El cerebro del líder es diferente, una premisa que ha elaborado el neuroliderazgo y que hoy te explicamos cuál es esa diferencia.
Hoy en día, una de las habilidades que más se aprecia, tanto en el ámbito laboral como en el social, es la capacidad de liderazgo de una persona. Sin embargo, encontrar a personas que acierte en el ser líder no es una tarea fácil, especialmente porque identificar en qué reside el liderazgo no siempre es claro para todos.
¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo es una serie de habilidades dispuestas a influenciar en la manera de pensar y/o actuar de otras personas, en busca de un objetivo común. Un líder es capaz de establecer una buena comunicación y mejorar la capacidad de integración de los miembros de un grupo, todo con el fin de conquistar lo propuesto entre todos.
Pero la tarea del líder no sólo es influir en los demás o dar órdenes, también debe tener la capacidad de tomar la iniciativa, se proactivo, tener ideas innovadoras.
Características de un buen líder
En términos generales existe un acuerdo entre aquellos que han estudiado y analizado qué atributos debe tener un buen líder para movilizar al grupo hacia una acción positiva y logros comunes. Entre esas características se encuentran las siguientes:
- Tener un pensamiento positivo.
- Ser honesto y guiarse por la veracidad.
- Saber delegar, no pretender llevar toda la carga en sus hombros.
- Delegar implica confiar en tu equipo.
- Incentivar una buena comunicación.
- Ser asertivo y promover la escucha activa.
- Inspirar y motivar al grupo.
- Establecer estrategias para llevar una vida equilibrada en todas las áreas.
- Tener visión a largo plazo y metas realizables a corto plazo.
- Reconocer el trabajo de su equipo y dar los créditos correspondientes.
- Aprecia los logros y anima en los posibles fracasos.
- Fomenta el desarrollo y crecimiento de su gente.
- Es un guía, no un jefe. Nunca se impone.
- Entre los miembros de su equipo se mantiene neutral.
- Tiene capacidad de decisión e iniciativa.
- Empatía e inteligencia emocional.
Liderazgo resonante
Aunque pueden nombrarse otras tantas características, éstas encierran la esencia de un liderazgo sólido y abierto al trabajo en equipo. Sin embargo, los valores que la gente más aprecia en un líder es su capacidad de inspirar, así como la empatía y la inteligencia emocional.
Habilidades que registra positivamente el cerebro de los miembros del equipo, al tratarse de un liderazgo resonante. Un estilo disonante, por el contrario, es autoritario y poco dado a las actitudes emotivas.
De acuerdo a un estudio realizado en la Universidad Case Western Reserve, hay una estrecha relación de la resonancia (empatía e inteligencia emocional de las personas) con el liderazgo efectivo.
El cerebro reacciona mejor a los líderes resonantes
Mediante el uso de exploraciones fMRI (resonancia magnética funcional) los investigadores pidieron a los participantes del estudio que reflexionaran sobre las experiencias cuando un líder era resonante o disonante.
El resultado fue que 14 regiones del cerebro respondieron al pensar en líderes resonantes, mientras que solo 6 respondieron al pensar en líderes disonantes. De hecho, 11 regiones se desactivaron al pensar en líderes disonantes.
Esto significa que los líderes resonantes activan la atención, la conciencia social y las relaciones positivas, mientras que los líderes disonantes provocan emociones negativas, desprecio, atención limitada y menor conciencia social.
Los estilos de liderazgo resonante también ayudan a generar confianza a través de la liberación de oxitocina en sus cerebros y en los cerebros de otros.
Neuroliderazgo: ¿el cerebro del líder es diferente?
La neurociencia no solo ha identificado cómo reacciona el cerebro a los distintos tipos de liderazgo, también ha corroborado que el cerebro de un líder es diferente a los del resto del grupo.
El neuroliderazgo busca conocer cómo funciona el cerebro de los líderes con la finalidad de optimizar su rendimiento, así como el del equipo que tienen a su cargo. Así, esta área de las neurociencias podría ayudar a mejorar sus habilidades y hacer más eficiente su liderazgo.
Esta disciplina estudia, por tanto, los procesos cerebrales que intervienen en distintos aspectos relacionados con la conducta y la toma de decisiones, así como con la forma de relacionarse con los demás. Así, el neuroliderazgo permite conocer mejor los procesos neuronales que intervienen en la gestión de un equipo y de un proyecto.
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Características del cerebro de un líder
Los estudios relacionados con neuroliderazgo destacan una serie de características que son comunes a los buenos líderes. Las principales son:
- La habilidad para gestionar el cambio. La capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones. Esto, que tiene relación con la plasticidad del cerebro, hace que puedan lidiar con los problemas más fácilmente y que sean más resilientes.
- Atención. Ésta permite a los buenos líderes generar estrategias, gestionar distintos tipos de estímulos de manera eficaz y tomar decisiones acertadas.
- Capacidad de aprendizaje. Los líderes consiguen conectar fácilmente con la parte neuronal de cerebro gracias al neuroaprendizaje y son capaces de retener los conocimientos adquiridos más fácilmente.
- Inteligencia emocional: es imprescindible para manejar y entender los propios sentimientos, así como para entender los de los demás.
- Adecuado manejo del estrés. La carga emotiva y exigencias que representa el liderazgo son manejadas de forma propicia de modo que evite un desequilibrio mental en el líder.
Neurofeedback dinámico favorece liderazgo
Debido a la naturaleza plástica del cerebro (neuroplasticidad) después de varias sesiones de neurofeedback dinámico, el cerebro puede comenzar a crear nuevos caminos que se vuelven automáticos.
Esto puede crear nuevos hábitos y comportamientos que ayudan a fortalecer las habilidades del cerebro del líder: atención, concentración, aprendizaje, toma de decisiones, enfoque, gestión del estrés e inteligencia emocional.
El neurofeedback dinámico, sin embargo, no puede hacer a alguien un mejor líder. Su propósito es ayudar a reorganizar el cerebro para darle a alguien el potencial de ser un mejor líder. Por lo tanto, puede hacer que el cerebro sea más eficiente y que resulte más fácil adquirir ciertos comportamientos para lograrlo.