La forma en cómo mejorar la condición de angustia con NeurOptimal® es innovadora, no invasiva ni medicamentosa, y te brinda beneficios completos y duradero. Quédate hasta el final para saber qué es la angustia y por qué la sufrimos, además de cómo tratarla.
Joana llevaba varios días sintiéndose intranquila, a veces triste a veces desesperada sin tener motivos aparentes. Tenía episodios en que sentía opresión en el pecho, malestar estomacal y un sudor frío le perlaba la frente, además de padecer insomnio.
Ante los síntomas físicos, Joana acudió con su médico familiar y, tras algunos estudios, le dijo que estaba sana, que no padecía enfermedad alguna y que seguramente lo que ella tenía era estrés. Pero, aun con el descanso, Joana seguía teniendo ese malestar físico y mental. Lo que ella tenía era angustia.
¿Qué es la angustia?
La angustia es un estado emocional emparentado con el miedo, que se presenta como una reacción a un sentimiento anticipatorio de un peligro futuro. Pero éste es indefinible, imprevisible e irracional que sólo está presente como posibilidad en la mente de quien sufre angustia.
Como todas las emociones, la angustia es una reacción natural de tipo adaptativo, que nos permite estar alerta ante los peligros que pudiéramos enfrentar en la vida cotidiana. Sin embargo, el trastorno de angustia tiende a llevar esta emoción a un extremo, totalmente desproporcionado, que se hace presente con síntomas psíquicos y somáticos que desvinculan las ideas de peligro con la realidad.
¿Cuáles son las causas de un trastorno de angustia?
Generalmente, la angustia se manifiesta cuando las personas atraviesan por situaciones difíciles, donde hay elementos amenazantes, pero a la vez se experimenta incertidumbre, sensación de amenaza por un futuro incierto.
Es decir, esta molesta sensación está asociada con el miedo y con la ansiedad en momentos complicados.
Para que la angustia ocurra, entran en juego factores biológicos, psicológicos (existenciales) y ambientales.
A nivel biológico, también hay estudios que afirman que la predisposición genética está presente en esta condición, y que algunos neuroquímicos juegan un papel importante en la angustia. Por ejemplo, un aumento de adrenalina o una reducción del ácido gamma-aminobutírico (GABA).
En el caso de los factores ambientales se encuentras las relaciones sociales o malos hábitos cotidianos, entre otras, pueden precipitar la aparición de la angustia.
¿Cómo saber que tengo angustia?
Entre los síntomas típicos de la angustia se encuentran:
- Preocupaciones y temores excesivos.
- Imaginación de escenarios catastróficos.
- Desesperación.
- Falta de aire, mareos, sudoración, tensión muscular, sequedad de boca o fatiga.
- Opresión en el pecho.
- Sofoco.
- Evitación de situaciones temidas.
- Dificultades para dormir.
Diferencia entre angustia y ansiedad
Aunque son similares y muchas veces pueden confundirse o señalarse por igual, angustia y ansiedad pueden diferenciarse de la siguiente forma.
En la angustia predominan los síntomas de carácter físico (localizados preferentemente en el corazón, región precordial y garganta) mientras que en la ansiedad predominan los síntomas psíquicos, sensación de catástrofe, sensación de peligro inminente, etc.
Al angustiarnos la reacción del organismo es de parálisis, de sobrecogimiento, mientras que, en la ansiedad, la reacción es de sobresalto, tratando de buscar una solución al peligro. Sin embargo, en la actualidad, cuando se habla de ansiedad también se tienen en cuenta tanto los síntomas físicos como psicológicos.
Más allá de la diferenciación entre términos, que con frecuencia se utilizan sin distingos, la sensación de la ansiedad y la angustia pueden ser traumáticas para quienes la viven. Hay un alto desgaste físico y emocional, con secuelas significativos de no tratarse oportunamente.
¿Existe tratamiento para la angustia?
En los casos en que la angustia se vuelve un trastorno existen tratamientos similares a los de la ansiedad, que involucran aspectos médicos: antidepresivos y ansiolíticos; así como terapia psicológica como la cognitivo conductual, o la terapia de exposición.
Igualmente, existen otros métodos que pueden auxiliar en el tratamiento del trastorno de angustia o la angustia crónica, y que están enfocados a logar bienestar a los pacientes, como es el caso del neurofeedback dinámico.
¿Cómo mejorar la condición de angustia con NeurOptimal®?
Ante las exigencias de la situación que se experimenta en la angustia, el cerebro tiene que modificar su adaptación, lo que no siempre es posible de la manera acelerada que el contexto le exige.
Para facilitar la corrección del funcionamiento cerebral, el neurofeedback dinámico se ha identificado como una herramienta fundamental, pues ayuda al cerebro a adaptarse al nuevo entorno de manera natural.
A través de las sesiones en neurofeedback dinámico se habla directamente al cerebro en un lenguaje comprensible y directo, y se le comunica lo que no está haciendo correctamente para que pueda corregirlo.
También podemos considerar al neurofeedback dinámico como una excelente manera de rehabilitación cognitiva y útil para acelerar los cambios que se dan otras terapias psicológicas, pues actúa en el sistema nervioso central y por lo tanto ayuda a evolucionar a nivel físico, mental y emocional.
El sistema NeurOptimal® con el que trabajamos, corrige la actividad cerebral basándose única y exclusivamente en la plasticidad cerebral propia de cada uno. Al ser un método de auto-regulación y auto-regulación cerebral, le comunica al cerebro aquello que no va bien o no funciona adecuadamente y éste reacciona, sabiendo perfectamente lo que tiene que hacer reorganizándolo.
Al ser un método no invasivo y seguro, puede ser utilizado por todo tipo de personas de cualquier edad y condición y obtener beneficios como:
- Adquisición de hábitos de sueño saludable.
- Mejora en el manejo del estrés, ansiedad y angustia.
- Mejora de la agudeza mental.
- Sentimiento de seguridad.
- Promueve la relajación y el descanso.
- Mayor bienestar general.
- Estado de ánimo más positivo.