Retos del TDAH en la etapa escolar

Al identificar los retos del TDAH en la etapa escolar, podremos facilitar a los niños las herramientas que les permitan minimizarlos y tener éxito en su rendimiento académico.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición de carácter neurobiológico que padece entre 2 y 5% de la población infantil. El trastorno implica un patrón de deficiencia en la atención del niño, la hiperactividad y/o impulsividad.

Y aunque la proporción de personas con TDAH se ha incrementado en los últimos años, el diagnóstico no se logra sino hasta los seis o siete años, cuando el niño comienza la educación primaria.

Problemas escolares en casos de TDAH

Los maestros suelen ser los primeros en darse cuenta de los signos en los pequeños debido a las dificultades en el rendimiento escolar y la presentación de disfunciones sociales.

Un tema complicado, pues cuando los padres conocen el diagnóstico de sus hijos, quizá previamente habrán teniendo que enfrentar alguna clase de conflicto con la institución escolar a la que acuden sus niños, debido a la falta de atención en clase, malas calificaciones o constantes reportes debido a su “mal comportamiento” ya que el niño está distraído o tienen conductas impulsivas.

Problemas comunes en el aula, pues el TDAH suele afectar la capacidad de los estudiantes para concentrarse, prestar atención, escuchar o esforzarse en hacer el trabajo escolar; también puede hacer que esté inquieto, hable demasiado o interrumpa la clase.

Esto suele ser angustiante para los padres, ya que deben lidiar con el diagnóstico y con la situación académica de los niños, buscando recursos que permitan a sus hijos un desarrollo adecuado tanto en el terreno escolar como en el familiar y social.

¿Qué retos enfrenta los niños con TDAH en el aula?

Los niños y niñas con TDAH padecen mucho su estadía en la escuela pues su condición les impide tener un desempeño que cumpla por completo las expectativas de cualquier sistema educativo convencional. Entre las complicaciones que experimentan están: *

No escuchan, no se fijan.
Se les olvida, no retienen, o pierden la información sobre lo que tiene que hacer, por lo que no cumplen los deberes encomendados.
No interiorizan las normas, así que pueden rebasar los límites.
Saben hacer muchas cosas, pero no son capaces de llevarlas a término. Hay que estar encima de ellos para conseguirlo.
El ambiente, el contexto, la situación no les sirve para controlarse, no les llega la información sobre qué es lo adecuado, qué debe hacer o que se espera de él en ese momento.
Dicen lo primero que se les ocurre, hacen lo primero que piensan.

Todos los estímulos les entretienen, no saben poner un filtro para atender solo al pertinente y al adecuado a la situación.
No son capaces de atender mucho tiempo a una sola tarea que les suponga esfuerzo mental.
No aprenden por las consecuencias.
No anticipan lo que va a pasar. No evalúan las consecuencias de sus acciones.
Desconocen que pueden recordar el pasado para saber cómo actuar.

El castigo no les sirve para aprender a comportarse bien.
No tienen un tiempo de espera, un tiempo de reflexión antes de actuar.
Cuando más necesario es que estén quietos, más inquietud les entra.
No tienen conciencia del tiempo, ni regulan el mismo: o van muy rápido en tareas que se requiere ir despacio, o van muy despacio en tareas en las que se puede ir rápido.

Distracción, inquietud y espontaneidad son causantes de complicaciones en el proceso de aprendizaje en el aula e incluso posibles generadores de conflicto con las autoridades académicas, por ello, los padres deben analizar bien el tipo de escuela a la que asistan sus hijos con TDAH.

¿Cómo elegir una escuela apropiada para los niños con TDAH?

Para identificar si una escuela es ideal para un niño o una niña con TDAH, hay que considerar las siguientes características: *

Que el niño pueda recibir una educación lo más personalizada e integradora posible en su centro educativo más cercano.
Que el número de niños por aula no sea demasiado elevado.
Que el profesorado conozca el trastorno le ayudará a ser más flexible y poder adaptarse a las necesidades del alumno con TDAH.

Es importante que el niño se encuentre cómodo en su centro educativo y que tenga un grupo de amigos con los que pueda compartir juegos, aficiones y actividades extraescolares.
Buscar un entorno escolar que sea motivador y que busque las fortalezas del alumno. Siempre habrá alguna faceta en la que destaque.
El profesorado debería ser cercano tanto al niño como a la familia y estar dispuesto a colaborar si se le solicita un informe sobre su rendimiento y comportamiento o que rellene algún cuestionario si lo pide su pediatra o médico de forma adecuada (por escrito).

¿Cómo pueden los padres apoyar el aprendizaje de los niños con TDAH?

Los padres pueden y deben tener estrategias que ayuden y faciliten que su hijo aprenda a regularse y autocontrolarse. Para ello hay que centrarse en trabajar principalmente en torno a los siguientes puntos:

Estructuración del ambiente: hábitos, rutinas, organización, planificación, horarios, órdenes, normas.
Externalización de la información: carteles, fotos, dibujos, relojes, contadores, señales acústicas.
Internalización de los procesos: guía externa de la conducta, pensar en voz alta, repetirse la orden, modelado cognitivo, autoinstrucciones que se trabajan con la imaginación (el pasado y el futuro).

NeurOptimal® como apoyo en la vida escolar de niños con TDAH

Para ayudar en el trabajo de aprendizaje académico, además de los tratamientos psicológicos y médicos, los niños pueden contar con técnicas de entrenamiento cerebral de vanguardia como el de NeurOptimal.

Este sistema permite enfocar la atención, algo fundamental para cambiar los pensamientos, emociones y acciones obteniendo resultados diferentes y más satisfactorios según los objetivos que marcados.

Su enfoque es esencial para mantener la claridad sobre las metas que se buscan alcanzar, sus beneficios permiten: