Entender el funcionamiento del cerebro para el proceso de aprendizaje nos permite hacernos de herramientas para potenciar el rendimiento del individuo en el proceso de adquisición de nuevos conocimientos y habilidades. Ya sea en el orden escolar, artísticos o deportivo.  

La forma en que se comunican las neuronas (sinapsis) y forman redes para comunicarse de manera que optimicen el funcionamiento cerebral es de gran relevancia en el camino del aprendizaje. La estimulación cerebral para la creación de dichas redes facilita la adquisición de destrezas, habilidades y competencias que propician la construcción del nuevo aprendizaje.  

Ello está sustentado por la plasticidad, flexibilidad y adaptabilidad del cerebro que se puede potenciar mediante la implementación de ambientes favorables para el desarrollo de mecanismos cerebrales que lo hacen posible, como la atención, la motivación y la memoria.  

Plasticidad neuronal y aprendizaje 

Como señala José María Mas en el portal Neuropediatra, “el neurodesarrollo humano sigue un programa por el que adquirimos de forma progresiva pero simultánea, el control postural, el desplazamiento, la manipulación, la comunicación, el lenguaje verbal, la interacción social, así como los aprendizajes académicos, etc.  

“Todos estos aprendizajes modifican las conexiones de nuestro cerebro que, aunque tienen un desarrollo espectacular en los primeros años de vida, continúan modificándose hasta la muerte” gracias a la plasticidad neuronal.  

Esta es la capacidad que tiene la estructura cerebral para modificarse con el aprendizaje, y depende fundamentalmente de la edad y la experiencia vivida. 

Los especialistas* explican que el aprendizaje está estrechamente vinculado a la plasticidad neuronal puesto que “el cerebro aprende y debido a su plasticidad se modifica produciéndose cambios sinápticos de orden anatómico y funcional”. Así mientras más conexiones haya se incrementa el aprendizaje, y entre mayor aprendizaje mayor plasticidad. 

Edad y plasticidad neuronal 

En los primeros años de vida la plasticidad cerebral se encuentra al máximo, pues el niño deberá aprender a sobrevivir y vincularse con los demás. Es cuando aprende a desplazarse, a comunicarse y tener interacción social.  

Pero esta plasticidad neuronal comprende periodos críticos, en los cuales, si no se aprende aquello que debe aprenderse en determinada etapa, posteriormente será más difícil su aprendizaje. Por ejemplo, el niño que debe aprender a hablar alrededor de los tres años, de no hacerlo —por cualquier motivo— tendrá dificultades para hacerlo correctamente después. 

En esos periodos críticos el cerebro está en condiciones óptimas para adquirir nuevas funciones propias del desarrollo; luego se irán mermando ciertas capacidades para aprender.  

Experiencia y plasticidad neuronal 

No obstante, debemos aclarar que la neuro plasticidad es un proceso que se da toda la vida, con mayor o menor potencial (de acuerdo a la estimulación del entorno); aunque la capacidad de aprendizaje puede disminuir con la edad.  

Para que ello no suceda radicalmente, el aprendizaje requiere un esfuerzo activo: repeticiones, realización de tareas vinculadas al aprendizaje, práctica y disciplina. 

Emociones también influyen en el aprendizaje 

Por otra parte, también los factores emocionales influyen en el aprendizaje, afectan la disposición y conducta de quien trata de aprender porque disocian el proceso de la mente y el proceso del organismo.  

“Las emociones desencadenan los cambios químicos que alteran nuestros estados de ánimo, conductas y, finalmente, nuestras vidas; éstas nos ayudan a tomar decisiones con más rapidez y mejor calidad; todo lo que experimentamos tiene un tono emocional, desde la calma a la ira, desde el dolor al placer, y desde estar relajado a sentirse amenazado”. Todo ello influye en el aprendizaje. 

Al respecto, la corteza prefrontal ejecuta la memoria activa y el recuerdo, es el sitio en el que se unen las sensaciones y emociones. Cuando el circuito límbico, que converge en la corteza prefrontal, se encuentra sometido por el estrés, la perturbación, la depresión entre otras emociones queda afectada la eficacia de la memoria activa: no se puede pensar correctamente y el aprendizaje se ve afectado debido a ello.  

NeurOptimal® para potencializar el aprendizaje 

El neurofeedback dinámico de NeurOptimal es un método que ayuda a conectar o sincronizar adecuadamente, y de forma totalmente natural, las partes del cerebro correspondientes, para mejorar sustancialmente el proceso de aprendizaje.  

Al entrenar el cerebro con la técnica del neurofeedback dinámico puede mejorarse la coordinación y comunicación entre las distintas áreas del cerebro lo que tiene un significativo impacto positivo en la plasticidad neuronal y la capacidad de aprender. 

El neurofeedback dinámico es una técnica que trabaja con las funciones cerebrales y este entramado de conexiones, ayudando a solucionar problemas comunes relacionados con el aprendizaje. 

Entre sus beneficios se encuentra:  

  • Ayuda al autocontrol, la atención, concentración y memoria 
  • Promueve una mejor calidad de todo tipo de aprendizaje 
  • Permite un óptimo manejo del estrés y los miedos que limitan el aprendizaje. 
  • Aumenta la confianza en uno mismo reforzando la motivación hacia el aprendizaje 

* Velásquez Burgos, Bertha Marlen, Remolina de Cleves, Nahyr, Calle Márquez, María Graciela, EL CEREBRO QUE APRENDE. Tabula Rasa [en linea] 2009, (Julio-Diciembre) : [Fecha de consulta: 5 de mayo de 2019] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=39617332014> ISSN 1794-2489 

NEURODOZA | CITAS

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