Cómo ayuda la rehabilitación cognitiva

Hoy te contaremos cómo ayuda la rehabilitación cognitiva para estimular las funciones cognitivas en caso de que éstas se deterioren o sufran algún daño.

Pensar, recordar, planear, seguir instrucciones, adaptarnos a los cambios; en fin, realizar actividades básicas que nos permiten sobrellevar el día a día depende, en gran medida, de las funciones cognitivas.

Las funciones cognitivas hacen posible que tengamos un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información, lo que permite desenvolvernos en el mundo que nos rodea.

Son habilidades que tiene nuestro sistema neuronal para funcionar y trabajar con la información que adquirimos de nuestro ambiente. No obstante, estas funciones pueden dañarse por motivos de lo más diversos y generar así lo que conocemos como deterioro cognitivo.

¿Qué es el deterioro cognitivo?

El deterioro cognitivo es la alteración de las funciones elementales de la cognición, manifiesto con dificultades en distintas capacidades y funciones ejecutivas como la atención, la memoria, el lenguaje, el razonamiento, etc.

Éste no se manifiesta igual en todas las personas, existen diversos grados de deterioro; desde leves hasta graves. Lo mismo implica olvidar dónde hemos puesto las llaves, hasta la incapacidad para llevar una vida independiente.

Asimismo, el deterioro cognitivo puede ser reversible o no. De acuerdo a los motivos que hayan causado esta merma en nuestras funciones mentales será el daño y la permanencia, incluso podemos encontrar casos de tipo progresivo como la demencia y la enfermedad de Alzheimer.

¿Por qué se deterioran las funciones cognitivas?

Envejecimiento: En primera instancia el deterioro de las funciones cognitivas se debe al proceso de envejecimiento por el que todos vamos atravesando a través de los años. Los cambios estructurales y químicos que se producen en el cerebro a partir de los 40 años pueden causar la pérdida de tus capacidades cognitivas.

Estilo de vida: Nuestro estilo de vida y cómo vamos envejeciendo, la salud y la capacidad funcional que se tienen, dependen tanto de la estructura genética como del ambiente que nos ha rodeado durante toda nuestra vida.
Enfermedades: Otros factores que pueden afectar las capacidades cognitivas pueden ser enfermedades neurodegenerativas, trastornos del neurodesarrollo, discapacidades intelectuales o enfermedades mentales.
Intoxicación: También el consumo de sustancias estupefacientes, alcoholismo, traumas severos físicos o mentales, pueden afectar de manera aguda o crónica la actividad cerebral.
Enfermedades psiquiátricas: Patologías tan comunes como la depresión, fibromialgia, etc. habitualmente cursan con deterioro cognitivo. Además, el uso de algunos fármacos que se utilizan para su tratamiento acentúa estos deterioros.
Alteraciones del sueño: No descansar lo suficiente y tener una estructura del sueño alterada produce, entre otros síntomas, problemas de atención y concentración y de memoria.

¿Qué es la rehabilitación cognitiva?

En algunos casos, cuando el daño a las funciones cognitivas es reversible, recurrir a la rehabilitación cognitiva. Esta tiene como objetivo mejorar o ralentizar los déficits cognitivos, regularmente causados por accidentes cerebrovasculares (ictus), traumatismos cráneo encefálicos o algunas enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, demencia de cuerpos de Lewy o esclerosis múltiple, entre otras), daños que afectan el funcionamiento normal del cerebro.

A través de mecanismos de rehabilitación, un paciente con daños cognitivos puede ver efectos benéficos en su atención, memoria, lenguaje, razonamiento y sus funciones ejecutivas.

Los objetivos de la rehabilitación pueden ser:

Detener en lo posible la progresión del deterioro, mejorando el rendimiento cognitivo y funcional.
Mantenimiento de las capacidades mentales.
Mantener el nivel de autonomía e independencia de la persona afectada.
Evitar o disminuir los problemas emocionales.
Así como evitar comportamientos o conductas nocivas.

Esto es posible gracias, principalmente, a la neuroplasticidad la cual otorga a nuestro sistema nervioso central la posibilidad de modificar su propia organización estructural y funcionamiento en respuesta a los acontecimientos del entorno. Gracias a ellas, es posible crear nuevas conexiones para restablecer el equilibrio alterado tras una lesión.

Con la estimulación apropiada y constante, el cerebro puede modificar favorablemente su estructura y su funcionamiento.

¿Cómo se hace la rehabilitación?

Existen diferentes metodologías que se aplican a lograr la rehabilitación cognitiva de las personas, algunas de ellas son ejercicios mentales en cuadernos o juegos; terapias físicas, la estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS), que es algo más invasiva, pues está basada en la aplicación de corrientes de baja intensidad directamente al cerebro.

Una alternativa más eficaz y menos invasiva es el neurofeedback dinámico de NeuroDOZA. Este es un sistema único, de última generación que funciona directamente con la capacidad de curación psicológica y de transformación del cerebro y el sistema nervioso central (SNC).

El neurofeedback dinámico monitorea un espectro amplio de EEG (electroencefalograma) de ambos hemisferios del cerebro simultáneamente, en lugar de enfocarse en el contenido o en cualquier frecuencia EEG particular como hacen otros sistemas.

El software específico y el hardware EEG están diseñados para detectar un tipo particular de turbulencia que es característica de un cerebro que es incapaz de utilizar su capacidad de procesamiento y transformación óptimas. Este procesamiento sub-óptimo es generalmente causado por factores de estrés y estilo de vida inherentes al hecho de vivir en el mundo moderno. Esta detección de turbulencia es única para NeuroDOZA, y la información es devuelta al cerebro en tiempo real a través de la percepción auditiva y visual, lo que permite una mejoría natural y fluida:

Particularmente en términos de eficiencia de procesamiento, estabilidad, adaptabilidad, capacidad de transformación. Cualidades que son esenciales para la curación, el rendimiento y la mejora de los resultados del comportamiento y funciones cognitivas del individuo que lo practica.