¿Qué es la disforia premenstrual?

¿Qué es la disforia premenstrual? o Cómo se altera la salud mental en “esos días” es una forma de llamar al trastorno disfórico premenstrual, un padecimiento que afecta el estado de ánimo de las personas durante días previos al primer sangrado de cada mes.

Dejemos de hablar de “esos días” como un tabú y llamémoslos como son: ciclo menstrual. Y lo hablamos como ciclo precisamente porque cada tantos días las hormonas de una persona menstruante producen alteraciones no sólo corporales sino también anímicas y mentales.

Gracias a los cambios en la producción de hormonas (luteinizante, foliculoestimulante, estrógenos y progesterona), a lo largo del ciclo se manifiestan cambios que preparan al cuerpo para un embarazo; y en caso de que éste no se dé, se produce el sangrado (menstruación). En este lapso no sólo el cuerpo se altera, también sucede con el estado de ánimo.

Síndrome Pre Menstrual

Es durante la última parte del ciclo cuando se presenta un malestar generalizado conocido como Síndrome Pre Menstrual (SPM), cuyos síntomas involucran dolor en abdomen, espalda, articulaciones, senos, etc. También se pueden presentar trastornos gastrointestinales, variaciones en el apetito, cólicos, aumento de peso, acné, dolor de cabeza y fatiga.

Pero las dolencias físicas no son sus únicos signos, también se presentan cambios en el estado de ánimo y el conjunto de sus síntomas “esos días” se conoce como trastorno disfórico premenstrual.

¿Qué es la disforia premenstrual?

Efectivamente podemos considerar el trastorno disfórico premenstrual como una patología de carácter mental, en la que se advierte irritabilidad, síntomas de ansiedad, depresión, durante los días previos al primer sangrado del ciclo. Este malestar psicológico, normal y presente en muchas personas, puede afectar de manera negativa las relaciones interpersonales de quienes lo padecen.

Cómo identificar el trastorno disfórico premenstrual

Por supuesto, para que este trastorno se dé debe ser una persona en edad fértil, con presencia de periodos más o menos regulares, y que los síntomas se hayan manifestado por lo menos en dos ciclos consecutivos.

Además, para poder diagnosticar la disforia premenstrual deben hallarse al menos cinco de los siguientes síntomas.

Tristeza, desesperanza o desaprobación personal.
Tensión, ansiedad o impaciencia.
Estado de ánimo débil, llanto frecuente.
Irritabilidad, enojos persistentes y aumento de conflictos interpersonales.
Pérdida de interés por actividades habituales.
Dificultad en la concentración.
Fatiga.
Cambios en el apetito relacionados a atracones.
Hipersomnia o insomnio.
Pérdida de control.
Hipersensibilidad.
Ideas de suicidio.

¿Por qué se presenta el trastorno disfórico premenstrual?

La aparición de los síntomas del trastorno disfórico premenstrual reside en las causas del mismo. Puede ser genético o pueden algunos factores ambientales.

Factores genéticos

Es posible que la transmisión de genes de una madre hacia su hija tenga una influencia en el desarrollo de este problema, debido a que existen ciertas conexiones neuronales que se encuentran vinculadas a las reacciones emocionales de una persona frente a determinadas situaciones particulares.

Factores ambientales

Desde la infancia quedan almacenados recuerdos que fueron adoptados como patrones de comportamiento que determinan el ánimo de cada uno durante estos días. Asimismo, la imitación juega un papel fundamental. Si la madre padece este trastorno es muy factible que la hija también lo padezca con características similares.

Por otro lado, los factores ambientales asociados están relacionados con problemáticas de depresión y ansiedad subyacentes.

¿Cómo se trata este trastorno?

A pesar de las dificultades que acarrea el trastorno disfórico premenstrual, existen tratamientos que posibilitan una mejoría en la vida de las personas que lo padecen. Éste se puede abordar con terapia psicológica o también a través de medidas farmacológicas.

Cuando los síntomas que aparecen revisten una gravedad mayor, se pueden suministrar ciertos psicofármacos que actúen sobre la química del cerebro dado que tienen la capacidad de producir cambios en las conexiones neuronales asociadas a las emociones de una persona.

Pero también se puede dar un manejo natural a través de una dieta balanceada, ejercicio y buen descanso. Y, por supuesto, considerar la práctica del neurofeedback dinámico que puede ayudar a disminuir síntomas anímicos y físicos.