El sistema de NeurOptimal en casos de Síndrome de Asperger ofrece beneficios en diversas áreas que van desde disminuir ansiedad hasta sensibilizar al individuo.
Seguramente conoces a alguno de estos personajes Leo Messi, Steven Spielberg, Bill Gates, Keanu Reeves, Michael Phelps o Albert Einstein. Famosos en las más diversas profesiones desde el deporte hasta la ciencia, el arte y la informática, todos ellos tienen algo en común: padecen Síndrome de Asperger.
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal, una resistencia para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento, así como poseer campos de interés estrechos y absorbentes.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Es un trastorno muy frecuente (de 3 a 5 por cada 1.000 nacidos vivos), poco conocido entre la población general e incluso por muchos profesionales de la salud. Se encuentra encuadrado en los TEA o Trastornos del Espectro Autista, aunque por sus competencias intelectuales y lingüísticas se mantiene como una entidad diferenciada del autismo clásico.
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, superior a la media.
Quienes han nacido con este síndrome son, por lo general, extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.) muchos sobresalen en matemáticas y ciencia.
Rasgos habituales del Síndrome de Asperger
Aunque en cada individuo las manifestaciones del Síndrome de Asperger (SA) son diferentes, todos tienen en común los siguientes signos:
- Dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad.
- Alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal.
- Intereses restringidos.
- Inflexibilidad cognitiva y comportamental.
- Dificultades para la abstracción de conceptos.
- Coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles.
- Interpretación literal del lenguaje.
- Dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación.
- Imposibilidad de interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios.
- Asimismo, suelen ser disfuncionales los patrones de contacto ocular, gestual, etc. En la mayoría de los casos existen dificultades en la coordinación motora.
- Con grandes dificultades para llevar y mantener el ritmo normal de una conversación. Se altera fácilmente por cambios en rutinas y transiciones.
- Muy sensible a sonidos fuertes, colores, luces, olores o sabores.
De una forma acotada el Síndrome de Asperger representa una discapacidad para entender el mundo de lo social, que da origen a comportamientos sociales inadecuados, proporcionándole a quien lo vive y sus familiares, problemas en todos los ámbitos, debidos a esa poca adaptabilidad que muestran al entorno.
No saben identificar un sarcasmo, no sienten empatía, dicen las cosas como las piensan —sin ningún filtro—, etc. Asimismo, los déficits sociales están presentes en temas como en la dificultad de en el ritmo de conversación y frecuentemente alteración de la prosodia (entonación, volumen, timbre de voz, etc).
Además, pueden presentar con frecuencia:
- Memoria inusual para detalles.
- Problemas de sueño o de alimentación.
- Problemas para comprender cosas que han oído o leído.
- Patrones de lenguaje poco usuales (observaciones objetivas y/o relevantes).
- Hablar en forma extraña o pomposa, alteraciones de la prosodia, volumen, tono, entonación
- Tendencia a balancearse, movimientos repetitivos o caminar mientras se concentran.
¿Cómo manejar a una persona con Síndrome de Asperger?
Las personas que viven con Asperger son más felices con rutinas y un ambiente estructurado, cuando encuentran dificultad en decidir qué hacer caen en sus actividades preferidas.
Aman la alabanza, ganar y ser primeros pero el fracaso, la imperfección y la crítica les resulta difícil de sobrellevar.
El mal comportamiento proviene a menudo de la inhabilidad para comunicar sus frustraciones y ansiedades. Necesitan amor, dulzura, cuidado, paciencia y comprensión. Dentro de este marco realizan grandes progresos.
Si logramos penetrar en su limitado mundo podremos ayudarles a incorporarse mejor en la sociedad. Tienen necesidad de acabar las tareas que han comenzado. Pueden desarrollarse estrategias para reducir la tensión que experimentan en determinadas situaciones.
- Otras estrategias que se pueden usar para ayudar a una persona con este síndrome son:
- Utilice un lenguaje simple, a un nivel que puedan entender.
- Utilice instrucciones simples. Para los trabajos complicados se utilizan listas o dibujos.
- Intente conseguir la confirmación de que entienden de lo que usted está hablando o preguntando, no se conforme con la respuesta Sí o No que tan habitualmente proporcionan.
- Explíqueles por qué deben mirarle cuando usted les habla, deles ánimo, proporcione alabanzas para cualquier logro, especialmente cuando utilizan espontáneamente una habilidad social.
- En algunos jóvenes que aparentan no escuchar cuando se les habla, el acto de “cantar” sus palabras puede tener un efecto beneficioso.
- Limite cualquier opción a dos o tres ítems.
- Prepárelos de antemano para cualquier cambio y proporcione índices de alerta cuando usted desee que termine una tarea. Intente introducir una cierta flexibilidad en su rutina. Si aprenden temprano que las cosas cambian y, a menudo sin aviso, eso puede ayudar.
- No espere siempre que actúen de acuerdo a su edad. Ellos son generalmente inmaduros y usted debe tener en cuenta esto.
- Intente identificar los “disparadores de la tensión”, evítelos si es posible, esté preparado para distraerles con alguna alternativa, por ejemplo “Ven a ver esto… ” etc.
- Encuentre una manera de hacer frente a problemas del comportamiento. Quizá, restándole importancia si no es demasiado grave o dándole un abrazo a veces puede ayudar.
- Las promesas y las amenazas que usted hace deberán ser respetadas, así que trate de no hacerlas a la ligera.
- Enséñeles algunas estrategias para hacer frente a situaciones difíciles.
NeurOptimal en casos de Síndrome de Asperger
Recordemos que el Síndrome de Asperger no es una enfermedad sino una condición neurobiológica, de la que aún se conoce poco; por lo tanto, no se precisa un tratamiento médico para ello aunque la psicoterapia cognitivo conductual puede ayudar a brindar bienestar emocional al individuo que vive con él.
Asimismo, el neurofeedback dinámico puede ser una herramienta que ayude a procesos adaptativos del entorno, así como para trabajar con la ansiedad, el estrés, los problemas de sueño y las dificultades del lenguaje, entre otros de los rasgos que suelen experimentar.
Por ser esta condición una disfunción neurológica, esta técnica también puede acelerar los resultados de las terapias psicológicas, asimismo puede corregir el funcionamiento cerebral para eliminar síntomas asociados al trastorno tales como el TDAH, problemas de conducta o problemas de aprendizaje.
El entrenamiento con NeurOptimal evidencia mejorías en la atención, en las funciones ejecutivas (flexibilidad cognitiva), una mejoría en el Área Socio-Comunicativa y reducción de las conductas problemáticas (más cooperación e imitación espontánea, mejor reconocimiento de las emociones ajenas, mejoría de las habilidades sociales y comunicativas, reducción del aislamiento social, apatía, conductas reiterativas y estereotipadas), mejoría del funcionamiento global, de las habilidades motoras y perceptivas.