¿Existen diferencias entre el cerebro de las mujeres y el de los hombres? Una pregunta frecuente y que ha sido utilizada para justificar algunas formas de discriminación hacia ellas.
En el Día Internacional de la Mujer, queremos tratar un tema que plantea controversias, mitos y múltiples interrogantes, además de argumentos discriminatorios falazmente fundados en la ciencia. ¿Existen diferencias entre el cerebro de las mujeres y el de los hombres?
Pensar en las posibles diferencias entre el cerebro de un hombre y el de una mujer ha sido un tema recurrente en las investigaciones neurocientífica. Pero también ha dado lugar a la discriminación sistemática de la mujer, basada en el neurosexismo. Existen falsos argumentos científicos que promueven la discriminación hacia ellas por razones neurobiológicas.
¿Existen diferencias biológicas entre el cerebro femenino y el masculino?
En 2012 la neurocientífica Daphna Joel, en una conferencia TEDx, hizo públicas algunas características biológicas que diferenciaban ambos cerebros. Lo que podría explicar por qué se cree que la mujer es más sensible, en tanto que el hombre es más agresivo, pero no lo hace.
Según la biología el cerebro del hombre es más grande que el de la mujer. El córtex, por su parte, es más grueso en las mujeres, así como ellas tienen un hipocampo mayor y una amígdala más pequeña.
En el hombre se encuentra mayor materia blanca (sustancia blanca se encuentra en los tejidos más profundos del cerebro). Mientras que las mujeres tienen más materia gris (sustancia de color gris que está conformada por los axones neuronales).
Esto no explica que las mujeres sean más o menos inteligentes o capaces que el hombre, o tengan habilidades para ciertas tareas y para otras no. La misma Joel declaró en aquella ocasión que no existe un cerebro masculino y uno femenino.
Sin embargo, la científica considera que “los estudios que afirman que hay diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres suelen ser usados políticamente para justificar tratos injustos o discriminatorios entre hombres y mujeres”.
¿Son las mujeres más sensibles por neurobiología?
A lo largo de los años, se han dado a conocer estudios que sostienen que las mujeres tienen mayor empatía, son más sensibles y tienen actividad neuronal en áreas del cerebro que les hacen más propensas a padecimientos mentales como la ansiedad, depresión o el Alzheimer. Que los hombres, por su parte, presentan tasas más altas de trastorno de déficit de atención con hiperactividad o problemas vinculados a la conducta.
Estudios como el del psiquiatra Daniel Amen, fundador y director médico de Amen Clinics, consideran que el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal de las mujeres, en comparación de los hombres es diferente. Lo que explicaría que ellas sean más empáticas, intuitivas y colaborativas, con mayor autocontrol.
Asimismo, ese incremento del flujo sanguíneo en las áreas límbicas del cerebro podría aclarar, en parte, por qué también son más vulnerables a sufrir problemas de ansiedad, depresión, trastornos relacionados con la alimentación o insomnio.
Las mujeres podrían tener mayor análisis crítico
Por otra parte, el estudio realizado en 2014 por un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania y el Hospital de niños de Filadelfia, en EEUU, señaló que los hombres tienen mejor comunicación neuronal dentro de cada hemisferio cerebral y que las mujeres la tienen mejor entre un hemisferio y otro.
Con lo que podría deducirse que los cerebros femeninos estaban mejor dotados para procesamiento analítico e intuitivo y los masculinos para la percepción y la coordinación de las acciones, entre otras posibles interpretaciones.
En 2019, la neurocientífica cognitiva Gina Rippon publicó el libro El cerebro según su género (Gendered Brain), en el que critica estas teorías pues considera los datos obtenidos como débiles y poco contrastados. Considera que es una investigación con un sesgo neurosexista.
¿Existen diferencias entre el cerebro de las mujeres y el de los hombres?
Rippon considera que los cerebros femenino y masculino son mucho más iguales de lo que se cree. Comparando los cerebros de niñas y niños recién nacidos, y considerando su rápido crecimiento, es posible que las diferencias sean más de carácter cuantitativo que cualitativo.
La estimulación y educación que los individuos reciben en determinado contexto puede ser el motivo de las diferencias percibidas, y no debidas a una cuestión genética. Lo que nos lleva a considerar un mito las diferencias del cerebro femenino y el masculino.
Recientemente, Lise Eliot de la Chicago Medical School consideró que hombres y mujeres tenemos las mismas estructuras cerebrales. Las diferencias que sea crean durante el desarrollo tienen más que ver con los entornos educativos, las experiencias vividas que con las diferencias intrínsecas entre los cerebros femenino y masculino.
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