¿Cómo ayudar al niño con autismo en el proceso de aprendizaje?

¿Cómo ayudar al niño con autismo en el proceso de aprendizaje? Te dejamos aquí algunas claves sobre las dificultades y cómo apoyarlos.

Las personas que viven con autismo no son discapacitadas ni tienen retraso en el aprendizaje, pero su condición sí afecta este proceso y, a veces, puede llegar a tener características de discapacidad cuando se le enseñan ciertas competencias o conocimientos. Esto depende de cada individuo y en que posiciona del Trastorno del Espectro Autista se encuentren (TEA) y la particularidad de la condición.

Los niños con TEA pueden tener, o no, una discapacidad específica del aprendizaje como ciertas habilidades académicas, principalmente la lectura, la escritura y las matemáticas. Además, se ven afectados en la comunicación y pueden tener dificultad para socializar. También suele involucrar dificultades del procesamiento sensorial, repetición de movimientos e intereses limitados.

Características del TEA

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a uno de cada 160 niños y niñas en el mundo. Esta condición afecta a cómo una persona piensa, aprende y experimenta el mundo. Se considera a éste como un “espectro” que afecta a cada persona de manera diferente y en distintos grados, y generalmente puede ser detectado durante los primeros tres años de vida.

El autismo es más frecuente en niños que en niñas, en una proporción de cuatro a una.

Algunos signos de alerta que pueden considerar los padres en los niños son:

Falta o retraso en el lenguaje oral.
No responde a su nombre para cuando tienen 12 meses de edad.
No señala los objetos para demostrar su interés para cuando tienen 14 meses de edad.
No practica juegos de simulación para cuando llegan a los 18 meses de edad.
Evita el contacto visual y querer estar solos.
Tiene dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
Repite palabras o frases una y otra vez (ecolalia).
Da respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace.
Se irrita con los cambios pequeños.
Tiene intereses obsesivos.
Aletea las manos, se mece o gira en círculos.
Tiene reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.

Autismo y aprendizaje

En el ámbito del aprendizaje, los niños con autismo tienen dificultades en cinco áreas especialmente:
Comunicación: Existen problemas en la comprensión y expresión de sus necesidades a otros, así como en la comprensión de gestos faciales.
Interacción Social: Pueden surgir problemas de bullying y exclusión por parte de los compañeros, lo que hace que se aísle más.
Procesamiento Sensorial: Dificultad para mantener contacto visual y físico para lidiar con entornos ruidosos.
Movimientos Repetitivos. De vez en cuando sienten la necesidad de repetir movimientos y sonidos continuamente.
Procesamiento de la Información: Existen problemas en esta área debido a la alteración en la conexión de la sinapsis neuronal.
Los niños con autismo distraen con facilidad, lo que afecta negativamente a su aprendizaje. Las distracciones pueden ser sonidos, luces, olores. Dota al niño de un buen entorno de aprendizaje puede minimizar esas distracciones y promover avances significativos.

¿Cómo ayudar al niño con autismo en el proceso de aprendizaje?

Padres y profesores pueden generar un entorno propicio para el aprendizaje de los niños con autismo, algunas claves son:

Ayudas Visuales. Los estudiantes con autismo suelen ser aprendices visuales, a través de las ayudas visuales se puede anticipar todo aquello que se va a hacer durante el día (actividad por actividad, asignaturas, temas, etc.).

Estructuración. Una estructura reduce el estrés, la ansiedad y los problemas de comportamiento ya que asigna una función a cada espacio. Esto le ayuda a ser más independiente y a mejorar sus capacidades.

Comunicación. Cuando se presta atención al comportamiento del alumno, el adulto puede llegar a comprender cómo éste se siente o qué intenta trasmitir. Enseña al niño a ser flexible y utiliza historias apropiadas para mostrar cómo se ha comportado en situaciones sociales.

Asimismo, una coordinación apropiada entre padres y profesores puede reforzar las condiciones de un buen aprendizaje y promover la estabilidad del niño para ser más receptivo.