Si este nuevo año has decidido adoptar prácticas diarias más saludables, es recomendable que sepas cómo se forman los hábitos en el cerebro.  

Aproximadamente el 40% de nuestras conductas cotidianas son automatizadas. Cada mañana, muchas de las acciones rutinarias que realizamos no son producto de un complejo proceso de decisión, sino son información que el cerebro almacenó para que puedan ser realizadas sin pensarse.  

¿Cómo se forma un hábito? 

De esta forma, cuando el cerebro memoriza tu rutina y la realizas de forma automatizada, el cerebro puede estar atento a cuestiones más importantes o puede ahorrar tiempo y esfuerzo.  

Esto se debe a la capacidad del cerebro para adecuarse y generar o reforzar conexiones neuronales a través de la repetición de conductas, como cepillarnos los dientes, conducir por determinadas rutas acostumbradas, el ritual del baño, etc.  

Cuando inicias una nueva práctica, como aprender un idioma o un deporte, cambiar de trabajo, etc., el cerebro comienza a establecer patrones eléctricos que actúan como caminos a seguir para que la siguiente ocasión que lo practiques no pierda tiempo en tomar decisiones al realizar dicha tarea.  

Un cerebro sano puede generar esas conexiones todo el tiempo, lo que nos permite seguir aprendiendo sin importar la edad. Así podemos hacernos de nuevos hábitos sin pretexto.  

Por su parte, un cerebro inmaduro o enfermo puede generar conexiones que después de mucho reforzarlas provocan hábitos que son difíciles de dejar. Un ejemplo de ello es cuando se permite a los jóvenes menores de 18 años (cuyo cerebro aún es inmaduro) beber alcohol, existe posibilidades de que se habitúen demasiado a la bebida, con riesgo de caer en el alcoholismo.  

¿Cuánto tarda en formarse un hábito? 

Para adquirir un hábito sólido se requieren alrededor de 60 días, más o menos, lo cual también depende de la plasticidad del cerebro y de la persistencia al intentar la nueva conducta.  

¿Qué necesitas para adquirir un hábito saludable? 

Para adquirir un hábito necesitas tres cosas:  

Recordatorio: el estímulo que inicia el comportamiento (generalmente asociado a la motivación)  

Rutina: ejecutar la acción constantemente. No debemos olvidar que la clave para que las neuronas guarden la información es que la conducta sea constante.  

Recompensa:  ésta el beneficio que obtienes de realizar dicha rutina y que puede reforzar el recordatorio, ya que al ser positivo tu cerebro realiza la conexión más fácilmente. 

Considera además que los hábitos negativos requieren los mismos tres elementos para formarse, y es por ello mismo (especialmente por la recompensa) que es tan difícil romper con ellos.  

¿Cómo adquirir hábitos saludables? 

Hay muchos hábitos de vida que podemos mejorar y algunos otros que podríamos implementar, desterrando también los malos hábitos. Por ello, aquí te diremos algunas cosas que puedes hacer para vivir mejor teniendo prácticas saludables en tu cotidianidad.  

1. Arma una rutina que te permita fácilmente practicar esa nueva conducta que quieres implementar en tu vida.  

2. Procura seguirla diariamente hasta que realmente te sea un hábito. 

3. Conforme avances en el establecimiento de la rutina, plantéate nuevos objetivos. Esto generar un nuevo estímulo o recordatorio, además de nuevas recompensas y evitará que te aburras o desistas. 

Por ejemplo, si tu rutina de ejercicios siempre es la misma, ahora aumenta un nuevo ejercicio o un nuevo reto, además mantendrá la motivación.  

4. Busca ayuda en cuanto te des cuenta que hay experiencias que no puedes manejar por ti mismo, por ti misma, o que te son incómodas o dolorosas.

Por ejemplo, si haces ejercicio en casa pero no te sientes suficientemente motivada, busca un entrenador que te dé la pauta para conquistar nuevas metas.  

Contar con ayuda evita que el cerebro guarde información que lo haga acostumbrase al malestar. 

5. Determina horarios y días específicos para aquellos hábitos que quieras reforzar. No lo dejes a la disponibilidad de tu tiempo o ganas, esto evitará que lo hagas con constancia y, recuerda que, sin la constancia, no hay hábito ya que el poder de la programación del cerebro baja.  

6. Cambios pequeños, pero constantes. No abrumes a tu cerebro con información, esto solo haría que se estrese. Define un hábito que quieras adquirir y trabaja solo con este, pasado un tiempo ya incrementa alguno otro.  

7. Ejercita tu cerebro, realiza actividades que fortalezcan tu memoria, tu concentración y también tu relajación. Asimismo, dedica tiempo a ejercicios mentales, porque un cerebro inactivo se vuelve perezoso y es más difícil de cambiar.  

8. Cuida la salud de tus neuronas: ten una dieta balanceada, duerme descansadamente, practica actividad física y permanece siempre dispuesto a aprender algo nuevo.  

9. Además, puedes modificar tus circuitos neuronales y favorecer la adquisición de hábitos saludables a través de un método no invasivo ni medicamentosa  sino con la facilidad que el entrenamiento de NeurOptimal te brinda. 

NEURODOZA | CITAS 

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