Así puedes ayudar a tu cerebro a producir felicidad, practicando hábitos que generen mayor nivel de las hormonas del bienestar.

La otra tarde nos encontramos con Lucía, se le notaba tan bien, hasta la piel le brillaba más. Ella misma nos dijo que se sentía más sonriente, motivada y con un sentimiento de pertenencia que la hacía más amorosa con su familia, sus amigos y hasta con sus compañeros de trabajo.  

Lucía estaba verdaderamente feliz y le preguntamos cómo lo había logrado. Y su respuesta nos sorprendió, no porque fuera extraordinaria sino porque nos cuestionamos cómo era que muchos de nosotros no hacíamos esto para sentirnos tan bien como ella, siendo tan fácil. 

La felicidad está en tu cabeza 

Efectivamente, la felicidad está en tu cabeza, pero no sólo porque sea una actitud de vida, o porque se base en pensamientos positivos; ni mucho menos porque dependa de emociones lindas que te hagan sentir bien.  

Nos referimos a que las sensaciones que nos llevan a sentir felicidad están en el cerebro y podemos hacer cosas para sentirnos bien, aunque aparentemente no tengamos motivos. Es una cuestión de química.  

Neurotransmisores* como endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina son los verdaderos causantes de ese estado de euforia que experimentaba Lucía y que cualquiera puede disfrutar con algunos cambios en sus hábitos y estilo de vida.  

El cuarteto de la felicidad 

La producción balanceada de estas cuatro llamadas hormonas de la felicidad es responsable de nuestro estado de bienestar. Y si estás pasando por un “bajón” de estas sustancias, seguir estos sencillos hábitos en tu estilo de vida te puede ayudar a incrementar sus niveles de forma natural y segura.  

Endorfinas 

Las endorfinas son sustancias naturales sintetizadas por el cerebro que, entre otras cosas, alivian el dolor como sólo pueden hacerlo los opiáceos que incluyen a la morfina, la heroína y la codeína. Sin embargo, las endorfinas no tienen los efectos secundarios que acarrean las drogas al sistema nervioso. 

Estas son sustancias que generan una acción anestésica en el cerebro, y por ello promueven nuestro estado de bienestar. Ya que el cerebro no distingue mucho entre el dolor físico y el dolor emocional, la endorfina nos alivia de sufrir cualquiera de estos padecimientos.  

Hacer ejercicio nos ayuda a aumentar los niveles de endorfinas. Además, las actividades sociales, como salir con amigos y comer en familia, te pueden ayudar a conseguir una dosis extra.  

Igualmente, en tus comidas puedes incluir ciertas dosis de alimentos picantes ya que contienen opiáceos naturales, es decir, más sustancias analgésicas para el cuerpo. 

Serotonina 

Importante considerar el adecuado nivel de nuestra producción de serotonina, pues es una hormona que a la baja puede producirnos estados de depresión. De hecho, muchas medicinas antidepresivas se basan en ayudar a los receptores de la serotonina del cerebro. 

La serotonina es un importante químico y neurotransmisor en el cuerpo humano. Se cree que ayuda a regular el estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria, el deseo y la función sexual. 

Uno de los principales factores que nos ayuda a producir serotonina y que —por el contrario— puede también influir en la llamada depresión estacional, es el efecto del sol sobre el organismo. 

 Habrás notado que los días soleados, son días “alegres” mientras que los más nublados son días “tristes”. Pues ello tiene que ver con la influencia de la luz sobre la producción de serotonina, por ello si quieres aumentar tus niveles te recomendamos baños de sol por unos 10 minutos, en horarios en los que los rayos UV no se encuentren elevados.  

También puedes procurarte masajes relajantes y esta es la razón. No sólo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también reduce la tensión muscular.  

Una investigación reciente ha demostrado que después de darnos un masaje, los niveles de serotonina alcanzan su punto máximo y reduce en un 30% los niveles de cortisol – la hormona que se libera como respuesta al estrés. 

Para que tu cuerpo produzca serotonina, lo mejor es tomar alimentos ricos en aminoácido triptófano, como, por ejemplo, queso, pollo, huevos o pescado. Que también te han de aportar vitamina B, esencial para el sistema nervioso. 

Dopamina 

La dopamina tiene muchas funciones en nuestra vida emocional. Es la que nos hace sentir mariposas en el estómago cuando nos enamoramos, la que nos hace sentir motivados para realizar una actividad que nos gusta y también, la que promueve ciertas adicciones, porque es la hormona del placer.  

Entre más placer sentimos, más dopamina producimos. Esta sensación de placer está vinculada por ejemplo con comer y con la actividad sexual.  

Una buena forma de tener altos niveles de esta sustancia en tu cuerpo es, según parece, comiendo fruta madura. Pero no sólo eso, también puede ser en los alimentos en forma de levodopa como son las legumbres, habas, plátanos, tomates o judías verdes.  

Además, nuestro organismo también es capaz de elaborar dopamina a partir de tirosina, que está presente en la carne, el pescado o los huevos. Alimentos también ricos en serotonina. 

Oxitocina 

Se dice que la oxitocina es la hormona del amor, promueve el sentimiento de pertenencia y fidelidad; estrecha los vínculos entre la madre y el hijo, por ejemplo. Nos ayuda a socializar mejor y eso, ya sabemos, ayuda a nuestro cerebro a sentirse bien.  

Además, produce tranquilidad y reduce la ansiedad y el estrés. Gracias a esta sustancia, sentimos confianza a la hora de socializar y conocer a nuevas personas. Este mismo proceso genera más oxitocina en nuestro cuerpo y una sensación de éxito y felicidad. 

La oxitocina desencadena un sistema de recompensas excepcional cada vez que establecemos contacto físico con alguien significativo. Del mismo modo sucede cuando recibimos un cumplido, nos animan o consuelan. De tal forma encontramos calma y bienestar.  

Y, aunque no lo creas, llorar también te sirve para ser feliz. El llanto actúa como liberador de nuestras emociones, disminuye el estrés y el cortisol y aumenta los niveles de oxitocina. 

Ejercicio cerebral 

El entrenamiento cerebral está consolidándose entre la comunidad científica como uno de los pilares fundamentales de la salud en el futuro y una de las claves que puede llevar al ser humano a potenciar sus actitudes para alcanzar sus grandes metas. Una de ellas, quizás la más importante, la Felicidad. 

Por supuesto entrenar tu cerebro por sí solo no te llevará por el camino de la felicidad, pero como has leído en párrafos anteriores, la producción de neurotransmisores en el cerebro nos brinda esa sensación y tú puedes ayudarle para que así sea. 

Entrenarnos para producir sensaciones placenteras y evitar pensamientos negativos es posible. La base del entrenamiento mental es que la actividad cerebral es moldeable a lo largo de toda la vida, ya que el cerebro crea conexiones neuronales nuevas y genera nuevas neuronas que necesitan y son capaces de aprender, por lo que podemos programarlas para que sean receptivas a la positividad y la felicidad. 

De igual modo, el neurofeedback puede proporcionarnos: motivación, control emocional y control de impulsos, para ayudarnos a mejorar personal, familiar y profesionalmente. 

*Los neurotransmisores son sustancias químicas creadas por el cuerpo que transmiten señales (es decir, información) desde una neurona hasta la siguiente a través de unos puntos de contacto llamados sinapsis. 

NEURODOZA | CITAS

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