En esta ocasión hablamos del insomnio adolescente y cómo evitarlo, pues hoy en día es un gran problema de salud en las nuevas generaciones.
En general, hoy la humanidad duerme cada vez menos horas y la calidad del descanso ha disminuido. Los adolescentes son los que peor han resentido los efectos del insomnio y otros trastornos del sueño.
Y aunque ya lo hemos hablado en otros artículos, no olvidemos que el dormir es vital para el bienestar de las personas. No obstante, los patrones biológicos del sueño y vigilia se desplazan en la adolescencia, lo que se traduce en que sea normal que no puedan dormirse antes de las 23 horas.
Los adolescentes requieren hasta 9 ¼ horas de sueño cada noche para funcionar adecuadamente (estudiar, practicar deportes, socializar, etc.). Sin embargo, la mayoría no duerme lo necesario. En promedio roban al sueño 45 minutos, pues están durmiendo un promedio de 8.5 horas cada noche.
Una razón para ello es que los adolescentes acostumbran tener patrones de sueño cambiantes a lo largo de la semana. Suelen acostarse y ventarse tarde los fines de semana, factor que puede afectar su ritmo biológico y a su calidad de sueño.
Muchos jóvenes padecen trastornos de sueño que precisan tratamiento tales como; narcolepsia, insomnio, síndrome de piernas inquietas, apnea del sueño, etc.
¿Por qué sufren insomnio los adolescentes?
La merma en las horas de sueño de los adolescentes no está directamente implicada en que se acuesten tarde. Si les cuesta conciliar el sueño, se habla de insomnio inicial; si se despiertan antes de lo previsto, de insomnio tardío; y si se despiertan repetidamente durante la noche se habla de insomnio. Todos en algún momento sufren episodios puntuales de algunos de estos tipos de insomnio.
Son muchas las causas que lo pueden provocar:
- El estrés.
- El alcohol.
- Las bebidas energizantes.
- El calor o el frío.
- Los malos hábitos alimenticios.
- La ansiedad.
- Una congestión nasal.
- El dolor ocasionado por una lesión física o una enfermedad…
Pero ello no implica, necesariamente, un trastorno del sueño, al menos que se produzca de forma reiterada y se prolongue más de un mes. En tal caso sí se podría hablar de insomnio crónico y debe consultarse con un especialista.
El Vamping o insomnio tecnológico
El uso constante de la tecnología es otro factor que puede producir insomnio: teléfono celular, computadora, televisión, videoconsolas, tabletas, son causa de la falta de sueño, no sólo en el adolescente.
Vamping o insomnio tecnológico son términos recientes que han aparecido en nuestra lengua para hablar precisamente del hábito de muchos jóvenes y adolescentes de permanecer despiertos hasta tarde por estar utilizando dispositivos electrónicos.
Se considera que el uso de dispositivos electrónicos hasta una hora antes de dormir puede recortar dos horas de sueño en los adolescentes.
El uso de múltiples dispositivos electrónicos antes de dormir se relaciona con una mayor latencia de inicio de sueño (lleva más tiempo quedarse dormido) y una duración del sueño más corta comparada con el uso de un único dispositivo.
Asimismo, un tiempo total de uso de más de 4 horas de este tipo de aparatos se asocia con un mayor riesgo de tener menos de 5 horas de sueño ese día.
De acuerdo con estudios diversos se cree que el contenido estimulante del material (videojuegos de acción con refuerzos inmediatos, por ejemplo) interfiere con los mecanismos del sueño, activando nuestro sistema de manera psicológica y fisiológica.
Por otro lado, estos problemas en el sueño también podrían deberse al impacto de la luz de las pantallas. Esta luz podría actuar negativamente en el sueño retrasando el ritmo circadiano que nos dice cuándo debemos dormir, ya que nuestro cerebro ‘cree’ que, al recibir tanta luz, aún no es de noche y, por lo tanto, no es hora de dormir aún.
Consecuencias del insomnio adolescente
La falta de sueño en los adolescentes puede limitar su capacidad de aprendizaje, escucha, concentración y su capacidad para resolver problemas.
- Puedes incluso olvidar información importante como nombres, números, tareas o una cita con alguien especial.
- La falta de sueño contribuye en la aparición de acné y otros problemas dermatológicos.
- Favorecer conductas agresivas e inapropiadas como enfrentamientos con sus compañeros y tensiones con sus profesores y familiares.
- El insomnio puede llevar al adolescente a comer demasiado o comer de manera poco saludable, exceso de dulces y comida basura que contribuyen al aumento de peso.
- Potenciar los efectos del alcohol e incrementar el consumo de cafeína y/o tabaco.
- No dormir, podría contribuir con el desarrollo de enfermedades. Afectar en el uso de maquinaria y en la conducción.
Cómo lidiar con el insomnio en la adolescencia
Los expertos recomiendan revisar los horarios de sueño de los adolescentes y corregir sus rutinas hacia una higiene del sueño mejorada.
- La siesta puede ayudar a mantenerse activo y mejorar su rendimiento, pero si se planifican bien. Siestas muy prolongadas o muy cercanas a la hora de acostarse pueden interferir con el ritmo de sueño regular.
- Convertir la habitación en un sitio adecuado para el descanso: mantenerla fresca, tranquila, oscura.
- Hay que evitar el consumo de bebidas estimulantes como el café, el refresco de cola, té o bebidas energéticas. Igualmente hay que evitar la nicotina y el alcohol.
- Debe determinarse y cumplirse una hora específica para dormir y otra para levantarse; los fines de semana también deberían respetarse. Un programa de sueño organizado mejora el descanso porque permite a tu cuerpo sincronizar con los patrones naturales.
- Se debe evitar la comida copiosa antes de dormir, lo mismo que hacer ejercicio antes de acostarse.
- Justo antes de dormir hay que evitar el uso de teléfono, televisión, computadora; es mejor realizar actividades tranquilas que faciliten el sueño.
Si se hacen las mismas cosas todas las noches antes de acostarse se enseñará a tu cuerpo las señales de que es la hora de descansar.
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Empiezan a desaparecer las noches en vela. Cada vez se despiertan menos veces durante la noche y si se hace, se logra conciliar el sueño con rapidez. Empiezan a aparecer las noches «durmiendo de tirón». Mucha gente que lleva muchos años sin recordar ningún sueño, empieza a recordarlos. Y entre la gente que ya los recuerda, algunos comentan que experimentan unos sueños más vívidos e intensos.
Todo este proceso de recuperación del descanso y de los sueños evidencia el trabajo que a nivel inconsciente se va realizando a medida que se van efectuando los entrenamientos. Hay personas que han necesitado una o dos sesiones de entrenamiento y otros que varias más.
Los resultados no tardan en aparecer, tanto para personas cuyo insomnio ha aflorado recientemente, como para otras que llevan más de dos décadas con esta problemática. La intensidad de la respuesta varía de unos a otros, desde aquellos que recuperan totalmente el descanso correcto con una o dos sesiones a aquellos me mejoran sensiblemente con seis o siete sesiones.
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