Autismo: ansiedad durante cuarentena

Autismo: ansiedad durante cuarentena por Covid 19 es un texto vigente que expone las dificultades que en este momento viven las personas con TEA y cómo poder ayudarlas.

Justo este jueves 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, el cual fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner de relieve la necesidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, para que puedan llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad.

Este 2020, el tema principal es visibilizar la problemática de las personas que viven con Autismo y su transición a la edad adulta. En su mensaje el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, señaló que debemos reconocer y celebrar los derechos de las personas con autismo.

“Las personas con autismo tienen derecho a la libre determinación, a la independencia y a la autonomía, así como a la educación y el empleo en igualdad de condiciones”. Temas que deben hablarse más para ser visibles frente a la mayoría.

¿Cómo afecta la cuarentena a las personas con autismo?

Igualmente, un asunto importante respecto a la situación que estamos viviendo en todo el mundo a causa del coronavirus Covid 19 es el derecho de los grupos vulnerables, como aquellos que viven con trastorno del espectro autista (TEA).

Al respecto, Guterres señala en su discurso alusivo al Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo: “El colapso de sistemas y redes de apoyo vitales como resultado de la COVID-19, sin embargo, exacerba los obstáculos a los que deben enfrentarse las personas con autismo para ejercer estos derechos. Debemos asegurarnos de que una interrupción prolongada causada por la emergencia no resulta en un retroceso de los derechos que con tanto esfuerzo han defendido las personas con autismo y las organizaciones que las representan”.

Al respecto, durante la cuarentena, las personas con Autismo se han visto afectados por crisis severas de ansiedad por el encierro. Para ellos salir no es un privilegio ni un lujo, es una necesidad; es un paseo terapéutico, así que prohibirles la salida puede también atentar contra sus derechos, aun cuando sea por la protección de su salud y la de todos.

Consideremos que las personas con TEA tienen inflexibilidad de pensamiento y de comportamiento. Necesitan saber qué va a pasar, que las cosas sean siempre igual. El impacto del confinamiento es mayor porque les cuesta mucho adaptarse a los cambios y se les han roto todos los esquemas.

Quedarse en casa puede aumentar su nerviosismo y su tristeza. Incluso, hay personas con TEA con dificultades importantes de autorregulación, pueden poner en riesgo su integridad física y la de su familia. Por ello, para minimizar los efectos de la cuarentena es importante mantener su rutina y poder dar un paseo puede evitar situaciones extremas.

Además, la mayoría de estas personas suelen recibir horas de terapia semanales que en este momento se han visto interrumpidas.

No es de extrañar que los trastornos de ansiedad sean comunes en el autismo. La sensación de no saber qué esperar y el miedo a que las cosas no se den como de costumbre, a que la rutina se vea alterada, son generadores de ansiedad para las personas con TEA.

La ansiedad viene no solo cuando los eventos externos sobrepasan sus capacidades, por ejemplo, cuando hay que hacer un trabajo en grupo para una asignatura, sino por los propios pensamientos que terminan provocando ansiedad.

Posiblemente antes de realizar ese trabajo en grupo, incluso desde el mismo momento en que sabe que debe hacerlo, la persona con TEA ya empieza a pensar cómo debe actuar o qué debe decir para ser correcto, lo que en sí mismo dispara la ansiedad.

Existen diversos detonantes de ansiedad para las personas con TEA, por ejemplo: la ansiedad social, el perfeccionismo y el miedo a fallar, el miedo a no saber comunicarse y ser juzgados por ello, el pensamiento inflexible que puede llevar a situaciones extremas, la novedad y las sorpresas les sientan muy mal.

Su mente tiende al pensamiento catastrófico frente al cambio, las alteraciones de rutina le ponen en alerta y suelen pensar que todo va a salir mal.

Cómo disminuir la ansiedad de la cuarentena en casos de TEA

En estos días “de guardar” hay que ajustar las rutinas y crearles una nueva en casa que, por supuesto sea flexible. Es importante marcar una rutina de trabajo por la mañana y ocio más deporte por la tarde; igualmente hay que diferenciar entre días de la semana laborables y fines de semana, para tomar conciencia del paso del tiempo, añadir motivación y disminuir la tendencia a la desidia, apatía y pasividad.
Del mismo modo, hay que ayudar a reestructurar los roles que la familia juega en momentos de cambio. Las personas con autismo en su necesidad de control y dentro de sus características de inflexibilidad y literalidad, tiene tanto espacios como roles establecidos. La escuela es la escuela, la casa es la casa. La maestra es la maestra, su mamá es su mamá. Procurar que esto permanezca lo más posibles es importante.
Igualmente es un mito que las personas con TEA viven “en su mundo” y les gusta estar solos. No es así, siente y necesitan la compañía de los demás; les gusta tener compañía y alguien con quien hablar y compartir sus cosas. Sentirse rodeado de cariño para enfrentar este tiempo de incertidumbre también es necesario para ellas.
Haz que se sienta protegido: necesita escuchar que, aunque tú también tienes miedo, estarás con él o ella y que juntos superarán este momento.
Responde a sus preguntas, si repite mucho una pregunta específica observa cómo la estás respondiendo porque quizá no le respondiste su duda. Cuando le respondas detente y respóndele, que sienta que su pregunta es importante.
Si hay una crisis o aumentan sus estereotipias, respeta el hecho de ser su forma de manifestar ansiedad, no lo trivialices, no lo regañes, comprende que para él todo esto lo sobrepasa.
Entrena su cerebro en casa. Puedes rentar un equipo para estar en casa y ayudarlo con los múltiples beneficios que le brinda el sistema de neurofeedback dinámico.

Las experiencias en este tipo de técnicas advierten mejorías en la atención, en las funciones ejecutivas (flexibilidad cognitiva), una mejoría en el Área Socio-Comunicativa y reducción de las Conductas Problemáticas (más cooperación e imitación espontánea, mejor reconocimiento de las emociones ajenas, mejoría de las habilidades sociales y comunicativas, reducción del aislamiento social, apatía, conductas reiterativas y estereotipadas), mejoría del Funcionamiento Global, de las Habilidades Motoras y Perceptivas.

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