Esta ocasión hablaremos de por qué no hay que renunciar a los carbohidratos, aunque siempre teniendo en cuenta una elección saludable y considerada con las necesidades del cerebro.
Los carbohidratos son importantes para el cerebro
Aunque hoy están estigmatizados, debemos reconocer que los carbohidratos son importantes para el cerebro. Actualmente existe una tendencia de alimentación que renuncia, por no decir prohíbe, a los carbohidratos como si fueran un tóxico dañino per se; no obstante, es necesario reintegrarlos adecuadamente a la dieta de todos, incluso de quienes pretenden bajar peso.
Para trabajar adecuadamente el cerebro requiere de energía —consume el 20% de las calorías que adquirimos diariamente y más del 60% de la glucosa en sangre. —, la cual recibe en forma de glucosa a través de los carbohidratos.
De acuerdo a una investigación liderada por Karen Hardy los carbohidratos ricos en almidón fueron un factor importante para la evolución del cerebro humano. El trabajo de la investigadora cuestiona la teoría previa que señalaba que el aumento del tamaño del cerebro, que se produjo hace unos 800 mil años, es el resultado de un incremento del consumo de carne y, por el contrario, propone que la elevada demanda de glucosa que requiere el cerebro se cubrió de manera más fácil con una dieta rica en carbohidratos.
“Creemos que, aunque el consumo de carne fue importante, el crecimiento del cerebro hubiera sido menos probable sin la energía proporcionada por los carbohidratos”, explica Karen Hardy.
¿Qué son los carbohidratos?
Los carbohidratos son macronutrientes que se obtienen de los alimentos, ya que el cuerpo por sí solo no puede producirlos. Sin embargo, tenemos que tomar en cuenta que existen carbohidratos de diversa calidad: los carbohidratos simples y los complejos.
Carbohidratos simples son los menos saludables para el organismo, son azúcares que se convierten en glucosa rápidamente, y así también se pierden. Un ejemplo de ellos son las harinas refinadas (galletas, pan industrializado) así como los alimentos que cuentan con azúcar procesada y jarabe de maíz.
Carbohidratos complejos también se transforman en glucosa, pero de manera más lenta debido a la fibra que contienen. Junto con la glucosa, aportan vitaminas, minerales y otros nutrientes. Estos son la fuente más saludable de energía y, entre ellos están las frutas, verduras y granos, así como las harinas integrales).
A la par de los carbohidratos, el cerebro requiere otra clase de nutrientes como las proteínas y las grasas saludables como el omega-3; igualmente requiere de los llamados micronutrientes, que implican vitaminas y minerales.
Esto hace evidente que si queremos que el cerebro funcione adecuadamente requerimos consumir una dieta completa y balanceada, que incluya la mejor selección de alimentos entre los cuales también están los carbohidratos, preferentemente, simples.
¿Qué pasa si dejamos los carbohidratos?
Una investigación de Cornell Weill Medical College y Columbia University Medical Center, publicada por el portal de Internet Fitsugar, ha demostrado que la eliminación de los carbohidratos en la alimentación puede sacrificar el poder del cerebro especialmente para su memoria.
Así, un consumo moderado de carbohidratos será una forma natural de cuidar el cerebro, y a la vez velar para que tu sistema nervioso reciba los nutrientes necesarios.
Existen, por el contrario, libros que contradicen lo ya comprobado por la ciencia. Señalan que los carbohidratos y, especialmente el pan con gluten, dañan el organismo y, con ello, el cerebro. No obstante, no existen pruebas científicas contundentes al respecto.
Entrenamiento para tu cerebro
Así como ha sido comprobada la necesidad de una dieta completa, que incluya carbohidratos, para mantener la salud del cerebro; también ha sido probada la necesidad de ejercitarnos para mantener la función cognitiva y sensorial del cerebro.
El ejercicio mejora la secreción de neurotransmisores que permiten la supervivencia de las neuronas en áreas responsables de los procesos cognitivos complejos o funciones ejecutivas, como la atención, la mejoría de trabajo o el control conductual.
Mejor aún, complementa todo este cuidado de tu cerebro con un entrenamiento neuronal basado en técnicas de neurofeedback dinámico de NeurOptimal® que te brinda beneficios en tu salud como: mejora en la calidad y tiempo de sueño, cuidado de la memoria, efectos positivos en el estado de ánimo, ansiedad y estrés.