Hoy podemos identificar los signos del Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico frecuente entre quienes migran y que puede afectar su salud mental.

Salir de casa, dejarlo todo, realizar una travesía que en ocasiones puede ser peligrosa, integrarse a una nueva ciudad, ser aceptados, conseguir un trabajo y una nueva residencia, aprender un nuevo idioma, enfrentarse a las autoridades migratorias… Esto es lo menos que un migrante debe experimentar cuando toma la decisión de salir de su país en busca de un sueño.  

No obstante, en el camino hacia una nueva vida, las emociones que se viven son diversas e intensas: miedo, tristeza, alegría, nostalgia, angustia…  Para los millones de persona que hoy en día migran el proceso produce niveles de estrés tan intensos que llegan a superar la capacidad de adaptación humana.  

Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico  

Esta experiencia hace vulnerables a los migrantes, que pueden padecer el Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple, conocido también como Síndrome de Ulises.  

Este síndrome se caracteriza, por un lado, porque las personas padecen determinados estresores o duelos y, por otro lado, porque aparece un amplio conjunto de síntomas psíquicos y somáticos que se enmarcan en el área de la salud mental. 

El conjunto de síntomas que conforma este síndrome puede llegar a ser un problema de salud mental, que se añade a la complejidad de incorporarse a una nueva sociedad. 

El estrés y El Duelo 

Cuando hablamos de estrés nos referimos a un desequilibrio sustancial entre las demandas ambientales percibidas y las capacidades de respuesta del sujeto.  

El entorno exige más de lo que los migrantes pueden responder en determinado momento, especialmente durante la adaptación. 

Por su parte, el duelo implica un proceso de reorganización de la personalidad que se da cuando se pierde algo significativo.  

Ambas condiciones se entrelazan generando en quien migra un estrés prolongado e intenso causado.  

Duelo del migrante 

Ya en otra ocasión hablamos del duelo del migrante que condensa siete pérdidas esenciales. Pérdidas que se deben aprender a gestionar apropiadamente y que son las que causan un estrés pertinaz en la adaptación al nuevo lugar. 

Estas 7 pérdidas que producen duelo son: 

  1. La familia y los seres queridos, sobre todo si se dan separaciones forzadas de hijos pequeños. 
  2. La lengua. 
  3. La cultura (costumbres, valores). 
  4. La tierra (paisajes, colores, luminosidad, olores, temperatura). 
  5. El estatus social (acceso a oportunidades, papeles, trabajo, vivienda, sanidad). 
  6. El contacto con el grupo de pertenencia (prejuicios, xenofobia, racismo). 
  7. Los riesgos para la integridad física (en el viaje migratorio, accidentes laborales, persecución., indefensión). 

Estos duelos se darían, en mayor o menor grado en todos los procesos migratorios, pero no es lo mismo vivirlos en buenas condiciones que en situaciones adversas.  

El miedo del migrante 

Además de las pérdidas, el miedo es otro factor estresor para el migrante. Desde la posibilidad de que las autoridades migratorias impidan la estadía en el lugar de recepción, hasta la violencia xenófoba que pueda imperar en el lugar de llegada, los migrantes experimentan riesgos diversos.  

El simple hecho de no poderse adaptar o la imposibilidad de cumplir las expectativas planteadas antes del viaje, producen temores diversos.  

Estos temores pueden ser tanto físicos (manifestación neuronal), como temores psicológicos de origen emocional. Sin embargo, el miedo físico tiene efectos más desestabilizadores que los psicológicos, ya que en las situaciones de miedo psíquico hay muchas más posibilidades de respuesta que en las de miedo físico. 

A nivel biológico se sabe que el miedo crónico e intenso fija las situaciones traumáticas a través de la amígdala y da lugar a una atrofia del hipocampo (en veteranos de la guerra de Vietnam o en personas que han sufrido en la infancia abusos sexuales que experimentan estrés post traumático se ha detectado hasta un 25% de pérdida).   

Depresión del migrante 

También habría pérdidas neuronales en la corteza orbitofrontal. Sabemos que a través de un circuito están interconectada la amígdala, los núcleos noradrenérgicos y la corteza prefrontal, áreas muy importantes en la vivencia de las situaciones de terror (o circuito del miedo).  

El miedo es un detonador del estrés, que a la larga puede ocasionar trastorno de ansiedad generalizada con ataques de pánico, así como depresión.  

La depresión del migrante puede traer entre otros síntomas: Tristeza, llanto, culpa, ideas de muerte, tensión, preocupaciones recurrentes, irritabilidad, insomnio, cefaleas, fatiga, fallos de memoria, pérdida de atención y desorientación.  

Neurofeedback dinámico auxiliar en el tratamiento del Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico 

Como lo hemos señalado previamente, el neurofeedback dinámico puede beneficiar al migrante a través de diversas sesiones en las que puede beneficiarse así: 

  • Promueve hábitos saludables de sueño.   
  • Permite lidiar mejor con la ansiedad.  
  • Ayuda en el manejo del estrés.    
  • Mejora la agudeza mental y el rendimiento.  
  • Hace frente a las dificultades de concentración que afectan la memoria.    
  • Permite la flexibilidad y resistencia para lidiar con situaciones complicadas.   
  • Las personas que se ejercitan con neurofeedback dinámico se siente más confiadas y seguras.   
  • Se puede sentir más confortable, con mayor calma y más concentración.    
  • Ayuda a promover la relajación o el manejo del estrés.   
  • Mejora la capacidad de aprendizaje.    
  • Ayuda a mantener el bienestar general.    

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