El Neurofeedback dinámico en el tratamiento contra las adicciones ha sido una herramienta fundamental, tanto en el abordaje psicológico como en la manera de afrontar los daños causados a nivel neuronal.
Existen muchas sustancias que alteran la composición del cerebro, algunas de ellas son legales y de uso cotidiano, aun siendo tóxicas; y también están las drogas de carácter no legal, que suelen ser adictivas y dañar severamente el sistema neuronal.
La adicción en el cerebro
Estas sustancias que pueden brindarnos una sensación de placer inmediato pero temporal inciden directamente el circuito de gratificación del cerebro, inundándolo de dopamina. Ésta es un neurotransmisor, que se encuentra en la zona que regulan el movimiento, las emociones, la cognición, la motivación y los sentimientos de placer.
Pues bien, la mayoría de los estupefacientes son capaces de activar la misma zona cerebral del placer y multiplicar hasta por diez las sensaciones agradables, lo que afecta a la motivación, el autocontrol o la moralidad.
Cuando, a través de este tipo de sustancias, se sobre estimula el sistema de recompensas se produce un efecto de euforia que gusta al cerebro; el mismo que intentará repetir la experiencia, cada vez de forma más intensa y frecuente, generando así la adicción.
Consecuencias de la adicción en el cerebro
La adicción a sustancias tóxicas no se limita a ciertas edades, sexo o condición social, lo sabemos. No obstante, según la edad de cada persona adicta será el daño que reciba su cerebro.
Adolescencia
Consumir drogas, en la adolescencia, cuando el cerebro todavía está en desarrollo, puede crear cambios duraderos y aumentar el riesgo de dependencia. A esta edad, el consumo de sustancias tóxicas genera mal comportamiento y un pobre desempeño escolar. El factor de riesgo se suma a que, en esta etapa, se da una inhibición del córtex frontal, encargado del aprendizaje y la toma de decisiones.
Adultez
En la adultez, el consumo de drogas puede generar problemas para pensar con claridad, pérdida de memoria y falta de atención. Las drogas alteran la manera de pensar, sentir y comportarse de las personas debido a que afectan la neurotransmisión —el proceso de las neuronas para comunicarse—.
La exposición crónica a las drogas interrumpe la manera en que las estructuras esenciales del cerebro interactúan para controlar el comportamiento, en particular, el comportamiento específicamente relacionado al abuso de drogas.
Así como el abuso continuado puede llevar a la tolerancia o a la necesidad de dosis más altas de la droga para producir efecto, también puede llevar a la adicción, que hace que el abusador busque y consuma drogas compulsivamente.
La drogadicción daña el autocontrol y la capacidad del usuario de tomar decisiones sanas, mientras envía impulsos intensos para que consuma drogas.
Cada droga un efecto en el cerebro
De acuerdo con la sustancia empleada, el cerebro tendrá una determinada respuesta:
- Cocaína. En el caso de la cocaína, los efectos de la desinhibición y la pérdida de control de nuestros actos se debe a que en la corteza prefrontal se encuentran los centros del autocontrol, la atención y la toma de decisiones, zonas que se deteriora y disminuye su tamaño cuando se consume esta sustancia.
- Marihuana. El consumo asiduo de marihuana genera una disminución de la euforia que produce la dopamina en el núcleo accumbens, parte del circuito de recompensas en el cerebro. A largo plazo, fumar marihuana enfría el entusiasmo y ahoga la respuesta emocional positiva ante cualquier estímulo. Incapaces de sentir satisfacción, sus consumidores pueden llegar a perder el interés por casi todas las actividades, lo que se conoce como anhedonia.
- Éxtasis. De alto consumo entre las personas de 20 a 35 años, el éxtasis dista mucho de ser inocuo. Su consumo produce graves problemas de memoria al afectar al hipocampo, la parte del cerebro que preserva los recuerdos. También interfiere en el transporte de serotonina, relacionada con el estado de ánimo y el sueño, lo que produce que los usuarios no sepan escoger la reacción emocional adecuada en cada situación.
Estos son sólo algunos ejemplos de los daños que las drogas producen en el cerebro.
Apoyo del neurofeedback dinámico frente a la adicción
En las dos últimas décadas se ha investigado el uso del neurofeedbak como una técnica de apoyo y refuerzo de técnicas terapéuticas tradicionales en el tratamiento de personas que sufren de algún tipo de adicción, desde drogas a tabaco o alcohol.
El uso de neurofeeback dinámico no sólo ayuda a reconstruir enlaces neuronales estables, a regular de nuevo la estabilidad emocional y a reforzarse mentalmente hacia el cambio y la toma de decisiones potenciando la motivación y la autoestima, sino que además puede suponer una disminución progresiva de la toma de medicamentos sedantes y antidepresivos.
Además, puede ayudar a prevenir y controlar otras condiciones que detonan una adicción como el Trastorno por Déficit de Atención, un problema asociado y generalmente presente en este tipo de pacientes y que supone una gran barrera en cuanto al tratamiento exitoso de la adicción, ocasionando además un importante número de recaídas en un importante porcentaje.
En este sentido, hay que considerar que la vía de refuerzo dopaminérgica es sustancialmente la misma que se considera responsable del TDAH, y el neurofeedback ya ha sido reconocido internacionalmente como una herramienta probada para el tratamiento del mismo.
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