Es importante que dejemos de creer estos 8 mitos del síndrome de Down que impiden mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta condición.
Con el fin de generar una mayor conciencia pública, así como recordar la dignidad y la valía inherente de las personas que viven con bajo esta condición, este 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, una afectación genética con la que nace 1 de cada mil personas en el mundo.
Y aunque cada vez se habla más al respecto y quienes viven con ello son incluidos en los más diversos ámbitos humanos sin discriminación, todavía hay quienes aún juzgan a los individuos con este Síndrome a partir de prejuicio, que se fundamentan en múltiples mitos.
Por ello, hoy queremos participar de esta conmemoración derribando algunos de esos mitos con lo mejor que podemos hacer: difundir información veraz. ¡Comencemos!
¿Qué es el Síndrome de Down?
El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual. Este material genético adicional provoca los cambios en el desarrollo y en las características físicas relacionados.
Este síndrome varía de un individuo a otro, y provoca incapacidad intelectual y retrasos en el desarrollo de por vida. Es el trastorno cromosómico genético y la causa más frecuente de las discapacidades de aprendizaje en los niños.
Las características de una persona “Down” son: una apariencia física típica, discapacidad intelectual y retrasos en el desarrollo. Además, puede estar asociado con enfermedades cardíacas o de la glándula tiroides.
Derribando 8 Mitos del Síndrome de Down
Comprender mejor qué el síndrome de Down a través de la investigación científica, ha logrado que médicos, terapeutas, padres y cuidadores, intervengan de forma temprana para incrementar la calidad de vida de los niños y adultos que padecen este trastorno y ha ayudado a que lleven vidas satisfactorias.
Un tema de gran relevancia, pues ello les ha permitido autonomía e independencia individual, así como mayor libertad en la toma de sus propias decisiones.
Es por ello que nos parece vital derribar los mitos que rodean a las personas con síndrome de Down creyendo que:
MITO 1: Es una enfermedad
REALIDAD: El síndrome de Down no es una enfermedad, pues no implica sufrimiento personal ni afecta al bienestar de la persona. En general, las personas con este síndrome no tienen condiciones médicas especiales per se ni requieren tratamientos para curarse; suelen gozar de buena salud física como mental.
MITO 2: Hay diferentes grados del síndrome
REALIDAD: Este síndrome es una alteración del cromosoma 21 que se experimenta igual en todas las personas que nacen con él. No existen grados en la gravedad de los síntomas, lo que existe es la unicidad de las personas. Cada persona que nace con síndrome de Down es única, como cualquier otra en el mundo; por ello mismo tienen una herencia genética física, capacidades y personalidad acorde a origen, ambiente y educación.
MITOS 3: Se puede curar
REALIDAD: Aunque existe una amplia investigación al respecto y grandes avances en el estudio de la genética relacionada con el síndrome de Down, no existe ningún tratamiento de ningún tipo que lo pueda curar o disminuir sus manifestaciones.
MITOS 4: Existe una predisposición genética a tener hijos con síndrome de Down
REALIDAD: No está demostrada la existencia de un factor genético que predisponga a tener hijos con este síndrome, el 99% de los casos se producen de manera completamente aleatoria.
Únicamente en algunos casos de síndrome de Down por translocación existe un componente genético en la transmisión del síndrome de Down, pero esto ocurre en menos del 1% de todos los casos.
El síndrome de Down ocurre en todas las razas, culturas y estamentos sociales. Todo el mundo puede concebir y tener un hijo con síndrome de Down.
MITO 5: Es culpa de la edad y los hábitos de la madre
REALIDAD: Nada de lo que se haga o deje de hacer en el embarazo predispone a la concepción de un hijo con síndrome de Down. El único factor demostrado que aumenta el riesgo de tener un hijo/a con síndrome de Down es la edad de la madre, especialmente a partir de los 35 años; sin embargo, no es un factor decisivo. Aún más, la mayor parte de las personas con esta condición nacen de madres jóvenes.
¡Dejemos de culpar a alguien por la condición de las personas con Down!
MITO 6: Son como niños siempre
REALIDAD: Como todas las personas, quienes viven en esta situación tienen un desarrollo personal igual, pasan por diferentes etapas de desarrollo de la infancia a la adultez, de forma común. El desarrollo personal no está ligado a las dificultades de aprendizaje.
Este mito quizá está vinculado a la esperanza de vida de quien nace con síndrome de Down, pues a principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80% de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años.
Es importante que dejemos de creer que son como niños, ya que les resta responsabilidad e independencia; esta creencia ha mermado su libre toma de decisiones.
MITO 7: Todos son muy cariñosos
REALIDAD: Esta idea sigue el prejuicio de que las personas Down son como niños, entonces son cariñosos, inocentes y felices siempre. Como hemos dicho antes, su condición genética no altera el desarrollo normal de la personalidad, por lo que son capaces de experimentar toda clase de emociones como cualquiera de nosotros.
MITO 8: Son discapacitados para estudiar y trabajar
REALIDAD: La mayoría de las personas con síndrome de Down tienen una discapacidad intelectual de grado ligero o moderado que les permite aprender a cuidarse de sí mismos, leer, escribir, manejar el dinero, hacer deporte, realizar trabajo productivo, participar en la vida ciudadana y, sobre todo, seguir aprendiendo porque la capacidad de aprender persistirá toda la vida.
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