Pornografía: cómo afecta a tu cerebro es un texto que te explicará cómo funciona tu cerebro con el uso y abuso de este estimulante sexual.

La pornografía es la representación gráfica, videográfico o cualquier otra exposición de manera explícita de actos sexuales; en ella existe una exhibición de la genitalidad de los participantes, así como la muestra evidente de las relaciones sexuales entre éstos.  

Desde hace siglos, esta práctica es parte de la historia del ser humano; representaciones artísticas de culturas como la griega, la india y la japonesa ya mostraban escenas eróticas o abiertamente sexuales. Gracias al surgimiento del cine, estas prácticas se convirtieron incluso en una industria millonaria. Hoy, el internet ha acercado mucho más la pornografía, dejándola al alcance de un “click”, incrementando exponencialmente su consumo y, en ocasiones, convirtiéndolo en algo compulsivo. 

La tendencia al aislamiento, el miedo al compromiso, el temor por adquirir alguna infección de trasmisión sexual, así como otro tipo de inseguridades, a la par de la accesibilidad que se tiene a la producción pornográfica, han detonado la compulsión por el consumo de pornografía cada vez más generando dependencia. 

Hoy en día, todas las personas pueden practicar la autoestimulación sexual utilizando la pornografía para lograr un alivio, alcanzar un satisfactorio nivel de relajación o explorar prácticas diversas. Ante ello no podemos adjudicar ningún juicio de valor, pero sí podemos advertir sobre las consecuencias que la exposición constante tiene en el cerebro.  

Pornografía: cómo afecta a tu cerebro 

El acto satisfactorio derivado del consumo de la pornografía es vivido en el cerebro como cualquier otro placer: desde el sistema límbico, donde se encuentra el sistema de recompensas.  

Las hormonas dopamina y glutamato son liberadas de manera controlada cada vez que estamos sometidos a estímulos positivos. La dopamina es la hormona de la felicidad, mientras que el glutamato hace que nuestro cuerpo recuerde la experiencia. 

Ante la autoestimulación con pornografía, se produce un incremento significativo de ambos neurotransmisores (glutamato y dopamina) y el cuerpo reacciona a ese estímulo como si se tratase de un sentimiento muy profundo y real de placer sexual, aun cuando no exista una pareja con quien se comparta el momento.   

Pero el sistema de recompensas genera tolerancia ante la exposición constante a estímulos placenteros, de los que cada vez requerirá más dosis para producir dopamina y glutamato, llegando a generar una posible dependencia.  

Adicción al porno 

Para sentir placer se deberá consumir cada vez más pornografía y de mayor variedad, llegando a darle prioridad. Incluso podrá hacer que las personas dejen de sentir placer y sólo podrán satisfacerse a través de la pornografía.  

Cuando los niveles de dopamina se descontrolan debido al consumo desmesurado de pornografía, las cosas más simples que antes se solían disfrutar con normalidad, como un paseo por la playa al atardecer o una comida con amigos, se vuelven aburridas e insignificantes a comparación del porno. 

La adicción al porno puede disminuir la libido y afectar las relaciones personales, la posibilidad de una pareja e incluso puede dañar las relaciones sexuales placenteras, ya que la pornografía puede hacer que nuestra capacidad para alcanzar el orgasmo y mantener una erección disminuya. 

Esto es el proceso que nos lleva a cualquier otro tipo de adicción: al alcohol, el tabaco, el juego u otras drogas duras. Depender de la pornografía para la estimulación sexual será tan alienante como cualquiera de éstas y requerirá tratamientos o terapias que permitan la liberación de esta dependencia.  

Neurofeedback para luchar contra las adicciones  

Como en otros casos, el neurofeedback dinámico puede ser una herramienta que colabore en el tratamiento de la adicción o dependencia al porno, junto con recursos psicológicos y farmacológicos, según el caso.   

En las dos últimas décadas se ha investigado el uso del neurofeedback como una técnica de apoyo y refuerzo de técnicas terapéuticas tradicionales en el tratamiento de personas que sufren de algún tipo de adicción.   

Su uso no sólo ayuda a reconstruir enlaces neuronales estables, a regular de nuevo la estabilidad emocional y a reforzarse mentalmente hacia el cambio y la toma de decisiones potenciando la motivación y la autoestima, sino que además puede suponer una disminución progresiva de la toma de medicamentos sedantes y antidepresivos en caso de usarse.    

El neurofeedback dinámico brinda:  

La práctica regular del neurofeedback dinámico puede ayudarte a enfrentar secuelas de un estado ansioso por dejar una adicción. Entre sus beneficios: 

  • Mejor gestión del sueño  
  • Control de los estados ansiosos  
  • Mejora de la memoria  
  • Facilita la focalización de la atención  
  • Más sensación de clama y relajación 
  • Disminución de la hiperactividad causada por ansiedad  
  • Menor irritabilidad e incomodidad  
  • Mejor gestión del estrés  
  • Menos sensación de estar abrumado/a 

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