Le detectaron TDAH a mi hijo, ¡no sé qué pasará! es una frase común en los angustiados padres a quienes se les sugiere que los niños podrían tener esta condición.

Hace unos días escuchábamos a una madre muy preocupada porque recientemente la psicóloga escolar le dijo que su hijo requería estudios para descartar TDAH.  
—¡Me siento fatal! —decía ella—. Mi hijo apenas tenía unos meses de haber ingresado a la escuela primaria y ya estaba teniendo algunos reportes de su maestro. El niño se salía del salón, peleaba con sus compañeros, terminaba rápido y mal las actividades en la clase o, por el contrario, no las hacía porque le daba flojera o se aburría.  

Luego de varios reportes, al niño lo refirieron al psicólogo y tras una primera consulta le sugirieron a la preocupada madre que le hicieran estudios para descartar un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.  

La noticia le hizo sentir angustiada y con la incertidumbre sobre el futuro tanto del niño como de la dinámica familiar.  

Ciertamente, junto a un niño con TDAH, hay unos padres muchas veces desconcertados, perdidos, preocupados y angustiados que comparten con ellos un camino de dificultades tanto escolares como sociales.  

Asimismo, hay un halo de culpa y muchas dudas. Los padres se preguntan si hicieron algo o dejaron de hacer para que su hijo viviera con TDAH. Tienen múltiples cuestionamientos de qué pasará si el diagnóstico es positivo…  

Estas y otras muchas preguntas son frecuentes entre los padres y la incertidumbre ante esta situación les hace cambiar constantemente la forma de actuar con su hijo. Se dejan llevar por consejos de familiares, conocidos, amigos o lo que encuentran cuando buscan por su cuenta.  

El diagnóstico del TDAH 

El TDAH es un trastorno heterogéneo y por lo tanto difícil de diagnosticar. Por ello es importante que se acuda a un profesional calificado para realizar el diagnóstico. Ya sea un psiquiatra de niños y adolescentes o de adultos, neuropediatra, neurólogo o pediatra, que cuente con una amplia experiencia en el diagnóstico del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. 

El especialista realizará una historia clínica. La primera parte de ésta será una entrevista (anamnesis) en la que se cuestiona al niño y a sus padres sobre su historial, síntomas y antecedentes familiares.  

Luego vendrá una exploración física para descartar la presencia de cualquier enfermedad que pueda explicar los síntomas que presenta el paciente o que pueda contribuir a su presencia. Así también, se analiza si hay algunos otros padecimientos vinculados al trastorno (comorbilidad). 

Finalmente se hará una evaluación psicopedagógica para investigar si existen trastornos de aprendizaje y se evalúa el rendimiento académico del niño a lo largo del tiempo.  

Después del diagnóstico 

Si el diagnóstico de TDAH es positivo, los padres podrán sentir alivio porque ya hay una certeza respecto a lo que pasa con su hijo y encontrarán respuestas para poder lidiar con la conducta antes incomprendida de su niño.  

No obstante, comenzará una etapa intensa y estresante en la que los padres tendrán que poner manos a la obra. A partir de este momento se convertirán en verdaderos expertos respecto al TDAH. 

Seguramente se enfocarán en aprender sobre el trastorno, lo que se debe hacer, a dónde acudir, buscarán toda clase de terapias y opciones para apoyar en el desarrollo de sus hijos. Esto les permitirá enfrentar juntos los problemas y corregirlos, según el caso.  

Los padres se vuelven el factor protector más importante para reducir el impacto del TDAH. 

El tratamiento multimodal 

El tratamiento del TDAH debería ser multimodal e individualizado, teniendo en cuenta al paciente y a su familia. El objetivo del tratamiento multimodal es disminuir los síntomas al mismo tiempo que se reducen las complicaciones derivadas del trastorno y el impacto negativo que puede tener en la vida de los pacientes y de su entorno. 

 El tratamiento multimodal del TDAH implica tres acercamientos: 

  • Tratamiento farmacológico 
  • Tratamiento cognitivo-conductual 
  • Tratamiento psicoeducativo (padres y profesores) 

De ahí que el tratamiento multimodal también se conozca como tratamiento combinado, ya que requiere varios enfoques y la implicación de diferentes profesionales. 

Según los resultados de los estudios realizados, el tratamiento farmacológico sería el método más efectivo para reducir los síntomas nucleares del TDAH (déficit de atención, hiperactividad e impulsividad), y el tratamiento psicológico (conductual y psicoeducativo) ayudaría fundamentalmente a la mejoría de las funciones ejecutivas (habilidades cognitivas como empezar tareas, organizarse, planificar cosas…). 

¿Qué hago si a mi hijo le diagnostican TDAH?  

El papel de los padres resulta fundamental una vez realizado el diagnóstico, y no es el momento de darse por vencido. Hay que considerar que esto no es una enfermedad sino una condición con la que se deberá trabajar a través del desarrollo de la persona.  

La actitud y manejo de las dificultades que se presenten con los hijos es determinante para su evolución. Hay que eliminar la sensación de lucha constante contra el niño y dirigir la atención hacia una convivencia equilibrada para guiarlo hacia un crecimiento de autosuficiencia y plenitud.  

Al respecto, los padres pueden y deben tener estrategias que faciliten a que los hijos aprendan a regularse y autocontrolarse. Pare ello hay que centrarse en trabajar en los siguientes aspectos: 

  • Estructuración del ambiente: hábitos, rutinas, organización, planificación, horarios, órdenes, normas.  
  • Externalización de la información: carteles, fotos, dibujos, relojes, contadores, señales acústicas.  
  • Internalización de los procesos: guía externa de la conducta, pensar en voz alta, repetirse la orden, modelado cognitivo, auto instrucciones trabajar con la imaginación (el pasado y el futuro). 

Es importante que a los niños se les transmita de forma clara lo que se espera de ellos en cada momento. Los padres deben estar de acuerdo en lo que le van a ir pidiendo al niño, y éste debe sentir que sus padres confían en que puede hacer lo que se espera de él.  

Por supuesto, irán surgiendo dificultades, ante las que se debe actuar con paciencia y como guía, dándole la suficiente libertad como para que pueda cometer sus propios errores y aprender de las consecuencias de los mismos.  

Lo que no se debe olvidar como padres es demostrarle al niño que vale como persona, con defectos y virtudes, y no por sólo por lo que consigue. 

Neurofeedback dinámico apoyo al niño con TDAH 

Además del tratamiento indicado por los médicos especialistas, luego del diagnóstico, los padres pueden encontrar diversas técnicas de apoyo para asistir a los niños en su desarrollo con TDAH. Una técnica apropiada es el neurofeedback dinámico de NeurOpltimal®  

Entre los beneficios a largo plazo del entrenamiento con neurofeedback para el TDAH están: 

  • Aumento en el ritmo de aprendizaje. 
  • Mejora en la memoria de trabajo. 
  • Aumento en la capacidad de concentración. 
  • Mejora en la gestión del estrés y superar el miedo al fracaso. 
  • Mejora la velocidad de procesamiento. 
  • Mejores resultados en deportes o actividades artísticas y de visión espacial. 
  • Aumento de la motivación y el interés en la tarea. 
  • Aumento de la plasticidad neuronal. 
  • Mejora global de todas de las funciones. 

Asimismo, ayuda a direccionar correctamente el foco de atención, la planificación, la consecución de metas en función de reforzadores y objetivos, el autocontrol y la autorregulación de los niveles de atención y concentración, así como inhibe los estímulos distractores.  

NEURODOZA | CITAS

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