Estas 5 adicciones comunes y legales en la actualidad puede tratarse incorporando el neurofeedback dinámico como recurso inicial.

Ya hemos publicado en este blog sobre la importancia de la dopamina en el proceso de motivación positiva, pero también en la adquisición de adicciones. No es el hábito, sino el cerebro el que condiciona la dependencia hacia ciertas sustancias, alimentos y bebidas, o incluso conductas que nos afectan negativamente. 

Recientes estudios publicados por la Brigham Young University, dirigida por el profesor Scott Steffensen, revelan los mecanismos cerebrales que se activan al consumir sustancias adictivas como el alcohol, tabaco o las drogas duras. 

El equipo de Steffenson descubrió que el cerebro responde a las adicciones mediante la generación de una proteína llamada BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), que es la culpable de liberar niveles “anormalmente altos” de dopamina. 

El consumo habitual de una sustancia adictiva hace que el cerebro se acostumbre a ella, haciendo que se suprima la producción normal de dopamina y requiriendo una dosis de esa sustancia para compensar la pérdida.  

La escasez o abstinencia de esos niveles de dopamina genera estrés, ansiedad, irritación y dolor, los cuales, solo se mitigan temporalmente mediante el consumo de la droga que demanda el cerebro. 

5 adicciones más comunes y legales en la actualidad 

Entre las adicciones comunes que producen estos efectos, aun sin necesidad del consumo de sustancias, se encuentran:  

1. Alcoholismo 

El alcoholismo es una de las adicciones más comunes en el mundo, especialmente porque el alcohol es una sustancia legal, pero con efectos altamente dañinos para la salud. Se considera, incluso, que el alcohol tiene más relevancia en la aparición de cáncer que el tabaco.  

Sus efectos se notan tanto a nivel físico, como problemas de equilibrio y la resaca, como cognitivo y psicológico, como inestabilidad emocional, agresividad y menor capacidad de reacción. Además, el síndrome de abstinencia que genera el alcohol puede ser mortal, lo que hace al alcoholismo algo mucho más difícil de superar.  

2. Tabaquismo 

Otra de las más extendidas adicciones a nivel mundial y que, igualmente, se trata de una sustancia más o menos legal y socialmente aceptable, es el tabaquismo. Aunque hoy en día hay más reservas hacia su comercialización y consumo.  

La sustancia que causa adicción al tabaco es la nicotina. Ésta es una sustancia que altera el funcionamiento del cerebro de forma significativa, provocando la adicción. Con el paso del tiempo, si la persona no se fuma su tan deseado cigarrillo, empieza a sentir malestar en forma de ansiedad y nerviosismo. 

3. La comida 

No podemos vivir sin comida, no obstante, los excesos en la ingesta alimentaria pueden ser letales, tanto para el organismo como para el cerebro. Estamos hablando de un consumo incontrolable de alimentos que puede llevarnos a una adicción.  

Nuevamente se trata del consumo de productos legales, incluso imprescindibles en nuestra vida, pero que llegan a controlarnos antes de que nosotros podamos limitar racionalmente su ingesta.  

La adicción a la comida se vincula significativamente con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), especialmente con el trastorno por atracón, en donde la persona pierde control e ingiere grandes cantidades de comida para luego sentirse culpable. Esto lleva a un nuevo episodio de ansiedad que produce mayor apetito, convirtiéndose en un círculo vicioso.  

Una consecuencia obvia de la adicción a la comida puede ser la obesidad y ésta, a su vez, producir daño neuronal.  

En un reciente estudio de la Universidad de Cambridge se analizó la estructura cerebral mediante resonancia magnética y su relación con el peso corporal; los resultados revelaron que las personas con sobrepeso y obesidad pueden padecer mayor atrofia de la materia blanca cerebral. Ello se puede deber a que la obesidad incrementa el riesgo de neurodegeneración o envejecimiento cerebral.   

4. El trabajo 

Una frase común, atribuida a Marx, señala que “el trabajo dignifica al hombre”. Sin embargo, hoy en día el trabajo ha servido como método de evasión emocional frente a una realidad que causa inconformidad; el trabajo se usa como un refugio causando un apego desmedido a la actividad laboral.  

No obstante, el adicto al trabajo no permite descanso para su cerebro y ello puede causar afectaciones que lo dañen.  El cansancio extremo puede empezar a pasar la factura, con la subsecuente fatiga mental. No obstante, evadir el descanso o las vacaciones en pro de la efímera satisfacción que el trabajo tiene consecuencias a nivel físico y mental. 

Cuando el cerebro se acostumbra a la rutina, la motivación desciende considerablemente; ello buscará que se vaya por más trabajo y cada vez más trabajo, alterando de esa manera la bioquímica cerebral como si de consumo de tóxicos se tratara. La falta de descanso potencia el estrés y el malestar, así como las crisis de ansiedad y ataque de pánico. Asimismo, se dan alteraciones del sueño y depresión. 

5. Las compras 

Otra de las adicciones más comunes y legales en la actualidad es la de comprar excesivamente. Aunque poco se habla de la adicción a las compras como una conducta tóxica, ésta tiene como principal problema el de consumir ingentes cantidades de dinero en productos y servicios que no son necesarios. 

El cerebro de las personas que desarrollan la adicción a las compras, se debe a que su cerebro segrega unas sustancias, -endorfinas y dopamina-, que las hace sentir felices, y esto se vuelve adictivo para ellos. Se estima que entre el 10 y el 15 por ciento de la población, tienden a detonar esta particularidad. 

Además, en caso de que se compren objetos innecesarios, se corre el riesgo de que se vaya ocupando con trastos inútiles la casa, pudiendo haber como problema colateral el desarrollo de trastornos como el Diógenes. 

Un Plus: Redes Sociales 

La última pero no menos importante de las adicciones más comunes y legales de hoy en día está vinculada con la tecnología. Cada vez más personas se encuentran enganchadas a los dispositivos tecnológicos (teléfonos, pantallas, computadoras o tabletas), debido a que han desarrollado una importante dependencia hacia ellos y las comunidades a las que son asiduos

La necesidad, cada vez mayor de publicar, nuestra vida y sentir placer por ello, genera una adicción conductual. Es ya una adicción cuando somos incapaces para desconectarnos de los contactos y la actividad de amigos y conocidos a través de las redes sociales, y esto impide que realizamos regularmente nuestras tareas cotidianas.  

Esta conducta, es una forma de conseguir una gratificación social continuada e inmediata, recibiendo atención constante; la gratificación conseguida supone el reconocimiento social y el recibir atención de los otros. 

 Neurofeedback dinámico en el tratamiento de adicciones

Tratar las adicciones requiere de trabajos conjuntos de diversas disciplinas. En el caso de la técnica de neurofeedback dinámico, puede considerarse como una excelente herramienta que ayuda a desenraizar conductas tóxicas como éstas.  

Gracias al ejercicio neuronal, el cerebro irá aprendiendo a corregir las anomalías producidas por estas adicciones. A medida que estas se van modificando, el paciente va mejorando progresivamente. 

Además, neurofeedback hace que las personas con adicciones se familiaricen con aquellas sensaciones que preceden a un mayor riesgo de recaída, dado que este proceso implica recibir un “entrenamiento” en fijarse en los procesos psicológicos que tienen lugar en uno mismo. 

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