Todos hablamos de él, es parte de nuestra cotidianidad, pero seguro éstas son 6 cosas que no sabías sobre el estrés.
Vivir estresados es común en gran parte de las sociedades del mundo. Es una respuesta orgánica al grado de tensión que nos provocan las exigencias de la vida contemporánea. Sin embargo, la gravedad de sus consecuencias no ha sido tomada seriamente como un problema de salud pública.
No existen campañas suficientes que promuevan una mejor gestión del estrés y que nos adviertan de las secuelas que éste puede producir en nuestra salud física y mental. Son muchas las posibles reacciones en el organismo derivadas de los niveles de estrés que a diario manejamos. Al respecto nos queda mucho por saber.
6 cosas que no sabías del estrés
1. Diabetes
Someterse a un constante nivel de estrés puede aumentar hasta un 45% el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en los hombres. De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, el estrés puede ser una causa probable y prevenible de la falta de respuesta a la insulina, condición causante de la diabetes tipo 2.
A su vez, la diabetes, como previamente hemos tratado aquí, puede afectar significativamente al cerebro, especialmente en las áreas de la memoria.
Por cada 10 años que una persona tiene diabetes, el cerebro envejece dos años más que el de las personas de edad similar sin la enfermedad. Esto también puede ser un agravante para la enfermedad de Alzheimer.
2. Demencia
Si desde edades tempranas se experimenta estrés crónico, el cerebro envejecerá de manera precoz, predisponiendo a la persona a desarrollar demencia.
Como sabemos, el cerebro es un órgano que funciona a través de la transmisión de señales eléctricas y respuestas bioquímicas, así que cuando nos estresamos se da una gran liberación de hormonas, como la hormona glucocorticoides que debilita nuestras células, incluso pudiendo matarlas.
Este daño también nos hace propensos a la demencia, pérdida de memoria y afectación de otras funciones cognitivas.
3. Toma de decisiones
De acuerdo con un estudio publicado en Current Directions in Psychological Science, el estrés modifica nuestra forma de tomar decisiones.
Bajo los efectos se altera la manera en que las personas sopesamos las ventajas e inconvenientes de cada opción a elegir. Las personas estresadas sólo miran las recompensas de lo que parece la mejor decisión, sin tomar en cuenta los aspectos perjudiciales o los riesgos.
4. Aumentan nuestros antojos
Cuando nos sentimos estresados, el cuerpo moviliza mucha energía y produce cortisol. Esta es la llamada hormona del estrés, pero también es la encargada de metabolizar los carbohidratos, y controla los niveles de azúcar en el cuerpo.
El aumento de cortisol por causa del estrés implica una mayor demanda de energía para el organismo, lo que produce el antojo, especialmente de alimentos de alto contenido calórico, que nos provean de carbohidratos que nos darán energía para enfrentar cualquier amenaza.
Cuando los niveles de cortisol suben se hace difícil conciliar el sueño y más aún lograr un sueño profundo. Se produce un ciclo vicioso que deriva en un declive mental, en falta de memoria y de concentración.
5. Cambios en percepción
Enfrentar estrés cotidianamente puede afectar la percepción del dolor y los sonidos. Algunos individuos pueden reportar sensación de dolor al tacto o ante determinados sonidos.
La hipervigilancia puede ser la causa de ello, ya que el estrés mantiene al organismo en estado de alerta por tiempo continuado, haciéndose susceptible a captar estímulos que pudieran ser dañinos, hasta que la percepción se ve alterada. Nos hace mucho más sensibles a todo lo que nos rodea.
6. Prurito e Infecciones
Según un estudio de la Universidad de Medicina de Berlín, es posible que el estrés active células inmunes en la piel, causando o acentuando enfermedades inflamatorias cutáneas y aumentando el picor o prurito.
De igual manera, las células pueden verse afectadas por el estrés debido a que el sistema inmunológico no realiza su trabajo correctamente durante los momentos de tensión. Es por ello que somos vulnerables a enfermedades infecciosas de todo tipo.
¿Cómo nos beneficia el neurofeedback dinámico frente al estrés?
Insomnio, falta de concentración, olvidos y otras evidencias del daño que puede causarnos el estrés, ponen de manifiesto la falta de flexibilidad cerebral que éste ha causado; es decir la pérdida de la capacidad para adaptarse sin problemas a los diferentes niveles de conciencia que requiere cada cosa que realizamos.
Para restablecer la elasticidad y optimizar la función cerebral, el entrenamiento a través del neurofeedback dinámico es una de las mejores opciones cuando se trata también de lidiar con los efectos del estrés, pues nos ayuda a reorganizar el cerebro para funcionar de manera más eficiente, por medio de la regulación de sus ondas y así recuperar su flexibilidad.
A través de diversas sesiones de entrenamiento, pueden lograrse cambios efectivos y duraderos; con una técnica no invasiva, indolora, sin esfuerzo y sin ningún efecto secundario, gracias a la auto-regulación y la creación de nuevas conexiones neuronales. Esta técnica posibilita proporcionar al cerebro la información que necesita para ajustarse y reorganizarse. Así de vuelve más flexible y elástico. Esto redunda en una mejor calidad de vida para el usuario.
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