Por qué no duermen los niños, una pregunta frecuente en la consulta del pediatra que puede tener diversos motivos, pero pueden tener una sola ayuda para evitarlo: Neurofeedback dinámico.
Dormir como un bebé es una hermosa metáfora de un sueño reparador y sosegado, que nos brinde el reposo que el cuerpo necesita para recargar energías y depurar el organismo. Sin embargo, los niños no siempre duermen como “angelitos”, ellos también pueden sufrir de insomnio por diversas causas.
Los niños no están exentos de experimentar algún trastorno del sueño que les imposibilita tener el descanso que requiere su cuerpo para crecer sanamente. Se estima que alrededor del 30% de las visitas al pediatra tienen relación con algún problema relacionado con el sueño infantil.
Ciclos del sueño infantil
De acuerdo con el Instituto del Sueño de Madrid, desde antes del nacimiento, los niños tienen neuronas cerebrales con capacidad de ejercer como reloj biológico. Éstas controlan el sueño y la vigilia, lo que hace que el niño duerma a ciertas horas y esté despierta a otras.
Sin embargo, el funcionamiento de este reloj biológico también está determinado por las condiciones medioambientales que definen los patrones de luz y oscuridad. Durante los periodos de oscuridad, el cerebro produce una hormona llamada melatonina, la cual nos induce al sueño.
Durante el día, la luz solar inhibe la producción de esta hormona para mantenernos despiertos. Aproximadamente, a partir del tercer mes de vida se aprende a sincronizar estas dos informaciones, de manera que puede empezar a coincidir el ciclo vigilia-sueño con el ciclo día-noche.
Los patrones de sueño se empiezan a definir por estos ciclos de acuerdo a la edad del niño, definiendo así las horas que éste debe dormir. Las necesidades del sueño varían en cada caso, ya que no hay un patrón homogéneo para todos.
Trastornos del sueño en el niño
Sin embargo, si le cuesta regularmente conciliar el sueño o mantenerlo a lo largo de la noche o si se encuentra cansado y soñoliento durante el día, se debe sospechar la existencia de un problema de sueño o de los hábitos que conducen a éste.
Entre los trastornos del sueño en el niño se encuentra propiamente el insomnio, pero también otros trastornos o síndromes como el de la pierna inquieta y el de retardo de fase.
INSOMNIO
Entre las dificultades que el niño puede tener para quedarse dormido se encuentran el propio insomnio, éste debido a malos hábitos e higiene del sueño o bien por temas de estrés y ansiedad.
El insomnio se caracteriza por la dificultad para iniciar y mantener el sueño, o bien la sensación de no haber dormido bien y que esto se alargue, al menos, durante un mes seguido.
Asimismo, los niños pueden tener dificultad para dormir a causa de alguna alergia no diagnosticada, por causa de un dolor —el cual suele exacerbarse durante la noche—, enfermedades crónicas; por enuresis, o medicamentos que puedan alterar sus ciclos de sueño.
SÍNDROME DE LA PIERNA INQUIETA
En semanas anteriores escribimos un artículo sobre el Síndrome de la Pierna Inquiera, el cual genera un estado de incomodidad en las extremidades a partir de que la persona se mantenga en la posición acostada, cuando se está en reposo, sentado o acostada (generalmente por las noches).
Esta molestia sólo se alivia temporalmente con el movimiento, ya sea que la persona se levante, camine o de agite la extremidad. Incluso puede causar impulsos incontrolables de mover las piernas debido a esa incómoda sensación.
El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico frecuente del sueño, que tiene sus primeros síntomas entre los 10 y 20 años de edad y trasciende hacia la adultez.
La inquietud que produce, así como la urgente necesidad de moverse que provoca este síndrome, hacen que la persona despierte constantemente.
SÍNDROME DEL RETARDO DE FASE
Este síndrome es una alteración del ritmo del sueño que comienza a manifestarse, normalmente, a partir de los 10 años; se caracteriza por insomnio a la hora de acostarse y por la dificultad para despertarse por la mañana en el momento que toca, lo que conlleva somnolencia durante el día.
El niño puede manifestar cansancio diurno, bajo rendimiento escolar y/o disminución de la atención.
SÍNDROME DE LA APNEA-HIPOPNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO
Este es un trastorno respiratorio que se produce durante el sueño y se caracteriza por la presencia de episodios repetidos de obstrucción completa o parcial de las vías aéreas superiores porque las partes blandas de la garganta se colapsan y se cierran durante el periodo de sueño.
Algunas alteraciones anatómicas como amígdalas grandes o malformación craneal, enfermedades neurológicas y sufrir obesidad o reflujo gastroesofágico facilitan este síndrome.
SONAMBULISMO
El sonambulismo es un trastorno del sueño muy común en niños en edad escolar. Suele ser benigno y se resuelve con la edad sin necesidad de tratamiento. El niño no responde a estímulos externos y no recuerda nada.
TERRORES NOCTURNOS
Los terrores nocturnos son un tipo de trastorno del sueño que parece una pesadilla, aunque mucho más espectacular.
Durante estos episodios, se sientan en la cama de forma brusca y empiezan a llorar y a gritar, mostrando signos de pánico y ansiedad.
Al contrario que en las pesadillas, los que los sufren no se despiertan con facilidad, aunque otros intenten sacarle del trance. Si al final consiguen despertarse, se encuentran confusos y desorientados, sin recordar lo que ha pasado.
Que un niño padezca terrores nocturnos no significa que tenga un trastorno mental o psicológico. Estos episodios pueden darse por fatiga o por tensión emocional y los sucesos traumáticos recientes como la pérdida de un familiar o de un ser querido también influyen. Los factores genéticos y hereditarios también pueden desencadenarlos.
¿Cómo ayudar a los niños con trastornos del sueño?
En términos muy generales, las recomendaciones que podemos establecer son:
- Si se cree que la causa puede ser médica, hay que acudir al especialista con el niño, para resolver el problema. El especialista del caso será quien dé indicaciones del tratamiento que debe seguir.
- Si la causa está en los hábitos de sueño mal aprendidos o problemas conductuales, podemos intentar poner en marcha el siguiente plan, acudiendo al psicólogo o al médico especializado en estos problemas si pasada una semana no conseguimos resultados.
- Igualmente se pueden consultar a los especialistas en clínicas del sueño, donde se pueden hacer una serie de estudios para identificar la causa y solución del problema.
Dormir mejor entrenando con NeurOptimal
El entrenamiento cerebral con neurofeedback dinámico brinda muchos beneficios para poder tener un sueño reparador y disminuir los síntomas del SPI. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Calma metal para el correcto descanso y Recuperarse de los problemas de sueño, de cualquier tipo.
- Obtener un sueño reparador que permita sentirse más descansado por el día.
- Conciliar el sueño en mucho menos tiempo, no despertarse tantas veces o volver a dormir sin problemas en caso de despertar por las noches.
- Disminuir la ansiedad, estrés, tristeza que en muchos casos lleva asociado con los problemas de sueño.
- Se logra tener mayor tranquilidad tanto de día como de noche.
- Ayuda en la regulación de la producción de neurotransmisores.
- Se disminuye la impulsividad e hiperactividad.
- El cerebro aprende a regularse para tener mayor calidad de sueño, afectando positivamente nuestra calidad de vida, con efectos permanentes.