Actualmente todos hablan de los antioxidantes, ciertos elementos que podrían protegernos de sufrir enfermedades cardiovasculares y que preservan el buen estado de las células cerebrales. Moléculas que protegen las células del daño oxidativo que produce envejecimiento.  

Las células de todo nuestro organismo están amenazadas contantemente. Virus e infecciones están al asecho, lo mismo que los radicales libre que pueden dañar a las células y el ADN; asimismo, atraviesan por un proceso oxidativo. Tal como el metal se oxida y corroe o el aceite se hace rancio, nuestro cuerpo envejece al oxidarse.  

Al respecto, los científicos creen que las moléculas conocidas como radicales libres pueden contribuir este proceso de envejecimiento del organismo, lo que promovería la aparición de ciertas enfermedades como el cáncer, la diabetes y las enfermedades del corazón.  

Cuando el cuerpo transforma oxígeno en energía, se generan una serie de productos residuales, llamados compuestos de oxígeno reactivo. Se trata de radicales libres peligrosos causantes de los daños oxidativos celulares. 

Para impedir que los radicales libres sometan a proceso de oxidación y envejecimiento a las células del organismo contamos con el auxilio de los antioxidantes, sustancias químicas que ayudan a detener o limitar el daño causado. Incluso, los antioxidantes además de proteger, en algunos casos, pueden revertir los daños sufridos y aumentan la inmunidad.  

¿Dónde se encuentran los antioxidantes? 

Algunos antioxidantes los produce el propio cuerpo y otros proceden de los alimentos que ingerimos; se encuentra principalmente en frutas y verduras.  

Así, hoy sabemos que una dieta rica en frutas y verduras nos brinda protección contra el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis y accidentes cerebrovasculares. Este fenómeno se atribuye, entre otros, a la presencia de antioxidantes en los alimentos, que inhiben el daño celular que producen los radicales libres. 

Existen de diversos tipos, desde los carotenoides, contenidos en las zanahorias; hasta los flavonoides, presentes en las uvas y el vino; también algunas vitaminas como la C, E y minerales como el selenio y el zinc. 

Riesgos del estrés oxidativo 

El estrés oxidativo es un acelerado proceso de envejecimiento causado por desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes.  

Cuando el organismo se somete a contaminación, humo de cigarro, una dieta alta en grasas y a la radiación social, la formación de radicales libres puede ser mayor y la neutralización mediante el mecanismo propio del organismo o mediante consumo de antioxidante se ve afectada.  

Este proceso, produce el deterioro y envejecimiento de las células, pudiendo causar enfermedades. 

¿Son realmente necesarios los antioxidantes para la salud del cerebro? 

Definitivamente nuestro cerebro requiere antioxidantes, estos ayudan en la lucha contra el daño oxidativo del cerebro, ralentizando procesos degenerativos propios del envejecimiento y de no pocas enfermedades mentales. 

Así como una correcta alimentación puede ayudar a hacer más lento el proceso de oxidación neuronal y minimizar los efectos de la degeneración, el entrenamiento cerebral con técnicas como la de NeurOptimal® ayuda a mejorar la agudeza mental, mejora la capacidad de aprendizaje, mantiene el cerebro en buena forma y contribuye con el bienestar general.  

NEURODOZA | CITAS

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