Cómo afecta al cerebro el uso de las pantallas electrónicas es un tema que ya se ha tratado previamente, pero estos días se ha publicado en diversos medios el resultado de un estudio que considera que el cerebro infantil puede envejecer prematuramente con el uso de dispositivos que los expongan a las pantallas.
De acuerdo a lo publicado recientemente, el uso intensivo de tabletas, teléfonos inteligentes y videojuegos, puede provocar un envejecimiento prematuro del cerebro de los niños que están más de siete horas al día ante una pantalla, así como empeorar sus capacidades de lenguaje y razonamiento.
Una mente perezosa
Previamente un experimento científico de la Universidad de Carnegie Mellon y el Darmouth College de Pittsburgh nos había alertado respecto a las transformaciones que sufre el cerebro cuando leemos a través de una pantalla digital.
Al respecto señala que, al hacerlo de este modo, y no en papel, tendemos a quedarnos en los pequeños detalles de la lectura y perdemos los significados. Retenemos lo anecdótico y concreto, pero se nos escapan las ideas que informan los contenidos. Es decir, se reduce nuestra capacidad de abstracción.
De ser ciertos esto, se constataría la idea de que internet nos está haciendo más superficiales, incapaces de un pensamiento profundo y ajenos a la concentración y la contemplación. La modalidad “multitareas” divide nuestra atención, a lo que se suma la sobreabundancia de información propia del uso de las nuevas tecnologías; lo que haría que busquemos tareas que exijan menos de nuestras funciones cognitivas y que no impliquen pensamiento abstracto.
Plasticidad neuronal
Por otro lado, hay quienes defienden el uso de la tecnología como una herramienta benéfica para promover la plasticidad neuronal; aunque el argumento no está ligado directamente con las pantallas sino la actividad cerebral empeñada en la utilización de videojuegos. Estos, se dice, favorecen la plasticidad cerebral y ayudan a nuestra mente a mantenerse despierta.
Pero tanto en el primer argumento en contra de las pantallas como en este último, no hay nada definitivo; el tema es muy nuevo para que la ciencia y las neurociencias, particularmente, tengan respuestas definitivas respecto al posible daño que nos causen los dispositivos digitales.
Envejecimiento cerebral prematuro
Es por ello que el gobierno de los Estados Unidos recientemente publicó que, a través de los Institutos Nacionales de Salud, convocó a la realización de un ambicioso estudio sobre el desarrollo del cerebro adolescente y el uso intensivo de pantallas de dispositivos electrónicos. Este parte de la hipótesis de que se ve afectada la estructura física del cerebro de los menores, así como su desarrollo emocional y salud mental.
Al respecto la doctora Gaya Dowling, quien dirige las investigaciones, ha presentado los primeros resultados, los cuales señalan que los primeros indicios señalan que hay diferencias significativas en el cerebro de algunos de los niños que usan teléfonos inteligentes, tabletas y videojuegos más de sietes horas al día.
Se muestra un adelgazamiento prematuro de la corteza cerebral —la capa más externa arrugada del cerebro que procesa la información de los cinco sentidos. Este corresponde al proceso natural de envejecimiento, pero propio de personas mayores; y que está asociado a proceso degenerativos como el Alzheimer y a trastornos como la depresión.
Otro hallazgo del estudio es que los niños que pasan más de dos horas al día frente a las pantallas tienen peores resultados en las pruebas de lenguaje y de razonamiento.
Neurofeedback dinámico y sus beneficios
Para contrarrestar los efectos de las pantallas digitales que usamos a diario y de forma constante, el mejor recurso —además de evitar su uso excesivo— es el entrenamiento con neurofeedback dinámico de NeurOptimal® el cual brida múltiples beneficios: promueve la plasticidad cerebral, permite dirigir la creación de nuevas sinapsis a las áreas afectadas y mejorar el rendimiento cerebral. Aumenta el nivel de atención y concentración, brinda agilidad mental y flexibilidad, incrementa la memoria espacial y de trabajo y ayuda a dar velocidad de procesamiento de información y fomenta la agilidad mental.