Quizá te ha pasado que no puedes soltar tu teléfono celular, que hasta dejas de dormir por echar un ojo a tus redes sociales y te distraes esperando que alguien comente tu publicación. Si no te ha pasado a ti, tal vez conoces a alguien que vive con una adicción a las redes sociales.  

El placer que obtenemos por publicar nuestra vida es, posiblemente, lo que genera esta adicción que incluso puede llegar a interferir el resto de nuestras actividades cotidianas.  

La ciencia sugiere que nuestra actividad en redes sociales, publicando información, activa los centros de placer de nuestro cerebro. De acuerdo a una serie de experimentos realizados por la Universidad de Harvard, las personas obtienen un valor intrínseco al comunicar información de sí mismas en este tipo de plataformas.  

Según esta investigación, realizada a través de tecnología de neuroimágenes, se identificó que la autorrevelación (hablar de uno mismo) está fuertemente vinculado con una mayor activación en las regiones cerebrales que forman el sistema de dopamina mesolímbico, incluido el núcleo acuumbens y el área tegmental ventral, zonas que son conocidas como el sistema de recompensas o el centro neuronal del placer.  

La adicción y el sistema de recompensas 

El sistema de recompensas es un grupo de estructuras cerebrales que se activan mediante estímulos de recompensa o refuerzo, elementos que proporcionan placer. Cuando se expone a un estímulo gratificante, el cerebro responde aumentando la liberación de dopamina, la cual actúa sobre las conexiones del sistema.  

Estas estructuras cerebrales se irrigan con la dopamina a través de la vía dopaminérgica mesolímbica, un conducto que circula por diversas zonas neuronales conocidas, en su conjunto, como sistema de recompensas.  

Es decir, cuando algo nos es gratificante, se dispara la dopamina que llega a esta región y la sensación producida es igualmente tan placentera que se reactiva el ciclo de producción de dopamina; pero esta vez el cerebro quiere más dopamina y así sucesivamente, hasta generar una adicción con requerimientos de “dosis” cada vez mayores.  

Adicción a las redes sociales 

En los experimentos realizados se descubrió que la autorrevelación (hablar de sí mismo) ilumina las mismas áreas del cerebro que también se activan mediante actividades placenteras. Así, publicar información de nosotros mismos en las redes sociales y, en el mejor de los casos, obtener reacciones positivas y buenos comentarios nos es tan gratificante que buscaremos repetir la sensación una y otra vez, incrementando la dosis.  

Esta necesidad cada vez mayor de publicar nuestra vida y sentir placer por ello, genera una adicción conductual. Es ya una adicción cuando somos incapaces para desconectarnos de los contactos y la actividad de amigos y conocidos a través de las redes sociales, y esto impide que realizamos regularmente nuestras tareas cotidianas. 

Esta conducta, es una forma de conseguir una gratificación social continuada e inmediata, recibiendo atención constante; la gratificación conseguida supone el reconocimiento social y el recibir atención de los otros. 


NeurOptimal® para controlar la adicción a redes sociales 

El neurofeedback dinámico de NeurOptimal® tiene efecto sobre la actividad cerebral producto de la activación de la vía dopaminérgica de la motivación, facilitando a la persona el control de sus impulsos y que se reduzca la ansiedad compulsiva por la causa de la adicción.  

Además, permite tratar los factores emocionales potenciadores de la adicción conductual, ayudando a reducir el estado de ansiedad que se asocia a ello; así se consiguen cambios conductuales persistentes.  

NEURODOZA | CITAS 

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