La depresión nos hace perder la concentración y en este artículo verás por qué y cómo NeurOptimal© puede ayudarnos en estos casos en la recuperación.
Hoy más que nunca hablamos de depresión, comenzamos a entender que no es sólo un estado de ánimo decaído sino una enfermedad mental que requiere ser diagnosticada y tratada de manera profesional.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud la depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Se puede considerar que una persona tiene depresión cuando estos sentimientos interfieren en su vida diaria causando dolor tanto en sí misma como en las personas de su alrededor más cercanas a ella.
Síntomas de depresión
Entre los síntomas distintivos de la depresión se encuentran:
- Estado de ánimo irritable o bajo la mayoría de las veces.
- Dificultad para conciliar el sueño o exceso de sueño.
- Cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso.
- Cansancio y falta de energía.
- Sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa.
- Dificultad para concentrarse.
- Movimientos lentos o rápidos.
- Inactividad y retraimiento de las actividades usuales.
- Sentimientos de desesperanza o abandono.
- Pensamientos repetitivos de muerte o suicidio.
- Pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, incluso la actividad sexual.
Consecuencias de la depresión
Además de los evidentes signos de la depresión, sus consecuencias pueden ser desastrosas en la calidad de vida de quien la sufre. A la desilusión que conlleva la enfermedad le sigue la falta de autoestima, el abandono de sí mismo, el sentimiento de soledad.
También pueden existir daños en el organismo de quien padece depresión: dolores de cabeza, musculares o cansancio, a lo que se suma los efectos secundarios de algunos antidepresivos cuando la persona ya está en tratamiento.
Igualmente, la depresión debilita el sistema inmunitario, por lo que también está asociada a diversas enfermedades, infecciones y problemas cardiovasculares.
Como si fuese poco, la incapacidad que puede llegar a causar puede ser motivo de pérdida laboral y acarrear un montón de problemas económicos, esto entre el abanico de consecuencias que puede dejar la depresión.
Concentración y Depresión
A las consecuencias anteriormente mencionadas se suma la pérdida cognitiva, que produce problemas con la memoria, dificultad en la toma de decisiones e inhabilidad para concentrarse.
Ciertamente, en casi todos los casos de depresión se evidencia una clara falta de concentración, lo que está relacionado con la pérdida de interés, con la desilusión, con el cansancio y con el insomnio, todos ellos síntomas de depresión.
Y aunque es frecuente, la pérdida de concentración se toma poco en cuenta para el tratamiento integral de las personas con depresión. Sin embargo, los efectos negativos que ello tiene pueden ser más serios de lo que suponemos.
Problemas laborales o escolares, pérdida del empleo, ruptura en las relaciones con la familia y la pareja y, en general, el desinterés en la cotidianidad y vida doméstica, son algunas de las consecuencias de la falta de concentración derivada de la depresión.
Falta de concentración
Uno de los primeros signos de la depresión es la falta de concentración en el aquí y el ahora. El foco de atención de quien sufre depresión está en su sentimiento de tristeza, cansancio y abulia o apatía. Ello impide centrar la atención en otra cosa que no sea el propio malestar.
De igual forma, si has perdido la ilusión por todo, si no tienes ganas de nada, lo más seguro es que no puedas ni quieras centrar tu atención en nada.
A este malestar se suman los trastornos de sueño, especialmente el insomnio. Si no se duerme ni descansa correctamente puede haber pérdida de capacidades cognitivas y con ello disminuir los niveles de concentración.
La falta de atención incrementa la apatía, hay una incapacidad total de concentración; las tareas y obligaciones se van postergando para cuando la persona “sienta mejor”. Lo que no va a ocurrir si no hay un tratamiento de por medio.
Dejarlo todo para después en las relaciones familiares puede interpretarse como falta de interés, en el trabajo, como irresponsabilidad. Ello comenzará una espiral de problemas que dificultarán salir avante con la enfermedad si no es adecuadamente tratada.
Ni qué decir de la cantidad de problemas laborales que pueden surgir por esta falta de concentración.
Neurofeedback dinámico y falta de concentración por depresión
Ya en otras ocasiones hemos mencionado lo que NeurOptimal® es una técnica que puede ayudar en casos de depresión y también en la falta de concentración.
Los beneficios del neurofeedback dinámico en casos de depresión parten de la posibilidad de hacer uso de una técnica no invasiva, que le proporciona al cerebro la información necesaria para regular la actividad de las ondas cerebrales y, de esa forma, se ajuste y reorganice llevándolo a un estado de mayor rendimiento y flexibilidad.
Entre sus beneficios se encuentran:
- Mejoras en las áreas emocionales: ánimo, humor y autoestima, disminuyendo la ansiedad.
- Mejora la atención, la concentración y la serenidad.
- Permite aumentar la rapidez de repuesta, y por tanto la eficiencia y la productividad.
- Genera propensión a experimentar confianza y satisfacción, siendo muy útil cuando el estado de ánimo es bajo.
- Mejoras en flexibilidad mental.
- Aumento de la plasticidad neuronal.
- Refuerzo de la memoria de trabajo.
- Aumento de la velocidad de procesamiento de la información.
- Mejora de la capacidad de análisis.
- Gestión del estrés.
- Superación del miedo al fracaso.
- Mayor interés y motivación
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