El trastorno de síntomas somáticos suele ser una condición derivada del trastorno de ansiedad generalizada. Cualquier persona pueden padecerlo y el neurofeedback dinámico es útil en el apoyo al tratamiento.
Robert ha tenido dolor de cabeza toda la tarde, la verdad es que no durmió bien, sin embargo está seguro de que tiene un tumor cerebral. Marina, por su parte, se ha observado un moretón y la pierna le duele, no recuerda haberse golpeado por lo que su mente le lleva a pensar que tiene alguna extraña enfermedad referente a la sangre.
Robert y Marina se han conocido en la consulta del médico familiar, se platican sus síntomas y suman a ellos las hipótesis de las graves enfermedades que podrían estar sufriendo. Aunque la realidad es que él sólo ha tenido una jaqueca y Marina se ha hecho un moretón al golpearse con la mesa de centro, aunque no lo recuerde.
Sin embargo, hay algo en común entre ellos: sufren del trastorno de síntomas somáticos (TSS), presente cuando una persona tiene angustia o ansiedad extrema y exagerada ante la presencia de síntomas físicos
¿Qué es el Trastorno de síntomas somáticos?
Evidencia una reacción a síntomas físicos exagerada y sin fundamento. Conocido también como trastorno somatomorfo, implica una intensa concentración de la persona en síntomas físicos como dolor o fatiga, hasta el punto de causarse una gran angustia emocional y problemas para desenvolverse normalmente en la vida cotidiana.
Quienes viven un TSS pueden creer que los padecimientos médicos cotidianos son mortales. Suele pensar lo peor de algunos síntomas y hace consultas frecuentes con el médico, pues continuará buscando explicaciones, aunque se hayan descartado enfermedades graves. La ansiedad no mejorará aunque los resultados de los exámenes sean normales.
Asimismo, es importante considerar que una persona con TSS no finge los síntomas. El dolor y otros problemas son reales, y pueden ser provocados por algún padecimiento, pero no de la gravedad que el individuo considera.
También es muy posible que los síntomas no tengan una explicación clara o alguna causa física. El problema principal es la reacción extrema y los comportamientos relacionados con los síntomas.
Características del Trastorno de síntomas somáticos
Entre las características del trastorno de síntomas somáticos se encuentran:
- Sensaciones específicas, como dolor o dificultad para respirar, o síntomas más generales como cansancio y debilidad.
- Los síntomas no están relacionados con una causa médica identificable.
- Son síntomas únicos, múltiples o variables.
- Los síntomas pueden ser variables en intensidad, de leves a graves.
- Existen pensamientos, sentimientos y comportamientos exagerados frente a los síntomas.
- Los pensamientos distorsionados pueden causar incluso una incapacidad.
Entre los pensamientos más frecuentes de una persona con TSS frente a sus síntomas se encuentran.
- Preocupación constante sobre posibles enfermedades.
- Interpretación de sensaciones físicas normales como signos de enfermedades físicas graves.
- Temor sobre la gravedad de los síntomas, aún sin que exista evidencia.
- Pensamientos sobre la amenaza o daño que representan las sensaciones físicas.
- Sensación de que la evaluación o el tratamiento médico no han sido adecuados.
- Temor de que la actividad física pueda causar daños al cuerpo.
- Revisión repetitiva del cuerpo en busca de anomalías.
- Consultas frecuentes al médico que no eliminan las preocupaciones o que las empeoran.
- Ausencia de respuesta al tratamiento médico o sensibilidad inusual a los efectos secundarios de los medicamentos.
- Afectación más intensa de la esperada para el trastorno médico.
Causas del trastorno de síntomas somáticos
Entre las causas probables que desencadenan el trastorno de síntomas somáticos se encuentran:
- Factores genéticos y biológicos, como mayor sensibilidad al dolor.
- Influencia familiar, que puede ser genética, ambiental o ambas.
- Rasgo de negatividad en la personalidad, que puede impactar en la forma en que identificas y percibes la enfermedad y los síntomas corporales.
- Menor percepción de las emociones o problemas para procesarlas, lo que provoca que el foco sea los síntomas físicos en lugar de los problemas emocionales.
- Conducta aprendida, por ejemplo, la atención y otros beneficios obtenidos luego de haber padecido una enfermedad; o las «conductas de dolor» en respuesta a síntomas, como evitar excesivamente la actividad, lo cual puede aumentar tu nivel de discapacidad
Diferencia entre el TSS y la Hipocondría
Aunque hay quienes suelen confundir el trastorno de síntomas somáticos con la hipocondría o trastorno de ansiedad por enfermedad, la realidad es que son trastornos diferentes.
El hipocondríaco sufre una preocupación excesiva por su salud como síntoma de su trastorno de ansiedad. Sin embargo, en el mayor número de casos no hay síntomas o no existen daños orgánicos objetivos que justifiquen el miedo.
No obstante, la angustia generalmente tiene que ver con el miedo a la muerte o con otro tipo de afrontamientos que se evitan con al pensar en las posibles enfermedades, así como precauciones y cuidados excesivos.
En cambio, en el paciente psicosomático existen síntomas o padecimientos físicamente evidentes, pero que son causados por un trastorno de origen psicológico. Suele existir una enfermedad que representa un conflicto emocional inconsciente.
Tratamiento
Como otros trastornos de índole ansioso, el abordaje del TSS se recomienda sea integral. Se debe considerar la psicoterapia y quizá alguna medicación como antidepresivos o ansiolíticos.
Igualmente, se puede apoyar el tratamiento con la asistencia del entrenamiento neuronal, con técnicas como NeurOptimal®, que promueven la aceleración de los efectos de la psicoterapia, entre otros beneficios.
Además, ante las exigencias de la situación que se experimenta en la ansiedad, el cerebro tiene que modificar su adaptación, lo que no siempre es posible de la manera acelerada que el contexto le exige. Para facilitar la corrección del funcionamiento cerebral, el neurofeedback dinámico se ha identificado como una herramienta fundamental, pues ayuda al cerebro a adaptarse al nuevo entorno de manera natural. A través de las sesiones en NeuroDOZA se habla directamente al cerebro en un lenguaje comprensible y directo, y se le comunica lo que no está haciendo correctamente para que pueda corregirlo.
También podemos considerar al neurofeedback dinámico como una excelente manera de rehabilitación cognitiva y útil para acelerar los cambios que se dan otras terapias psicológicas, pues actúa en el sistema nervioso central y por lo tanto ayuda a evolucionar a nivel físico, mental y emocional.
El innovador sistema NeurOptimal con el que trabajamos, corrige la actividad cerebral basándose única y exclusivamente en la plasticidad cerebral propia de cada uno. Al ser un método de auto-regulación y auto-regulación cerebral, le comunica al cerebro aquello que no va bien o no funciona adecuadamente y éste reacciona, sabiendo perfectamente lo que tiene que hacer reorganizándolo.
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