Los trastornos de comunicación no deben considerarse como trastornos del aprendizaje, pero sí como causantes de rezago académico o de bajo rendimiento escolar pues conllevan deficiencias del habla o el lenguaje.
Desde hace tiempo los científicos describen que el lenguaje oral se puede localizar en determinadas áreas del cerebro. El proceso comienza con la percepción del sonido a través del giro de Heschl, en los hemisferios izquierdo y derecho, en las zonas 41 y 42 de la corteza cerebral en el lóbulo temporal, que permite el sentido de la audición.
Luego la información pasa al área de Wernicke y allí al lóbulo parietal inferior que, junto a la corteza prefrontal, se encarga de interpretar los sonidos. A su vez esta área cerebral se encarga de las posibles respuestas e inmediatamente después el área de Broca activa los músculos fonadores que participan en la generación y ampliación del sonido que se produce al hablar.
Tras esta explicación, hoy ¿sabemos que las regiones participantes de la audición y el habla también interpretan los gestos. Ciertas regiones del cerebro interpretan un importante papel en la comunicación verbal o gestual.
Los trastornos de la comunicación son trastornos del discurso y del lenguaje que se refieren a problemas en la comunicación y áreas relacionadas, como la función motora oral. Éstos pueden ir desde la sustitución de sonidos simples a la incapacidad de comprender o utilizar su lengua materna.
Algunos tipos de trastornos son:
- Trastorno del lenguaje expresivo: Vocabulario reducido, con errores en el uso o expresión de las palabras, frases cortas y uso de formas gramaticales muy simples.
- Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo: aúna los problemas del trastorno del lenguaje expresivo con dificultad para comprender palabras y frases.
- Trastorno fonológico: incapacidad de pronunciar correctamente algunos sonidos, así como para diferenciarlos de otros similares.
- Tartamudeo: repeticiones frecuentes de sonidos, prolongaciones de sonidos o sílabas y bloqueos al intentar hablar.
Cuando se han estudiado este tipo de trastornos a través de electroencefalogramas, se ha evidencia una actividad alterada en las zonas cerebrales del habla antes descritas, localizadas en el hemisferio izquierdo.
El uso del neurofeedback dinámico puede ayudar a corregir la deficiencia de la activación cerebral en estas zonas, lo que potencia la mejora en alianza con otras técnicas de logopedia correspondientes a cada caso. Paralelamente quienes padecen dichos trastornos se ven beneficiados al disminuir la ansiedad que suele empeorar el problema de comunicación.
La función de Neurofeedback Dinámico de NeurOptimal® es que ha sido diseñado precisamente para trabajar con el cerebro como un sistema dinámico y no lineal. Lo que le proporciona al cerebro la información necesaria para que se ajuste y reorganice llevándolo a un estado de mayor rendimiento, serenidad y flexibilidad.