Las exigencias de la vida contemporánea nos exponen a riesgos contra la salud mental en el entorno laboral. Hoy te decimos qué riesgos se corren y cómo cuidarte para evitar trastornos.  

Este 10 de octubre es Día Mundial de la Salud, un tema que debe hablarse cada vez más, para dejar atrás los estigmas que le rodean y alcanzar una cobertura de atención para el mayor número de personas en el mundo.  

Consideremos que, actualmente, existen más de mil millones de personas en el mundo con un trastorno psicológico, y se prevé que para el 2030 la salud mental sea la principal causa de discapacidad a nivel global.  

Las cifras reclaman atención 

Tan solo en el primer año de la emergencia sanitaria por Covid 19, los padecimientos mentales crecieron un 25% a nivel mundial, de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se agudizaron problemas como la depresión, ansiedad, burnout y desórdenes obsesivos-compulsivos.  

Ante este panorama, es importante que todos los entornos donde se desarrolla el individuo consideren las modificaciones pertinentes para cuidar de la salud mental de las personas, especialmente en las áreas de trabajo.  

De acuerdo con la OMS, los entornos laborales deficientes que, por ejemplo, dan cabida a la discriminación y la desigualdad, las cargas de trabajo excesiva, el control insuficiente del trabajo y la inseguridad laboral, representan un riesgo para la salud mental. 

Estadísticas de la plataforma Cuéntame exponen que 70% de los colaboradores tienen estrés elevado todos los días, lo que puede traer además consecuencias de enfermedades físicas como la diabetes o padecimientos cardiovasculares.  

De hecho, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cerca de dos millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con su actividad laboral y un tercio de los trastornos ocupacionales se debe a las largas jornadas de trabajo, de acuerdo con el documento “The Good Work Framework del Foro Económico Mundial (FMI).   

¿Por qué es importante la salud mental? 

La salud mental es un estado de bienestar por medio del cual los individuos reconocen sus habilidades, son capaces de hacer frente al estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y contribuir a sus comunidades. 

Cuidar de la salud mental es importante porque puede ayudar a: 

  • Enfrentar el estrés de la vida. 
  • Estar físicamente saludable. 
  • Tener relaciones sanas. 
  • Contribuir en forma significativa a su comunidad. 
  • Trabajar productivamente. 
  • Alcanzar su completo potencial. 

Riesgos de la salud mental en el entorno laboral 

Los riesgos para la salud mental en el trabajo, también denominados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con el contenido o el horario del trabajo, las características específicas del lugar de trabajo o las oportunidades de desarrollo profesional, entre otras cosas.  

Estos riesgos pueden incluir:  
  • Insuficiencia de capacidades o su empleo insuficiente en el trabajo.  
  • Cargas o ritmo de trabajo excesivos, falta de personal. 
  • Horarios excesivamente prolongados, antisociales o inflexibles. 
  • Falta de control sobre el diseño o la carga del trabajo. 
  • Condiciones físicas de trabajo inseguras o deficientes. 
  • Cultura institucional que permite los comportamientos negativos. 
  • Apoyo limitado por parte de colegas o supervisión autoritaria. 
  • Violencia, acoso u hostigamiento. 
  • Discriminación y exclusión. 
  • Funciones laborales poco definidas. 
  • Promoción insuficiente o excesiva. 
  • Inseguridad laboral, remuneración inadecuada o escasa inversión en el desarrollo profesional. 
  • Demandas conflictivas para la conciliación de la vida familiar y laboral. 

La prevención es la clave en un panorama en el que existen más de 1000 millones de personas en el mundo con un trastorno psicológico, mientras que solo 2% del presupuesto de los países para el sector salud se destina a tratar el bienestar mental de las personas, según arrojan datos de la OMS. 

Cómo promover la salud mental en los espacios de trabajo 

Para proteger y promover la salud mental en el trabajo hay que fortalecer las competencias encaminadas a que se reconozcan los problemas de salud mental en el trabajo, y a que se tomen medidas al respecto, en particular de las personas responsables de supervisar a otras, como los administradores.  

Con el fin de proteger la salud mental, la OMS recomienda lo siguiente:  

  • Capacitar a los administradores en la esfera de la salud mental para ayudarles a que reconozcan y respondan a las dificultades de las personas con angustia emocional a quienes supervisan; desarrollen competencias interpersonales como la comunicación abierta y la escucha activa; y comprendan mejor de qué manera los factores estresantes en el trabajo pueden afectar a la salud mental, y cómo pueden gestionarlos. 
  • Capacitar y sensibilizar a los trabajadores respecto de la salud mental, para mejorar el conocimiento en ese ámbito y reducir la estigmatización respecto de los trastornos mentales en el trabajo. 
  • Intervenciones dirigidas a las personas para que desarrollen aptitudes que les permitan gestionar el estrés y reducir los síntomas relacionados con la salud mental, incluidas intervenciones psicosociales y oportunidades de actividad física recreativa. 

¿Cómo cuidar la salud mental en el trabajo? 

 Con base en estas sugerencias de la OMS, se puede atribuir a cada colaborador acciones personales que cuiden de su salud mental. Entre ellas:  

  1. Establecer vínculos con los compañeros de trabajo. Las relaciones sociales saludables ayudan a prevenir la aparición de enfermedades mentales. 
  1. Mantenerse activo físicamente. El ejercicio previene la aparición de la depresión y la ansiedad en personas de todas las edades. Para mantenerse activo en el lugar de trabajo se pueden realizar pausas activas, caminar un poco y hacer estiramientos.  
  1. Poner atención a las señales del cuerpo. Identificar las señales anormales que el organismo manifiesta en una situación de demasiado estrés o cansancio, por ejemplo. Si se siente apático, con baja energía, falto de motivación, son señales de que algo no anda bien. Es importante acudir con un profesional de la salud para una revisión.  
  1. Evitar limitar la vida a lo laboral. Hay una falsa idea de productividad que nos ata a la vida laboral y genera una especie de adicción respecto a nuestras tareas y responsabilidades en el trabajo. Sin embargo, por más horas que se dediquen a la vida laboral no siempre serán igualmente productivas, por el contrario, pueden ser causantes de trastornos mentales. 
  1. Encontrar espacios personales frente al trabajo. El trabajador debe hacerse de espacios personales para descansar, tener momentos de recreación, así como para socializar y pasar tiempo con su familia.   
  1. Expresar emociones. Es relevante que cada persona, dentro y fuera del espacio laboral, sea capaz de hablar sobre cómo se siente y lo que necesita para estar bien. Encontrar espacios seguros para expresar sus emociones, aún dentro del trabajo, es vital para cada persona.  
  1. Aprender a pedir ayuda. Los seres humanos sin problemas no son reales, así que no tienen por qué sentirse mal si el cansancio y la sobrecarga laboral hacen que las cosas no salgan como las planeas. Es crucial pedir ayuda antes de llegar a extremos fatales.  
  1. Cuidar la salud física. Tan importante es cuidar de la mente como del cuerpo. El trabajador debe tener oportunidad de cuidar de su salud, desde acceso a una dieta balanceada, así como que se respeten sus horarios de comida. Igualmente debe poder tener descansos, tiempo para ejercitarse y descanso suficiente para prever cualquier enfermedad de orden físico o mental.  

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