Descubre aquí qué es la neuropatía periférica y cómo puede ayudar el neurofeedback dinámico a la mejora de sus síntomas.
El cerebro es el comandante del todo el sistema nervioso, tanto central como periférico, ese cableado neuronal que permite que el cuerpo se comunique entre sí y tenga una respuesta óptima a todas las situaciones de la vida. Pero en ocasiones, el cableado resulta dañado y dificulta la interconexión del organismo con el cerebro. En este caso hablamos de una neuropatía.
El sistema nervioso periférico envía información desde el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) hacia el resto del cuerpo. Los nervios periféricos también envían información sensorial al sistema nervioso central.
El sistema nervioso periférico está formado por:
- Los nervios que conectan la cabeza, el rostro, los ojos, la nariz, los músculos y los oídos con el cerebro (pares craneales).
- Los nervios que conectan la médula espinal con el resto del organismo, incluidos los 31 pares de nervios espinales.
- Más de 100 mil millones de células nerviosas que recorren todo el cuerpo.
Asimismo, cada nervio del sistema periférico tiene funciones específicas, y acorde a ello se clasifican de la siguiente forma:
- Nervios sensoriales que tienen sensibilidad, p. ej., a la temperatura, el dolor, la vibración o el tacto, de la piel.
- Nervios motores que controlan el movimiento muscular.
- Nervios autónomos que controlan funciones como la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la digestión y la vejiga.
¿Qué es la neuropatía periférica?
La neuropatía es una lesión o degeneración de los nervios, especialmente de los nervios periféricos, los cuales se encuentran fuera del cerebro y de la médula espinal, pero se comunican con el cerebro.
La prevalencia estimada de neuropatías periféricas en la población general es un 2% y en los adultos con más de 55 años puede llegar a ser sobre el 10%.
Este daño puede ser el resultado de lesiones traumáticas, infecciones, tumores, problemas metabólicos, causas hereditarias y exposición a toxinas. Aunque una de las causas más comunes es la diabetes.
Síntomas de neuropatía periférica
Quienes padecen este daño por lo general, describen el dolor como punzante, escuece o quema, u hormigueante. Aunque de acuerdo a la función de cada nervio será el tipo de daño o síntoma que reporte.
En general, los signos que pueden presentarse ante una neuropatía periférica son:
- Inicio gradual de entumecimiento, hormigueo o cosquilleo en los pies o las manos, que puede extenderse hacia arriba hasta las piernas y los brazos.
- Dolor agudo, punzante, pulsátil o quemante.
- Sensibilidad extrema al tacto.
- Dolor durante las actividades que no deberían causar dolor, como el dolor en los pies al poner peso sobre ellos o cuando están debajo de una manta.
- Falta de coordinación y caídas.
- Debilidad muscular.
- Sensación de estar usando guantes o calcetines cuando no es así.
- Parálisis si los nervios motores están afectados.
En el caso de nervios autónomos afectados, se puede identificar:
- Intolerancia al calor.
- Sudoración excesiva o no poder sudar.
- Problemas intestinales, vesicales o digestivos.
- Cambios en la presión arterial que provocan mareos o vértigo.
Neurofeedback dinámico auxiliar en el tratamiento de neuropatía
El neurofeedback se muestra como un recurso prometedor en la reducción de los síntomas de daño neurológico, especialmente aquel daño inducido por la quimioterapia en sobrevivientes de cáncer.
Esta técnica induce la neuroplasticidad para modular la actividad cerebral y mejorar los síntomas de la neuropatía, disminuyendo el dolor crónico y aumento en la calidad de vida en pacientes con esta clase de molestia.
Además el neurofeedback dinámico puede ayudar a mejorar el estado de ánimo de quienes se ven afectados por la neuropatía periférica, promoviendo la relajación, la ansiedad y depresión que pueda causarle la enfermedad.
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