detectado entre los migrantes, especialmente entre los que no han logrado cumplir sus expectativas, un aumento en una serie de trastornos que han descrito como el síndrome de Ulises.
¿Quién es Ulises?
El síndrome de Ulises lleva este nombre por el héroe de la mitología griega que Homero recrea en la Odisea. Un semidiós que debe afrontar múltiples peligros lejos de los suyos, y que, pese a su condición, padece enormemente.
Hoy, el Síndrome de Ulises es conocido también como el Síndrome de estrés crónico y múltiple, un fuerte malestar emocional que viven las personas que han tenido que dejar atrás el mundo que conocían para migrar a un nuevo sito lleno de incertidumbre y, frecuentemente, adversidad. Un cuadro psicológico que sufren millones de personas en el mundo.
¿Qué es el síndrome de Ulises?
Aunque la migración suponga una oportunidad que cambie la vida de las personas para mejorar, no siempre es así. Al menos no siempre es fácil ver en cumplidos los sueños y las expectativas que supone el proceso migratorio.
Quien migra experimenta la pérdida (duelo) de la vida como la conoce y todo cambia abruptamente. Se dejan atrás familiares y amigos, pero también los paisajes cotidianos, los sabores, las costumbres, el idioma. Todo aquello que de algún modo nos da identidad.
De hecho, la migración transforma la propia identidad. En la transición se puede sufrir una pérdida sobre esta identidad y a la postre se adquiere una nueva, a la cual hay que adaptarse.
El migrante que enfrenta condiciones extremas
El Síndrome de Ulises, además, va más allá del duelo migratorio clásico, está estrechamente relacionado con las condiciones extremas en las que viajan y viven muchos migrantes del siglo XXI, y su soledad.
La separación forzada, el miedo a perder la vida en el camino, la lucha por comer cada día, las amenazas de las mafias… todo ello alimenta hoy el Síndrome de Ulises. Así lo señala el psiquiatra Joseba Achotegui, experto en esta problemática. Fue él quien acuñó el término, y su trabajo en el Servicio de Atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados (SAPPIR) le ha permitido conocer también su evolución.
Al respecto, Achotegui señala que “el síndrome de Ulises es un cuadro reactivo de estrés ante situaciones límite que no pueden ser elaboradas”.
Síntomas del Síndrome de Ulises
El síndrome de Ulises tiene lugar cuando se da un nivel extremo de estresores. Los factores más estresantes para el migrante son:
- La separación forzada de los miembros de la familia
- Los peligros del viaje migratorio
- Aislamiento social
- Ausencia de oportunidades
- Sensación de fracaso en los objetivos de la migración
- Una bajada en el estatus social
- Una lucha extrema por la supervivencia
- Actitudes discriminatorias por parte de las personas del país de llegada
Este estrés es un desequilibrio sustancial entre las demandas ambientales y las capacidades de respuesta del sujeto.
Estos factores agravan la presencia de síntomas como:
- Migrañas y dolores crónicos.
- Insomnio y otros trastornos del sueño.
- Preocupaciones recurrentes.
- Nerviosismo e irritabilidad
- Desorientación y miedo.
- Dolores gástricos y físicos.
La diversidad y la cronicidad de estos factores se ven aumentadas por la falta de una red saludable de apoyo social y la intervención inapropiada del sistema médico del país huésped.
Causas del síndrome de Ulises
Los factores detonantes del síndrome de Ulises son:
- Soledad. Los migrantes siempre dejan estrechas relaciones atrás (familia, pareja, amigos) y deben luchar por adquirir nuevas relaciones en el lugar de destino, lo que no siempre es fácil.
- Duelo por el fracaso del proyecto migratorio. Muchos migrantes llegan al lugar de destino creyendo que lograrán cumplir sus sueños (especialmente económicos), pero estos anhelos son difíciles de cumplir. Si se llegan a realizar implican demasiados sacrificios para ellos o para sus familias.
- La lucha por la supervivencia. Conseguir un lugar donde vivir, un trabajo, tener una buena alimentación (siempre sacrificada por el envío de remesas al lugar de origen) son complicaciones constantes en el proceso migratorio. Los migrantes no siempre son bienvenidos por los núcleos sociales donde intenta insertarse y las oportunidades disminuyen.
- El miedo. Tanto si se han cumplido las condiciones legales para migrar como si no, los migrantes viven un miedo constante. Existe el miedo a la detención y expulsión y a los abusos. También el miedo a la pérdida de la integridad física, tiene efectos mucho más desestabilizadores que el miedo de tipo psicológico, lo cual agrava la situación.
Beneficios para los migrantes con el método NeurOptimal
Para ayudar a sobrellevar el proceso de adaptación, así como los síntomas del síndrome de Ulises, ejercitar el cerebro a través de métodos como el de NeurOptimal® que utilizamos, brinda diversos beneficios, entre ellos:
- Promueve hábitos saludables de sueño.
- Ayuda en el manejo del estrés.
- Ayuda a gestionar el sueño.
- Mejora la agudeza mental y el rendimiento.
- Permite la flexibilidad y resistencia para lidiar con situaciones complicadas.
- Las personas que se ejercitan con neurofeedback dinámico se siente más confiadas y seguras.
- Se puede sentir más confortable, con mayor calma y más concentración.
- Ayuda a promover la relajación o el manejo del estrés.
- Mejora la capacidad de aprendizaje.
- Ayuda a mantener el bienestar general.
- Permite lidiar mejor con la ansiedad.
En el caso del sobre estrés del síndrome de Ulises, el neurofeedback dinámico promueve la relajación y un sano estilo de vida.