Diabetes: sus efectos en la salud mental son significativos y pocas veces se atienden en acompañamiento con el tratamiento médico.
Este domingo 14 de noviembre recordamos el Día Mundial de la Diabetes, un padecimiento multifactorial que no sólo daña la salud física de las personas, sino que también se mete con su salud mental.
Más de 420 millones de personas tienen diabetes en el mundo. Esta cifra se ha cuadruplicado desde 1980 y, de acuerdo con las previsiones, superará los 500 millones a finales de la presente década. Asimismo, las defunciones por diabetes en el mundo han aumentado en un 70% entre 2000 y 2019.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar en la sangre, es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos. La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía. Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud. La diabetes es una enfermedad crónico degenerativa, lo que implica que un descontrol en los niveles de glucosa en el organismo puede dañar, paulatinamente, el funcionamiento de órganos claves. Algunas secuelas graves de ello pueden ser:
Con el tiempo, los niveles altos de glucosa en la sangre causan problemas como:
- Enfermedades del corazón.
- Accidentes cerebrovasculares.
- Enfermedades de los riñones.
- Ceguera y otros problemas en los ojos.
- Enfermedades dentales.
- Lesiones en los nervios.
- Pie diabético, que puede incluso requerir amputación
Diabetes: sus efectos en la salud mental
El diagnóstico de diabetes representa una dura pérdida para el paciente. Como un padecimiento crónico degenerativo se entiende que esta enfermedad dejará atrás a la persona que se ha sido y obligará a cambiar de vida, de una u otra manera.
Al asumir la enfermedad como una nueva condición de vida, el paciente con diabetes se verá obligado a atravesar por un duelo por la pérdida de su salud, por aquellos riesgos que deberá enfrentar de no atender a los cuidados recomendados, por los estigmas que la sociedad le impondrá, los cambios que se sucederán a partir de recibir su diagnóstico, entre otras cosas.
Esta situación pone en riesgo de experimentar severas afectaciones en la salud mental, especialmente atravesar por cuadros ansiosos, estrés o depresión.
El distrés por la diabetes
El concepto distrés hace referencia a una respuesta negativa o exagerada de los factores estresores, ya sea en el plano biológico, físico o psicológico. En el caso de los pacientes con diabetes, este puede ser muy frecuente.
La persona con diabetes se siente desanimada, preocupada, frustrada o cansada de tratar a diario con el cuidado que la enfermedad exige. Es como si la diabetes le controlara y no al revés. A veces, por más esfuerzos en el cuidado de la salud, los cambios de hábitos, etc., los resultados no siempre son evidentes o porque surgen complicaciones debidas a la enfermedad a pesar de los cuidados que se brinde a sí misma.
Esos sentimientos abrumadores, conocidos como el distrés por la diabetes, pueden llevarlo a descuidarse y tomar hábitos poco saludables, dejar de monitorear los niveles de azúcar en la sangre e incluso faltar a las citas médicas. Esto les pasa a muchas, si no a la mayoría, de las personas con diabetes, a menudo, después de llevar años manejando bien la diabetes. En cualquier periodo dado de 18 meses, entre el 33 y el 50 % de las personas con diabetes tienen distrés por la diabetes.
Ansiedad y Diabetes
Las personas con diabetes tienen probabilidades 20% mayores que aquellas sin diabetes de tener ansiedad en algún momento de su vida. El manejo de una afección de largo plazo como lo es esta enfermedad es una fuente significante de ansiedad para algunas personas.
La ansiedad se puede sentir como un bajo nivel de azúcar en la sangre y viceversa. Puede ser difícil reconocer cuál es y darle un tratamiento eficaz. Por ello es necesario que el paciente cuide de sus niveles de azúcar y los monitoree con asiduidad. En caso de sentir ansiedad, lo conveniente es revisar los niveles de glucosa en sangre para corroborar de qué se trata realmente.
Es prudente, además, que el paciente con diabetes tenga un acompañamiento por parte de un profesional de la salud mental para ayudarlo a pasar por estos periodos.
Depresión
Ya sea diabetes tipo 1 o tipo 2, se tienen altos riesgos de desarrollar depresión; a su vez, si se está deprimido, también hay posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2. No obstante ambas pueden tratarse de manera paralela, al controlar una de estas afecciones eficazmente se puede tener un efecto positivo en la otra.
La depresión es una afección médica que causa sentimientos de tristeza y, a menudo, la pérdida del interés por las actividades que solía disfrutar. Puede interferir en su desempeño en el trabajo y en su casa, e incluso en el cuidado de la diabetes.
Aunque la relación entre la diabetes y la depresión no se comprende completamente:
- Las exigencias de controlar la diabetes pueden ser estresantes y provocar síntomas de depresión.
- La diabetes puede causar complicaciones y problemas de salud que pueden empeorar los síntomas de la depresión.
- La depresión puede conducir a malas decisiones de estilo de vida, como llevar una alimentación poco saludable, hacer menos ejercicio, fumar y aumentar de peso, y todos estos son factores de riesgo para la diabetes.
- La depresión afecta tu capacidad para realizar tareas, comunicarse y pensar con claridad. Esto puede interferir con la capacidad para controlar la diabetes con éxito.
Efectos de la diabetes en el cerebro
Ya en otro artículo les contamos sobre los efectos de la diabetes en el cerebro. Investigaciones publicadas en 2015, expresan que los años acumulados de padecer diabetes con altos niveles de azúcar en sangre son dos de las circunstancias que, sumadas, consiguen mermar la capacidad cognitiva de las personas, especialmente porque limitan la oxigenación del cerebro.
La regulación del flujo sanguíneo normal permite redistribuir la sangre a las áreas del cerebro que han aumentado la actividad en el desempeño de ciertas tareas. Sin embargo, las personas con diabetes tipo 2 —la que se adquiere en la edad adulta, y también padecen muchas personas a partir de su mala alimentación— tienen problemas de regulación del flujo sanguíneo. Las consecuencias son afectación en la memoria y el pensamiento.
Beneficios NeuroDOZA® para el diabético
Si bien la diabetes no puede ser curada, el entrenamiento la técnica de neurofeedback dinámico de NeuroDOZA® se plantea como un complemento al tratamiento y control de la diabetes. Sus beneficios pueden ayudar a minimizar el riesgo de secuelas severas y daños ya mencionados, así como contribuir con un estilo de vida más saludable y sereno. Entre otras ayudas que el paciente de diabetes puede recibir del neurofeedback dinámico se encuentran:
- Hábitos saludables de sueño.
- Mejor manejo del estrés.
- Agudeza mental.
- Mayor resistencia y flexibilidad para lidiar con la enfermedad.
- Sentimiento de calma y relajación.
- Ayudas con objetivos de pérdida de peso.
- Gestión de ansiedad.
- Ayuda a hacer frente a las cosas de mejor manera.
- Permite conseguir un estilo de vida saludable.
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