Cómo regular el reloj biológico con neurofeedback

Reloj biológico y neurofeedback

Todos los seres vivos, incluidas las bacterias diminutas, tienen un ciclo circadiano: un proceso biológico que dura cerca de 24 horas y marca el ritmo de nuestra existencia. A este ciclo le llamamos Reloj Biológico.

Estos ritmos cíclicos existen porque vivimos en la Tierra, y ésta hace una rotación completa cada 24 horas, así como una rotación al sol cada 365 días. Al vivir en este planeta hemos tenido que adaptarnos a los propios ciclos de la tierra que son fijos y repetitivos.

Al respecto, es el cerebro el encargado de sincronizar estos ritmos, a través de los sistemas nervioso y endocrino. Y aunque siempre hablamos del “reloj biológico”, en realidad son tres ciclos o relojes de la cronobiología que determinan el funcionamiento cotidiano de nuestro organismo.

Reloj Ultradiano

Este ciclo es menor a un día. Un periodo de variaciones de funciones que abarca desde segundos hasta horas, no más de 20. Se encarga de sincronizar pulsaciones nerviosas cerebrales ritmo cardiaco y respiratorio, actividad bronquial, secreciones hormonales y alteraciones de los estados del sueño.

Reloj Circadiano

El ritmo circadiano permite a cualquier especie animal adaptarse a su medio ambiente de manera adecuada.

Éste es un ciclo que cubre casi cerca de un día. Su periodo de variación de funciones que comprende es de 20 a 28 horas. Gracias a este ritmo adaptamos nuestro sistema a la actividad y al reposo, y regulamos las funciones que transitan el cambio del día a la noche. El, también llamado, ritmo circadiano interviene en los procesos de sueño y vigilia.

Rejo Infradiano

Este ritmo abarca más allá de un día. Abarca periodos que varían desde días hasta años, según el caso que se trate. Por ejemplo, el reloj infradiano regula los periodos de 28 días del ciclo menstrual de las mujeres; o también los reposos invernales de los osos conocidos como hibernación.

Mientras que el ritmo circadiano regula la adaptación del organismo a lo largo del día, el reloj infradiano regula nuestra adaptación a las estaciones anuales, particularmente en el invierno y el verano, las cuales implican importantes consecuencias económicas, laborales y psicoemocionales. Al respecto, el organismo no sólo se adapta a estos ciclos sino los prevé y se prepara para ellos.

El reloj maestro

Estos tres relojes esenciales para nuestra vida están estrechamente vinculados al funcionamiento cerebral. El reloj maestro, se encuentra en el hipotálamo del cerebro, quien funge como un director de orquesta, enviando señales de regulación a través del cuerpo en diferentes momentos del día.

Asimismo, todos los órganos y tejidos corporales tienen relojes adicionales que están sincronizados con el reloj maestro en el cerebro.

Alteración del reloj biológico

Si por causas humanas, genéticas u hormonales se altera el reloj biológico, si se alteran estos ritmos, pueden aparecer diferentes trastornos orgánicos y enfermedades.

Éstas van desde la depresión, pérdida de la memoria, obesidad, algunos tipos de cáncer, inmunodepresión, trastornos reproductivos, entre otros problemas que podemos padecer.

Los más frecuentes son los trastornos del sueño, que a su vez favorecen trastornos inmunitarios, metabólicos y neurológicos.

Aunque alterar estos ritmos no es propiamente un factor desencadenante de enfermedades, pero sí que es un factor que favorece la aparición de estos trastornos. Es por ello tan importante preservar el reloj biológico y sus ritmos adecuadamente.

NeurOptimal® para ayudar a regular el reloj biológico

Desde una desvelada por trabajo o fiesta, un viaje al otro lado del mundo que produzca jet lag*, hasta tener un horario de trabajo que obligue a mantenerse despierto por la noche, pueden ser circunstancias que modifiquen y afecten el reloj biológico. Con mayor o menor gravedad en sus consecuencias.

Además de un estilo de vida saludable, donde la alimentación, el descanso, la actividad física y el sueño reparador sean el común denominador que proteja el buen ritmo del reloj biológico, también podemos darle mantenimiento a través del neurofeedback dinámico.