¿Puede el neurofeedback dinámico ayudar en casos de tartamudez? -

¿Puede el neurofeedback dinámico ayudar en casos de tartamudez? Un cuestionamiento recurrente cuando se trata de encontrar alternativas para tratar el tartamudeo, también conocido como disfluencia o falta de fluidez en el habla.

La tartamudez es un problema que afecta el flujo del habla y se puede presentar ya sea porque algunos sonidos son más largos de los que deberían ser, cuesta trabajo comenzar una palabra nueva, se repiten palabras o partes de palabras; asimismo hay una tensión en el individuo cuando intenta hablar, la cual se manifieste en guiñar los ojos, labios temblorosos o también las mandíbulas al realizar un esfuerzo en el habla.

La tartamudez puede afectar a cualquier persona. Sin embargo, es más común entre los niños pequeños que están aprendiendo a hablar. Los niños tienen tres veces más probabilidades de tartamudear que las niñas. La mayoría de los niños deja de tartamudear a medida que crece. Menos del 1% de los adultos tartamudea.

¿Por qué se es tartamudo?

Aunque no existe una explicación única del origen de la disfluencia, neurofisiológicamente, el tartamudo presenta un funcionamiento deficiente de los centros del habla del hemisferio izquierdo, que se intenta compensar con un mecanismo propio del hemisferio derecho.

Para cuestiones de análisis y tratamiento, se suele dividir en dos tipos de tartamudeo: del desarrollo y neurogénico.

El tartamudeo del desarrollo ocurre en los niños pequeños mientras aún están aprendiendo las habilidades del habla y del lenguaje. Es la forma más común de tartamudeo.

Algunos científicos y profesionales médicos consideran que el tartamudeo del desarrollo ocurre cuando las habilidades del habla y del lenguaje de los niños no alcanzan a cubrir las demandas verbales del niño.

Los estudios recientes de imágenes del cerebro han mostrado diferencias consistentes entre los que tartamudean en comparación con sus semejantes que no lo hacen. El tartamudeo del desarrollo también tiende a darse en familias y las investigaciones han demostrado que hay factores genéticos que contribuyen a este tipo de tartamudeo.

El tartamudeo neurogénico puede ocurrir después de un ataque al cerebro, un trauma a la cabeza u otro tipo de lesión al cerebro. Con el tartamudeo neurogénico, el cerebro tiene dificultad en coordinar las diferentes regiones del cerebro que participan en el habla. Esto resulta en problemas para producir un habla clara y fluida.

Por otra parte, Foundas (2001) descubrió que la zona del cerebro llamada Planum Temporale era más simétrica en los tartamudos que en los no tartamudos, mostrando la primera evidencia de anomalías anatómicas entre tartamudos y no tartamudos.

¿Cómo se trata la disfluencia?

Aunque médicamente no existe una cura para la tartamudez, hay diversas alternativas que proveen de herramientas para disminuir los signos del padecimiento a los niños y personas con disfluencia.

Las terapias de lenguaje es la ideal y más frecuente de las formas en que se puede ayudar al tartamudo, enfocándolo en el aprendizaje de técnicas para minimizar la falta de fluidez en el habla. Por ejemplo, tratar de hablar de forma más lenta, ajustar cómo respira la persona o avanzar poco a poco de responder con palabras de una sola sílaba a palabras más grandes, y frases más complejas.

La mayoría de estas terapias también tratan la ansiedad que una persona que tartamudea pueda sentir cuando tiene que hablar.

Neurofeedback dinámico para casos de tartamudez

La técnica de Neurofeeback dinámico de NeurOptimal permite corregir las deficiencias de las zonas cerebrales involucradas en la tartamudez, lo que potencia la mejora junto con otras técnicas de logopedia o terapia del lenguaje, adecuadas para cada caso.

Asimismo, ayuda a disminuir los niveles de ansiedad que esto causa en los niños y que acentúa el problema de comunicación; así el NeurOptimal puede producir efectos benéficos adicionales,alternando los protocolos de tratamiento específico con los de reducción de ansiedad.