Estos Mitos de la Esclerosis Múltiple que debemos abandonar nos abren a la visibilización de una enfermedad que debe diagnosticarse oportunamente y así evitar la merma en la calidad de vida de quien la padece.
Cada 5 minutos en algún lugar del mundo, alguien recibe un diagnóstico de Esclerosis Múltiple. Se calcula que a nivel global hay 2.8 millones de personas viviendo con esta enfermedad neurodegenerativa; es decir 1 de cada 3000 personas la padecen. Y como muchas otras enfermedades de este tipo, encontramos desconocimiento, mitos y desinformación al respecto.
Por ello hoy aprovechamos que se conmemora el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (EM) para despejar falso mitos y precisar la información referente a esta enfermedad, la cual no sólo se manifiesta en adultos, sino que, se estima, hay cerca de 30 mil personas menores de 18 años con EM.
Esclerosis Múltiple
El cuerpo humano contiene una sustancia grasa llamada mielina, la cual rodea y protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal —Sistema Nervioso Central—, de la misma forma que la tela de aislar protege los cables eléctricos. Cuando alguna parte de este recubrimiento de mielina o aislante se destruye, los impulsos nerviosos al cerebro se interrumpen y distorsionan.
La esclerosis múltiple es un trastorno en el cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca la cubierta protectora de las células nerviosas (mielina) del cerebro, el nervio óptico y la médula espinal; este daño causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Con el tiempo, la enfermedad puede causar el deterioro o daño permanente de los nervios.
La edad promedio del diagnóstico de EM es de 32 años.
Hay por lo menos el doble de mujeres (69%) con EM que hombres (31%).
Síntomas
Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían mucho según la magnitud de la lesión a los nervios y cuáles de ellos están afectados. Algunas personas con esclerosis múltiple grave pueden perder la capacidad de caminar, mientras que otras pueden experimentar largos períodos de remisión sin que aparezca ningún síntoma nuevo.
Se hace también hincapié en los síntomas invisibles: la fatiga, el deterioro cognitivo… son algunos de los más habituales.
Si bien esta enfermedad no tiene cura, existen algunos tratamientos que ayudan a acelerar la recuperación de los ataques, desacelerar su avance y controlar los síntomas.
Mitos de la Esclerosis Múltiple que debemos abandonar
Como hemos dicho previamente, la esclerosis múltiple está rodeada de mitos y falsas creencias que debemos abandonar, con el fin de brindar al paciente un diagnóstico y tratamientos oportunos, con el fin de proveer calidad de vida permanente.
Las estadísticas nos lo dicen al 85% de las personas con EM en todo el mundo se le diagnostica inicialmente EM con recaídas y remisiones y al 12%, EM progresiva. Al 3% restante se le diagnostica una enfermedad desconocida.
Revisemos aquí algunos de los mitos más difundidos:
MITO 1. La esclerosis múltiple es una enfermedad terminal
Al recibir el diagnóstico de EM se puede considerar que la vida está en riesgo inminente. Sin embargo, aunque puede llegar a ser una enfermedad incapacitante, si no se trata oportunamente, la EM es una condición crónico degenerativa cuyo tratamiento puede disminuir los síntomas y la persona llevar una vida normal.
Es una condición crónica a largo plazo, no es una enfermedad terminal.
MITO 2. Todas las personas con Esclerosis Múltiple tienen los mismos síntomas
A la Esclerosis Múltiple se la llamado la “enfermedad de las mil caras”, pues los síntomas varían tanto según la persona que la padezca. Cada persona presentará diferentes síntomas, los experimenta de distinta manera y su impacto también puede variar.
MITO 3. Esta es una enfermedad de ancianos
La mayoría de las personas con EM son diagnosticadas entre los 20 y 40 años; sin embargo, hemos dicho antes que existen casos detectados incluso en jóvenes alrededor de los 18 años. Por ello no podemos confiarnos y considerar que sólo se evidenciarán signos de EM en el adulto mayor.
MITO 4. Tiende a ser incapacitante
Las personas con Esclerosis Múltiple pueden seguir trabajando de forma normal. En algunos casos, puede ser necesario hacer algunas adaptaciones en el puesto de trabajo; no obstante, la enfermedad no tiende a ser incapacitante para realizar labores de una vida normal.
Asimismo, hacer ejercicio físico de forma regular está recomendado para las personas que tienen esclerosis múltiple, éste puede ayudar a aliviar ciertos síntomas.
MITO 5. Te condena a la silla de ruedas
Debido al poder incapacitante de esta enfermedad, se cree que su diagnóstico es una condena a permanecer en una silla de ruedas. En realidad, la mayoría de las personas que tienen Esclerosis Múltiple no necesitan una silla de ruedas de forma regular. Es posible que se necesiten apoyos físicos durante algún brote, pero tras la recuperación lo habitual es volver a caminar.
Sólo en el caso de la Esclerosis Múltiple Progresiva (forma menos frecuente de la EM) sí es más probable necesitar silla de ruedas a largo plazo.
MITO 6. Es hereditaria
Aunque sí tiene un componente genético, la EM no es una enfermedad hereditaria. La probabilidad de que los hijos de una persona con Esclerosis Múltiple también la tengan es de en torno al 2%. Además, el embarazo no afecta al curso de la enfermedad.
Neurofeedback dinámico como auxiliar en la rehabilitación de EM
El entrenamiento cerebral con el método de neurofeedback dinámico que utilizamos en NeuroDOZA® es eficaz como auxiliar frente a enfermedades neurológicas crónicas sin lesiones, pero con disfunción cerebral. Al respecto se han tenido buenos resultados en caso de esclerosis múltiple.
Dado que nuestro cerebro tiene la capacidad intrínseca de auto-repararse y auto-regularse, nuestro sistema actúa gracias a la plasticidad cerebral, facilitando los cambios para su mejor funcionamiento.
Gracias a la capacidad del cerebro de aprender, se pueden llevar a cabo procesos de organización, que pueden tener efectos muy positivos en diferentes dominios, como es a nivel cognitivo, emocional y físico. Además, es capaz de regular otros sistemas de nuestro cuerpo, como el cardiaco, hormonal y digestivo.
Ésta es una herramienta que permite reducir el sufrimiento de las personas que lo practican y devolverle al cerebro su flexibilidad y capacidad natural para pasar de una actividad a otra, mejorando la calidad de vida significativamente.
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