¿Se recomienda el neurofeedback dinámico en la infancia? Una pregunta que constantemente nos hacen y que hoy te diremos por qué sí.
La neuroplasticidad tiene su mejor momento en la infancia temprana. Hacia el primer año de vida el cerebro crece más del doble. A los tres años de edad el cerebro del niño es el doble de activo que el de un adulto; y es que en esta etapa hay mucho que aprender: sostener, hablar, caminar crea en el cerebro múltiples conexiones.
Más o menos a los seis años de edad se produce una importante transformación de redes neuronales con toda la información nueva que el niño ha ido adquiriendo. En esta fase el cerebro es como una esponja, lo absorbe todo, especialmente a través de la imitación y gracias a la plasticidad genera miles de nuevas conexiones que permiten el óptimo aprendizaje.
Así también, el neurodesarrollo de los infantes es un proceso dinámico de interacción entre el individuo y el medio ambiente. Como resultado de la estimulación del entorno que rodea al niño se obtiene cierta maduración en el sistema nervioso con el consiguiente desarrollo de las funciones cerebrales y, a la vez, forja la personalidad.
Un entorno con mucha estimulación aumenta hasta un 25% el potencial de aprendizaje de los niños.
Estimular la neuroplasticidad
La estimulación temprana aprovecha la capacidad y plasticidad del cerebro en su beneficio para el desarrollo óptimo de las distintas áreas cerebrales. Esto se logra proporcionando una serie de estímulos repetitivos y de carácter lúdico, que potencializan las funciones cerebrales que con el crecimiento se vuelve esenciales.
Una estimulación ambiental temprana ordenada, integrada y organizada en un mundo rico en estímulos novedosos es importantísima. En esta etapa, la información debe ser clara, concisa; igualmente debe prevalecer un ambiente lleno de movimientos, colores, riqueza de estímulos novedosos.
Es, igualmente, fundamental la participación en juegos, la música, las conductas cercanas a las actividades de la vida diaria y el entorno emocional, social y familiar estable en el que se encuentra el niño.
Neurofeedback dinámico como estimulante
La base del neurofeedback dinámico de NeuroDOZA® está en la neuroplasticidad, la capacidad de las neuronas de fortalecer la conexión y comunicación entre ellas. Este sistema estimula de manera inocua la sinapsis entre las neuronas, produciendo cambios en sus patrones de conexión, potencializando la plasticidad y dirigiéndola para su optimización.
El neurofeedback es un aprendizaje y, como todos los aprendizajes, crea plasticidad neuronal. Lo que se enseña al cerebro es que genere un patrón distinto de actividad neuronal, lo que supone una modificación de la fuerza de muchas sinapsis, lo que se traduce también en plasticidad neuronal.
Neurofeedback dinámico es un sistema que se basa en obre la plasticidad cerebral y sobre su capacidad de autocuración, ayudando al cerebro a mantenerse en el presente, vía mecanismos inconscientes.
¿Se recomienda el neurofeedback dinámico en la infancia?
La ventaja de este avanzado sistema es que no es intrusivo ni medicamentoso, es seguro y no invasivo, por lo que lo que su práctica en niños no tiene efectos secundarios indeseados.
El sistema de NeuroDOZA focaliza dieciséis gamas diferentes de frecuencias en el hemisferio derecho e izquierdo, de tal forma que cada objetivo equilibra de forma natural al resto. Esto significa que no podrá sobrecargar ni crear estados no deseados, ni tampoco crear una posible cura limitada a un problema, sino que lo obtendrás todo al mismo tiempo.
¿Qué beneficios brinda a la vida del niño?
Desde la infancia, aprovechando la fértil neuroplasticidad de esta etapa, el niño puede verse beneficiado en muchos aspectos:
- Mejora de la memoria y la atención, especialmente en casos de TDAH.
- Apoyo para el desarrollo de la inteligencia emocional, útil en casos de TEA.
- Ayuda para lidiar con diversas fobias, pues produce calma y relajación para enfrentar los miedos.
- Disminución de niveles de ansiedad y depresión.
- Apoyo en casos de enuresis.
- Complemento para tratar casos de trastornos de la conducta.
- Mejoría frente a trastornos de la comunicación.
- Apoyo en casos de dificultad del aprendizaje y fracaso escolar.
- Regulación frente a problemas de conducta.
- Ayuda en casos de ansiedad por separación.
- Apoyo en la gestión emocional.
- Dislexia y tartamudez.
- Disminución de evidencias de tics nerviosos.
Definitivamente, el neurofeedback dinámico tiene muchos beneficios que pueden experimentarse desde la infancia sin secuelas no deseadas.
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