En época de exámenes estas formas de cómo mejorar la concentración para estudiar te serán de gran utilidad para ponerte metas y conquistar tus objetivos.
La concentración es importante cuando estamos hablando del proceso de aprendizaje y estudio; ésta es imprescindible para la adquisición de nuevos conocimientos y que estos lleguen a ser almacenados por la memoria adecuadamente.
¿Qué es la concentración?
Concentrarse consiste en centrar la atención de forma voluntaria sobre un estímulo en concreto, ignorando el resto de influencias del entorno, y mantener esa atención por un tiempo de terminado. Ello depende de una actividad cognitiva que se realiza por medio del razonamiento.
Es una forma de atención selectiva que permite procesar información de interés, centrar todos nuestros sentidos en la tarea que estamos realizando.
No obstante, al margen de padecimientos como el trastorno por déficit de atención u otras patologías, existen momentos en que podemos tener dificultades para concentrarnos.
Fallas normales en la concentración
Dispersión: Se produce cuando se está pendiente de demasiadas cosas y se quiere abarcarlo todo, con lo que en realidad no se presta la atención suficiente a nada. Para superar esta dificultad, es muy útil la organización.
Distracción: Atender estímulos propios, como pensamientos o sensaciones internas, lo que impide concentrarse en estímulos externos que deberían ser más relevantes, como el caso del estudio.
Cansancio: La falta de descanso y un sueño apropiado inciden negativamente en la concentración. Tener un sueño reparador y hacer ciertas pausas será ideal para tener mejor concentración.
Falta de conocimiento previo: En el caso particular del estudio, es necesario conocer y entender los temas que se están estudiando; si no se entiende lo que se lee es difícil poner atención pues termina siendo irrelevante o chocante.
Falta de técnicas de estudio adecuadas: Si no se tienen técnicas adecuadas de estudio se facilita la dispersión y distracción del estudiante.
Desmotivación: Un elemento fundamental en la concentración es la motivación. Tener una razón adecuada, metas y objetivos del estudio es fundamental para entusiasmar al estudiante a mantener la concentración.
Cómo memorar la concentración para estudiar
Te daremos algunas claves para poder concentrarte en el proceso de estudio:
- Busca una motivación. No estudies sólo para pasar el examen. Encuentra una razón positiva que te ayude a mantener la concentración.
- Define objetivos y metas. Las metas pueden ser a corto, mediano y largo plazo. Pueden estar relacionadas con acreditar la materia, los exámenes o acceder a nuevo grado.
- Prepara el entorno de estudio. El ambiente en el que se estudia es importante. Éste debe ser tranquilo, silencioso, acogedor; con buena temperatura e iluminación.
- Ordena tu mesa de trabajo. Una mesa desordenada hace perder el tiempo buscando lo que se necesita en cada momento y además provoca distracciones innecesarias.
- Mantente saludable. Es importante estar bien alimentado y bien hidratado en el tiempo de estudio, pues el cerebro requerirá estos elementos para mantenerse atento y en buen funcionamiento. Lo mismo con el descanso, deberás dormir lo suficiente para lograr tu objetivo.
- Desconéctate. Será ideal que minimices los estímulos que puedan distraerte. Hay que mantenerse alejado de las posibles distracciones. Especialmente hay que silenciar el celular y apagar toda pantalla que pueda distraerte.
- Usa la música a tu favor. La ciencia ha demostrado que escuchar música libera dopamina, lo que significa que es una experiencia placentera y agradable que puede relajar a un individuo y ayudarlo a concentrarse mejor en lo que está haciendo.
Técnicas de concentración
Respirar
Dedica cinco minutos al día para relajarte. En una posición cómoda, cierra los ojos, respira despacio y profundamente fijándote en el proceso al inhalar y exhalar el aire. Si en ese momento se presenta algún pensamiento, procura rechazarlo y vuelve a concentrarte en la respiración.
Leer
La lectura es una forma de enseñar al cerebro a concentrarse. Hazlo durante 30 minutos antes de comenzar a estudiar, en silencio y algo que no tenga que ver con el material de estudio. Leer te ayudar a desconectarte de otras distracciones como el teléfono o la televisión.
Fijación
Elige un objeto a tu alrededor y, durante dos minutos, concéntrate en analizarlo con todo detalle; es importante no dejar entrar en la mente ningún otro pensamiento. Este ejercicio es un buen entrenamiento para después aplicarlo, por periodos de más tiempo, al estudio.
Concentración y memoria
Fíjate con atención en algo, como un coche, la fachada de una casa o una habitación y, tras un rato, cierra los ojos e intenta recordar todos los detalles posibles, incluidos colores, formas o cualquier otro aspecto.
Descanso y distracción
Para lograr una concentración efectiva para el estudio es necesario que también tomes descansos y tengas momentos de distracción controlada.
Luego de 45 minutos de estudio, tómate un recreo de 10 minutos y haz algo diferente para distraerte un rato.
Aunque parezca paradójico, es bueno distraer la mente durante unos minutos, para luego volver a tomar las tareas principales mucho más descansados y concentrados.
Una tarea a la vez
Realizar una sola tarea a la vez. En vez de contestar un email mientras atiendes una llamada telefónica, debes acostumbrarte a enfocar la atención en una tarea concreta y no pasar a otra hasta que la hayamos terminado.
Contar palabras o números
Elige la página de un libro y comienza a contar las palabras de un párrafo largo. Es ideal para hacer una pausa y lograr dirigir nuestra mente a futuras tareas.
Ejercita tu cerebro con neurofeedback dinámico
Un método eficaz para lograr mejores niveles de concentración es el entrenamiento neuronal a través de técnicas como la de NeurOptimal® que, entre otros, nos brinda estos beneficios:
- Incremento del ritmo del aprendizaje.
- Aumento de la plasticidad neuronal.
- Refuerzo de la memoria de trabajo.
- Mejora de la capacidad de atención y concentración.
- Aumento de la velocidad de procesamiento de la información.
- Mejora de la capacidad de análisis.
- Gestión del estrés.
- Superación del miedo al fracaso.
- Mayor interés y motivación por las tareas.
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