Entrenar el cerebro beneficia tu productividad laboral cuando logra que éste potencialice sus funciones cognitivas y se adapte a las constantes exigencias de la vida profesional y de negocios.
En el mundo profesional y de negocios, las exigencias cotidianas son muy altas. Constantemente se ponen en juego funciones cognitivas para coordinar, memorizar grandes cantidades de información, generar nuevas ideas, tomar decisiones, cumplir objetivos, conciliar intereses, entre otras. Y aunque son naturales a la vida laboral, estas exigencias pueden sobrepasarnos y superar las capacidades de gestión de las personas.
En este proceso de tensión persistente, el organismo tratará de adaptarse, siendo el cerebro uno de los órganos que se verá afectado.
Las consecuencias de una sobre carga, incorrectamente gestionada, como ésta pueden ser estrés, ansiedad, dolores como migraña o musculo esqueléticos, insomnio, pérdida de la concentración e incluso de la memoria. A la postre, esta situación puede mermar la salud física y emocional, lo que agudizará los síntomas y habrá pérdida en la productividad de la persona.
Este estrés y sus respectivos efectos son el antagonista en la cotidiana lucha laboral; éste debilita las neuronas; hay disminución de la memoria debida a la hormona glucocorticoide que, al incrementarse, evita que las neuronas generen nuevas conexiones y nuevas terminaciones nerviosas.
Asimismo, debido a la falta de concentración se ve disminuida la posibilidad de aprender nuevas cosas. Y, adicionalmente, el estrés va reduciendo el flujo de sangre al cerebro, lo que hace que llegue menos oxígeno y menos nutrientes al cerebro, dificultando sus funciones.
La ventaja de nuestro cerebro es que tiene la capacidad de reponerse gracias a la plasticidad de las neuronas o neuroplasticidad, que es la forma en que nuestro sistema nervioso es capaz de cambiar a partir de su interacción con el entorno. Lo que le permite adaptarse a situaciones variables que vivimos constantemente.
Gracias a ello, factores como la memoria, atención y concentración pueden mejorarse mediante el entrenamiento cerebral. Así, para optimizar las funciones neuronales en el ámbito laboral y de negocios, el neurofeedback dinámico ayudará a incrementar la productividad.
Para restablecer la elasticidad y optimizar la función cerebral, el entrenamiento a través del neurofeedback dinámico es una de las mejores opciones cuando se trata también de lidiar con los efectos del estrés, pues nos ayuda a reorganizar el cerebro para funcionar de manera más eficiente, por medio de la regulación de sus ondas y así recuperar su flexibilidad.
A través de diversas sesiones de entrenamiento, pueden lograrse cambios efectivos y duraderos; con una técnica no invasiva, indolora, sin esfuerzo y sin ningún efecto secundario, gracias a la auto-regulación y la creación de nuevas conexiones neuronales. Esta técnica posibilita proporcionar al cerebro la información que necesita para ajustarse y reorganizarse. Así de vuelve más flexible y elástico. Esto redunda en una mejor calidad de vida para el usuario.
Beneficios del entrenamiento cerebral:
- Agilidad mental y flexibilidad
- Atención y concentración
- Memoria espacial y de trabajo
- Resolución de problemas
- Velocidad de procesamiento
- Deducción
- Mejora toma de decisiones
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