Estas 8 Falsas creencias del trastorno obsesivo compulsivo están restando visibilidad a una enfermedad mental que hace sufrir a quienes la padecen, incapacitándola para llevar una vida normal.
Cada vez es más frecuente leer en las redes sociales memes o mensajes que hacen parecer que la necesidad de acomodar cosas por colores o tamaños, de utilizar sólo números pares, no pisar raya… es TOC (trastorno obsesivo compulsivo). Sin embargo, esto es una idea simplista.
La gente suele usar el término con facilidad, pero aún existe mucho desconocimiento al respecto y especialmente mitos que debemos dejar de creer. Por ello, esta vez esclareceremos las falsas ideas que hay respecto a este trastorno que puede llegar a ser incapacitante y causa mucho sufrimiento.
¿Qué es el TOC?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad mental que consiste en presentar pensamientos (obsesiones) y rituales (compulsiones) una y otra vez. Estos interfieren en la vida cotidiana de quien lo sufre, pero no puede controlarlos ni detenerlos.
No se conoce la causa del trastorno-obsesivo compulsivo. Factores como la genética, la biología cerebral y la química, junto a su entorno, pueden desempeñar un papel significativo en la presencia de esta afección.
Las manifestaciones de este trastorno pueden ser varias, pues parten de ideas obsesivas de cualquier índole, que pueden causar angustia o preocupación en las personas y comportamientos que ayudan a paliar estas ideas obsesivas. Cada persona manifestará el TOC de formas particulares.
Aunque es un trastorno común, derivado de los trastornos de ansiedad generalizada, en torno a él aún existen mitos que hoy vamos a esclarecer a continuación.
8 Falsas creencias del trastorno obsesivo compulsivo
Dejemos de creer que el trastorno obsesivo compulsivo sólo es así o que tiene características únicas que fomentan estos mitos.
1. El TOC es miedo a los gérmenes, por ello se lavan las manos con frecuencia o se debe limpiar todo frecuentemente
La realidad es que el TOC tiene diferentes formas y tamaños. Es simplista considerar que un trastorno como éste se reduce a la higiene. En realidad, hay muchas manifestaciones que, incluso, pueden confundirse con síntomas de otras enfermedades como: escuchar voces, tener pensamientos violentos, deseos sexuales inapropiados, etc. Estos signos pueden corresponder a subtipos del TOC.
2. Es por un trauma infantil
Lo que sucede en la infancia tiene muy poco que ver con padecer TOC. Aunque es cierto que el trastorno corre dentro de las familias y en la actualidad una de las hipótesis es que juega un papel importante en los genes, así como también la experiencia (aprendizaje).
3. Todos tenemos algo de TOC
Puede que todos en la cotidianidad tengamos ciertas mañas o costumbres extrañas, pero eso no quiere decir que se tenga TOC. El trastorno obsesivo compulsivo se compone de ideas persistentes, angustiantes, que ocupan el mayor tiempo de las personas que lo sufren. Las ideas llevan a comportamientos que palian el sufrimiento del paciente, pero en su interior las ideas persisten.
Así que no, no todos tenemos una idea obsesiva que nos tortura la mayor parte del día y nos lleva a tener comportamientos compulsivos tan frecuentemente como aparecen las ideas.
4. Es una cosa de mujeres
Se cree que el TOC se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, pero en realidad afecta a hombres y mujeres por igual; es un trastorno que no discrimina edad, raza, sexo o condición social.
5. El estrés lo produce
Este trastorno se trata de una enfermedad específica que se puede generar por historial familiar o cambios en la estructura y funcionamiento del cerebro, en cualquier etapa de la vida. Si sólo se tratase de estrés, bastaría con que el paciente aprendiera a relajarse para sanar.
Realmente, el TOC provoca miedo y ansiedad incontrolable; y si es verdad que situaciones estresantes intensifican los síntomas en personas con TOC, el estrés por sí solo no es una causa del TOC. El estrés puede ser un detonante, pero no su origen.
6. Estas personas son muy preocuponas
Existe la idea de que se preocupan por todo en todo momento, y quizá haya un poco de cierto. La verdad es que las personas con TOC son hipersensibles a las preocupaciones que todos tenemos e incluso extrapolamos; sin embargo, lo hacen con mucha más frecuencia.
O sea, las personas que viven con TOC se preocupan por las mismas cosas que nos preocupamos todos, pero lo hace de forma más intensas. Además, una vez que asume una preocupación, difícilmente puede abandonar la idea.
7. Exageran para llamar la atención
Alguien que lo está sufriendo, difícilmente será capaz de exagerar para llamar la atención o recibir algún tipo de ganancia por sus síntomas. Las manifestaciones de este trastorno son tan agotadoras que pueden llegar a incapacitar a quienes las viven, por lo que no pueden ser minimizadas por una falsa creencia.
8. Está de moda
Queremos creer que ninguna enfermedad está de moda, puesto que finalmente son enfermedades que nos perjudican. Qué necesidad ser diagnosticados todos con TOC.
La primera descripción del cuadro que actualmente se define como TOC en la literatura fue en 1838 y corresponde a Jean Etienne Dominique Esquirol. La obra de Janet sobre Las obsesiones y la psicoastenia (1903) fue importante en el estudio de estos trastornos.
Digamos que hoy se habla más de este trastorno, como se habla ya de otros, pues cada vez hay más apertura para hablar de problemas mentales y más acceso a diagnóstico apropiado. Entre más se entiende sobre las enfermedades mentales es más fácil detectarlas.
Igualmente, hoy los medios de comunicación y la divulgación científica nos permiten tener información veraz al alcance y poder hablar de ello de forma franca.
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