Conoce el Hipocampo, un órgano de la memoria, el centro neurálgico donde también se pierden los recuerdos por daño o enfermedades degenerativas.
A lo largo de estos años en los que hemos publicado una serie de artículos que te permitan aprender más respecto a tu cerebro, su funcionamiento, trastornos y modos de brindarle bienestar, hemos hablado de su compleja constitución. Hemos nombrado algunas de las partes más fundamentales que nos permiten entender su funcionamiento, descrito sus procesos y también su funcionamiento. Una de esas partes es protagonista de la historia de hoy: el hipocampo.
¿Qué es el hipocampo?
El hipocampo es una estructura ubicada en la parte más profunda del lóbulo temporal de la corteza cerebral. Una parte importante del sistema límbico, de una región que regula el estímulo emocional, el aprendizaje y la memoria.
Se trata de un pequeño órgano con una forma curvada y alargada, que se ubica en la parte interior del lóbulo temporal y va desde el hipotálamo hasta la amígdala. Y en realidad contamos con dos hipocampos, uno en cada hemisferio cerebral.
Además de estar vinculado con el cerebro límbico, el hipocampo está asociado a una parte de la corteza cerebral conocida como arquicorteza, una región ancestral que apareció hace millones de años la línea evolutiva. Por lo que está conectado a otras partes del sistema límbico y que lo vincula a procesos mentales relacionados con las emociones.
¿Para qué sirve el hipocampo?
El ser una parte integrante del sistema límbico, hipocampo desempeña un papel vital en el aprendizaje de regulación, la codificación de la memoria, la consolidación de la memoria, y la navegación espacial.
Al ser parte del sistema límbico se asocia también con la memoria emocional y la forma en que experiencias se vinculan con sensaciones negativas y positivas. De tal forma, aprendemos a responder emocionalmente a determinadas circunstancias, acordes a la memoria emocional.
Hipocampo: el órgano de la memoria
Aunque el hipocampo no almacena recuerdos, tiene una importante labor en la recuperación de éstos en los procesos de aprendizaje. Actúa como punto de intersección o nodo que permite que se activen distintos recuerdos distribuidos por diferentes zonas neuronales.
El trabajo del hipocampo está relacionado solo con algunos tipos de memoria. Gestiona la memoria declarativa, aquellos recuerdos voluntarios que pueden ser expresados. En cambio, tema de la memoria no declarativa, que trata de la memorización de patrones de movimiento (como bailar o andar en bicicleta), están gestionados por otras áreas llamadas ganglios basales y por el cerebelo.
Además de la memoria declarativa, el hipocampo se encarga de los recuerdos de las relaciones espaciales que incluyen rutas o dimensiones.
Este órgano es también donde los recuerdos a corto plazo se convierten en recuerdos a largo plazo. Pero éstos se almacenan en otro lugar en el cerebro.
El hipocampo y el aprendizaje
Dado que el aprendizaje depende en gran medida de la memoria, el hipocampo tiene un papel importante en este proceso, especialmente cuando se trata de aprender conceptos y desarrollar procesos analíticos. En cambio, si se trata de aprendizaje de tareas manuales y/o motoras, corresponde a los ganglios basales conservar ese nuevo conocimiento.
Las emociones que habitan los recuerdos
Al estar vinculado con el sistema límbico, no podemos evitar considerar al hipocampo como una zona relacionada con la experiencia emocional. Los recuerdos que guardamos están sellados por las emociones que nos han hecho sentir.
El hipocampo nos permite poder describir cosas, identificar rostros, y asociar sensaciones positivas o negativas en base a esos recuerdos. Cada cosa vivida, sentida y experimentada es filtrada por nuestra memoria, el sistema límbico y el hipocampo para que quede integrada en esa memoria perdurable con la cual, evocar un recuerdo del pasado en el momento presente.
Daños en el hipocampo
Se sabe que una lesión en el hipocampo puede causar amnesia, tanto en los casos de amnesia retrógrada (incapacidad de recordar todo lo sucedido antes de la lesión) y la amnesia anterógrada (aquella que impide que los recuerdos se fijen en la memoria.
Además, la región de la formación hipocampal es una de las primeras zonas en las que se hacen notar enfermedades como la demencia o el Alzheimer. Las personas que empiezan a experimentar esta enfermedad ven afectada su capacidad para formar nuevos recuerdos o recordar informaciones autobiográficas más o menos recientes.
Neurofeedback y la memoria
La técnica del neurofeedback dinámico es un recurso ideal para tratar los temas del deterioro de la memoria, pues puede enfocarse en la prevención de la degeneración cerebral con signos de pérdida de la memoria. Ayuda a postergar enfermedades vinculadas, ayudando al paciente y a la familia a manejar el caso en forma apropiada.
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