Los falsos mitos en torno a la depresión pueden retrasar el diagnóstico y tratamiento oportuno de las personas que la padecen.
En torno a las enfermedades mentales se teje una serie de prejuicios, estigmas y mitos que, en principio, dificultan el diagnóstico oportuno y como consecuencia el adecuado tratamiento, mermando así la salud y calidad de vida de quienes la padecen.
La depresión es un caso ejemplar pues las personas que las padecen, con frecuencia, se niega a pedir ayuda por miedo al juicio de los demás. El desconocimiento y los mitos hacen que la gente lance sentencias como: está loco, sólo está triste, no quiere ir a trabajar, es un ser débil.
Es por ello que hoy te compartimos la verdad respecto a falsos mitos que se tejen en torno a la depresión.
1. La depresión es estar triste todo el tiempo
Aunque parte del cuadro clínico de la depresión incluye un sentimiento de tristeza pertinaz, no siempre es así. Algunas personas con depresión experimentan un estado de aplanamiento emocional, es decir no experimentan emociones en particular; también puede ser que tengan anhedonia, es decir, la incapacidad para experimentar sensaciones de placer, sin que ello implique necesariamente tristeza.
2. La depresión es un signo de debilidad
En una sociedad que busca, como a un tesoro, el bienestar y la felicidad, la depresión es un tema difícil de asumir como una enfermedad.
Al parecer todos debemos ser capaces de alcanzar la felicidad, basta un poco de esfuerzo para ello; pero quien no lo consigue, quien se deprime, es porque no lucha lo suficiente, porque es débil.
Quien padece depresión puede presentar signos de abulia o desinterés, así como fatiga; sin embargo, tampoco implica que sea débil, o que sea incapaz de luchar por sus sueños. Simplemente la enfermedad le impide tener alguna clase de iniciativa o entusiasmo.
6 cosas con las que lidia una persona con depresión
3. La depresión se debe a una experiencia negativa
Se considera que la depresión —como si fuera sólo una emoción y no una condición mental— es consecuencia de una experiencia negativa, desde la muerte de un ser querido hasta un mal día en la oficina.
Posiblemente, una experiencia así pudiera ser parte del detonador, pero no es la causa de la depresión. En ocasiones, las personas con depresión son incapaces de reconocer un hecho externo que haya originado la manifestación de este trastorno.
No obstante, sabemos que esta enfermedad no es sólo de origen emocional sino también tiene que ver con el funcionamiento cerebral y la baja producción de neurotransmisores como la serotonina.
La depresión no siempre es resultado de la mala suerte o de un suceso desafortunado. De hecho, muchas de las personas que se enfrentan a mucho estrés nunca experimentarán depresión, mientras que los que tienen depresión no siempre tienen estrés presente en sus vidas.
4. La depresión se combate con fuerza de voluntad
¡Ánimo, échale ganas, tú puedes! Una frase frecuente entre quienes quieren mejorar el estado de ánimo de las personas que vive con depresión, pero que es completamente inútil aun cuando sea con toda buena voluntad.
Como hemos dicho antes, las personas que viven con depresión tienen grandes dificultades para conseguir un diagnóstico porque temen pedir ayuda. Algunos creen que es una condición pasajera y que tal vez puedan salir adelante por sí mismos. Pero esto no es así, la fuerza de voluntad no es suficiente para librar un episodio de depresivo.
Esta enfermedad mental, cada vez más común y frecuente en la sociedad contemporánea, requiere de un tratamiento combinado de fármacos y psicoterapia, además de técnicas alternativas como el neurofeedback dinámico, por ejemplo.
5. La depresión sólo tiene efectos sobre la mente
Aunque es una enfermedad mental, que tiene parte de su origen en el cerebro, la depresión no sólo afecta nuestra forma de pensar y sentir; también existen repercusiones físicas que acentúan el padecimiento de los individuos.
Problemas de estrés, sueño y digestión, dolores en diversas partes del cuerpo, fatiga… se hacen presentes junto con la enfermedad. La depresión no consiste sólo en el mantenimiento de un estado de ánimo, sino que incluye procesos biológicos que recorren todo el cuerpo y que se afectan mutuamente.
6. La depresión arruina tu vida
En algunos casos la depresión puede paralizarnos y dañar otras áreas de la vida como la laboral y la social, pero ello no implica que sea una ruina total. Existen casos como la depresión de alta funcionalidad que permite hacer una vida casi normal.
Puede que aparezca una idea de que nunca más se volverá a ser feliz, que la vida ha terminado con la depresión; mas es una falsa idea de la enfermedad.
Con un tratamiento adecuado las personas pueden salir adelante y llevar una vida normal. Muchas personas viven una vida plena y productiva después de la depresión.
NEURODOZA | CITAS | RENTA DE EQUIPO