¿Qué pasa cuando das más del cien en tu trabajo? Comienzas a sufrir una sobrecarga que puede mermar tu calidad de vida y dañar tu salud física y mental.
La sobrecarga laboral es un esfuerzo extraordinario que el trabajador dedica a sus tareas cotidianas y que puede afectar su salud física, pero especialmente significa una presión para la salud mental.
Todos lo hemos experimentado en, por lo menos, una ocasión. La vida contemporánea parece que nos exige una entrega completa al trabajo, sacrificando mucho de nosotros, como si ello nos hiciera mejores, más productivos o más competitivos, cuando en la mayoría de las veces el resultado es la merma de nuestra salud.
Al respecto, se considera que el 21% de las enfermedades laborales son de origen psiquiátrico: estrés, ansiedad, depresión, ello muy probablemente a causa del apremio que la actividad laboral nos provoca.
Carga y sobrecarga de trabajo
Una carga de trabajo normal es la inversión de recursos psicofísicos de parte del trabajador durante una jornada laboral. Antiguamente sólo se tomaba en cuenta el esfuerzo y desgaste físico que implicaba ese tiempo, hoy en día se habla también de los esfuerzos mentales que, igualmente, generan fatiga.
La sobrecarga implica el cumplimento de mayores exigencias que, en ocasiones, pueden rebasar el horario estándar de una jornada laboral. Al colaborador se le designan funciones adicionales de forma excesiva, desproporcionadas y constantes.
Entregas de último minuto, horas extras, adjudicar tareas que realizaban otros miembros del personal, presionar para que el trabajador se ofrezca como voluntario para alguna tarea extraordinaria, etc.
Igualmente hay exigencias psicológicas que tienen que ver con la complejidad de las tareas asignadas, que requieren ayuda y cuando ésta no se facilita el trabajador se ve desbordado, disminuyendo su calidad de vida y de trabajo.
Consecuencias de la sobrecarga de trabajo
La sobrecarga de trabajo afecta la salud física y mental de las personas. Desgraciadamente esta última es la que menos se toma en cuenta y la que menos se diagnostica. Incluso hay países en el que padecimientos como ansiedad y depresión no son motivo de incapacidad laboral pagada, por lo que los trabajadores optan por no acudir con un profesional que les atienda.
Estrés crónico
Varias veces hemos comentado en este blog respecto al estrés como una respuesta del organismo a una señal que se interpreta como amenaza o cambio, es natural e incluso responde a nuestro instinto de conservación.
Este mecanismo, no obstante, se detona en el cerebro como una alerta, a la cual nos predisponemos cuando alguna cosa nos altera, presiona, nos desafía o nos mantiene en vilo. Cuando esta respuesta se mantiene de forma prolongada en el tiempo se puede provocar estrés crónico, con consecuencias para la salud física y mental de consideración, entre ellos afectaciones de las funciones cognitivas, memoria, trastornos del sueño, etc.
De no tratar el estrés crónico, se puede llegar a un nivel de ansiedad patológico que ocasiona importantes trastornos en el organismo.
Ansiedad
El desgaste físico y emocional que produce la sobrecarga de trabajo definen los factores que merman la calidad de vida de las personas. Hay déficit de descanso y sueño, influyen en una mala alimentación y acentúan la cronicidad del estrés.
Esta baja en la calidad de vida del trabajador puede llegar a afectar la producción de neurotransmisores como la adrenalina, el cortisol o la serotonina, involucrados en la aparición de ataques de ansiedad, y a la larga sufrir trastorno de ansiedad generalizada.
Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Algunos de los casos más extremos de la ansiedad pueden incapacitar al trabajador.
Como daño colateral, las personas que sufren ansiedad constantemente son más vulnerables a sufrir problemas como diabetes, obesidad, problemas de corazón y digestivos. Tienden a comer más, a fumar o a realizar conductas más arriesgadas y disfuncionales.
Depresión
Las mismas alteraciones neuroquímicas que produce la sobrecarga laboral, señaladas anteriormente, pueden causar depresión. Ésta no necesariamente implica una sensación de tristeza, también se manifiesta en irritabilidad, apatía y desmotivación.
La sobrecarga laboral puede llegar a frustrarnos y a minimizar las horas que podemos dedicarnos a actividades que nos hagan sentir bien: ejercicio, paseos, hobbies, etc., se deben dejar de lado por el trabajo y nos impide relajarnos o dedicar tiempo a nosotros mismos. Ello acentúa la posibilidad de sufrir depresión.
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional.
El síndrome de burnout
Los trastornos que produce la sobrecarga laboral como el estrés, la ansiedad y la depresión están estrechamente vinculados con el síndrome de Burnout, presente cuando se llega al extremo de la resistencia en el trabajo y se enfrenta un total agotamiento. Este síndrome ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e implica problemas a nivel emocional, psicológico y físico.
Entre los signos y síntomas más comunes de agotamiento se destacan:
Las personas que experimentan agotamiento ven sus trabajos como cada vez más estresantes y frustrantes. Pueden volverse cínicos sobre sus condiciones de trabajo y las personas con las que trabajan. También pueden distanciarse emocionalmente y comenzar a sentirse adormecidos por su trabajo.
El agotamiento causa que las personas se sientan agotadas, incapaces de hacer frente a las tareas laborales y cansadas. Además, afecta principalmente a las tareas cotidianas y produce dificultad para concentrarse y carencia de creatividad.
Su prevalencia en la población es cada vez mayor, con lo cual las organizaciones de salud y las empresas están cada vez más implicadas en evitarlo en los puestos de trabajo.
Neurofeedback dinámico para la gestión de la carga laboral
Antes de agotar los recursos de las personas y llevarlas a una sobrecarga laboral es importante que se tomen cartas en el asunto y se les brinden recursos para su adecuado descanso y desarrollo personal.
Uno de estos recursos es el entrenamiento con neurofeedback dinámico:
Insomnio, falta de concentración, olvidos y otras evidencias del daño que puede causarnos el estrés, ponen de manifiesto la falta de flexibilidad cerebral que éste ha causado; es decir la pérdida de la capacidad para adaptarse sin problemas a los diferentes niveles de conciencia que requiere cada cosa que realizamos.
Para restablecer la elasticidad y optimizar la función cerebral, el entrenamiento a través del neurofeedback dinámico es una de las mejores opciones cuando se trata también de lidiar con los efectos del estrés, pues nos ayuda a reorganizar el cerebro para funcionar de manera más eficiente, por medio de la regulación de sus ondas y así recuperar su flexibilidad.
A través de diversas sesiones de entrenamiento, pueden lograrse cambios efectivos y duraderos; con una técnica no invasiva, indolora, sin esfuerzo y sin ningún efecto secundario, gracias a la auto-regulación y la creación de nuevas conexiones neuronales. Esta técnica posibilita proporcionar al cerebro la información que necesita para ajustarse y reorganizarse. Así se vuelve más flexible y elástico. Esto redunda en una mejor calidad de vida para el usuario y mejor desempeño en el ámbito profesional.
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